Europa crea una coraza institucional ante nuevas crisis financieras

El Parlamento Europeo dio, por mayoría, el aprobado final a la nueva legislación, que pondrá en marcha amplias medidas de supervisión financiera en el bloque.

La Unión Europea (UE) dio hoy el paso definitivo para blindarse ante nuevas crisis como la de endeudamiento de Grecia, gracias a la aprobación mayoritaria por la Eurocámara de tres órganos descentralizados que supervisarán y harán un estrecho marcaje a las reglas de juego de los mercados financieros.

“Se trata de un acontecimiento histórico”, aseguró el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, cuyo país preside este semestre el Consejo de la Unión Europea.

“Esto demuestra que Europa puede actuar de manera veloz y eficaz y, al mismo tiempo, estar en el núcleo del grupo (del G20) cuando se trata de acometer reformas financieras”, subrayó, por su parte, el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, uno de los principales adalides de esa iniciativa, junto al comisario de Economía del bloque, Olli Rehn.

El Parlamento Europeo dio, por mayoría, el aprobado final a la nueva legislación, que pondrá en marcha amplias medidas de supervisión financiera en el bloque.

Se trataba de un mero paso formal, dado que la creación de las tres entidades de supervisión financiera ya fue aprobada por los ministros de Finanzas de los 27 socios comunitarios. Queda ahora el visto bueno definitivo de los jefes de Estado y gobierno europeos, lo cual se considera un mero trámite.

Los “sherpas” que despejaron el camino diplomático fueron los ministros de Economía de los 27 socios, quienes reunidos a principios de mes en un consejo ECOFIN, dieron su visto bueno para que a partir del 1 de enero de 2011 se ponga en funcionamiento el Consejo Europeo de Supervisión de Riesgos Sistémicos (CESRS), vinculado con el Banco Central Europeo (BCE).

Este órgano, con sus tres divisiones (control de bancos, de aseguradoras y de mercados bursátiles), actuará como juez, o “árbitro” del mercado, sin por ello interferir en él, como pidió, entre otros, el Reino Unido, celoso de la rica actividad de la “City”.

Así, el esquema tripartito funcionará de manera descentralizada: desde Londres se supervisarán los bancos, Fráncfort vigilará las aseguradoras y París pondrá la antena sobre los mercados bursátiles.

“Las nuevas autoridades no reemplazarán a los órganos nacionales de supervisión”, puntualizó hoy Barnier.

Será un órgano de vigilancia financiera que podrá alertar, emitir recomendaciones o avisos para prevenir nuevas catástrofes económicas. No obstante, aunque sus juicios serán no vinculantes (para contentar a Londres), servirán de brújula para quienes tomen las decisiones en los centros de poder de Europa.

Pero a pesar del alivio que se respira en la Comisión Europea por este primer paso para instalar una red protectora sobre las economías comunitarias, los ministros de Economía de la UE han evidenciado que siguen profundamente divididos en relación a si debe ponerse en marcha una tasa para gravar a las transacciones financieras.

La crisis de endeudamiento de Grecia (con un 13,6 por ciento de déficit público en 2009) y que necesitó de un plan de ayuda de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de 110.000 millones de euros, ha levantado todas las alarmas en Europa, que se ha puesto manos a la obra para crear redes de prevención y protección.

(DPA)


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