Falta de mérito para los hermanos Yacopino

CIPOLLETTI – El juez Pablo Iribarren dictó la falta de mérito de Claudio y Fernando Yacopino al entender que «no se puede asegurar, con total certeza, que no hayan tenido ningún tipo de intervención» en el triple crimen, aunque tampoco reunió pruebas para sostener lo contrario.

Si bien el magistrado no les otorgó el sobreseimiento -como habían solicitado sus abogados- esta decisión intermedia dejó mejor parados a los hermanos que habían sido involucrados por el detenido Claudio Kielmasz.

La resolución, que se conoció ayer, tiene fecha del viernes 26.

Claudio y Fernando Yacopino estuvieron en el centro de la investigación durante largos meses a raíz de los dichos de Kielmasz. En la declaración que el detenido realizó el 24 de agosto del '98, los involucró directamente en el crimen de las tres chicas cipoleñas. La acusación más dura la realizó contra Claudio, el mayor de los hermanos.

A partir de allí ambos estuvieron en el centro de los comentarios al igual que otra «gente bien» que se mencionó en la investigación del triple crimen.

El 27 de mayo de este año, después de que Kielmasz revolucionara la causa con su indagatoria, Iribarren decidió llamar a una declaración «explicativa» -intermedia entre la testimonial y la indagatoria- a los dos mencionados. Días después, Claudio Yacopino estuvo a punto de carearse con Kielmasz. Pero el procesado como partícipe primario, a pesar de que había pedido este trámite, se arrepintió en las puertas de la Cámara Laboral.

Los abogados de la familia Yacopino, Gustavo Palmieri y Mario Alvarez, pidieron entonces al Juzgado 12 el «sobreseimiento» definitivo de sus asistidos. Se basaron en que los dichos de Kielmasz -motivo del comparendo de ambos-, eran «confusos, ambiguos y malintencionados», ya que no puntualizaban en forma precisa y contundente el hecho atribuíble a los hermanos. Agregaron que hasta la fecha esos dichos no habían sido verificados.

También citaron jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia con respecto al derecho que tiene toda persona a liberarse del estado de sospecha que importa la acusación de haber cometido delito, mediante una sentencia que establezca, de una vez para siempre, su situación frente a la ley penal.

Pero el fiscal Alvaro Meynet no hizo lugar a lo solicitado por los abogados, ya que si bien la situación de los hermanos Yacopino no se comprometió con la prueba acopiada -porque de lo contrario hubieran sido indagados- «razones de estricta prudencia aconsejan no cerrar definitivamente el proceso a su favor».

Meynet no compartió los cuestionamientos que se efectuaron a la investigación y dijo que las declaraciones de Kielmasz fueron vertidas en el uso de derecho constitucional de defensa en juicio y debido proceso.

Iribarren, en tanto, consideró que para un sobreseimiento era necesario como paso ineludible prestar indagatoria; situación que no se dio en este caso.

Y tal como señaló el fiscal, manifestó que las declaraciones de Kielmasz llevaron a producir una serie de pruebas a fin de evacuar sus dichos. «La prueba producida tiende a garantizar no sólo el derecho de defensa del imputado sino también a lograr una investigación seria que confirme o descarte datos, informes, imputaciones, etc, que de una u otra manera han rozado a los hermanos Yacopino», dijo.