Falleció el “Tano” Darío Vittori

El popular comediante fue el primero en instalar las temporadas teatrales en “Márdel”.

BUENOS AIRES (DyN).- El actor y productor teatral Darío Vittori, uno de los comediantes más destacados del cine y el teatro argentino, falleció ayer en esta capital a los 79 años como consecuencia de un cáncer de próstata. Así lo confirmaron voceros del Sanatorio Mitre, quienes establecieron que “a las 5.30 de hoy dejó de existir”, el actor “tras permanecer en atención especial” en ese nosocomio “desde el 28 de noviembre” del año pasado.

Es que el genial y popular actor padecía un cáncer de próstata que varias veces lo relegó de la pasión que lo siguió durante sus casi ocho décadas de vida: el teatro.

El nieto de Vittori, Juan Ignacio Mazza manifestó en declaraciones a Radio Mitre que “la enseñanza más importante que me dejó mi abuelo fue el amor por el laburo y la familia”, al tiempo que resaltó que al ‘Tano’ “le encantaba trabajar”.

No obstante, Vittori se dio el gusto en los últimos días del siglo XX de estrenar “El último ángel”, una obra en la que, secundado por Pepe Monje, intentaba mostrar las contradicciones éticas de todos los dogmatismos, independientemente de la religión a la que pertenezcan.

En “El último…’, también Vittori intentaba demostrar qué poco puede hacer una iglesia, sin distinción de credo, si no existe lo más importante: el feligrés, el hombre que se comunica con su dios.

En los últimos días de noviembre el actor había sido internado con “pronóstico reservado” en terapia intensiva a raíz de un problema circulatorio, en el mismo centro asistencial donde ayer dejó de existir.

El popular “Tano”, había sido trasladado de urgencia el martes 28 de noviembre, a las 22.30, tras un “intenso dolor de cabeza y una pequeña dificultad en la movilidad de un miembro superior”, según lo explicó el médico Juan Carlos Isola, quien además, había señalado que al actor se le detectó una “descompensación hemodinámica”.

Nacido el 14 de setiembre de 1921 en Motecelio, a 15 kilómetros de Roma (Italia), Vittori llegó siendo muy joven a Argentina, tierra que adoptó como propia y donde se casó y tuvo tres hijas.

Con algo más de medio siglo dedicado al teatro, y más específicamente, a la comedia, Vittori supo ganarse con tesón y con una gran capacidad actoral, un lugar de privilegio en la vitrina de los grandes artistas argentinos.

Pese a su ineludible vocación, Vittori se ufanaba de haber “cambiado, al menos 70 veces de oficio”.

Según sus propias palabras, a los 16 años, dio inicio a su brillante carrera, donde se guardan recuerdos de unas 800 comedias. “Durante 28 años hice una comedia en televisión por semana”, explicaba meses atrás en diálogo con la prensa.

Junto a su amigo el productor y fundador del Piccolo Teatro de Buenos Aires, Nino Fortuna Olazabal, comenzó a actuar en televisión en el ciclo “Teatro como en el teatro” con una serie de obras de tono costumbrista, de autores italianos, que constituyeron un éxito y que eran auspiciadas por la empresa automotriz.

Si bien en 1968, concluyó su asociación con Olazabal, Vittori continuó actuando en teatro y televisión en ciclos como “Humor a la italiana” o “Teatro de humor”, con sainetes y comedias que fueron sellando su estilo.

En el recuerdo quedará “El Teatro de Darío Vittori”, la última obra que, emitida por Canal 13, el “Tano” dejó al público argentino.

“Público que también disfrutó que haga teatro comercial. Pero siempre es teatro, una parte de la cultura, una función social, porque hacemos reír a la gente que tanto lo necesita”, decía Vittori en un reportaje efectuado hace una década por Radio Mitre.

En cine, Vittori participó en medio centenar de películas como “Subí que te llevo”, “Bloom”, “Lo prohibido está de moda”, “Los chantas”, “Chicos ricos”, entre otras.

Vittori también se identificaba no sólo como un actor, sino también como “pionero” en otras actividades. Entre ellas, el Tano se arrogaba haber sido uno de los impulsores de las temporadas teatrales veraniegas en los centros turísticos.

Título que, junto al de referente obligado de los actores argentinos, pocos pueden discutirle y ninguno quitarle.


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