Finalizan la obra cloacal de Allen que estuvo frenada

Desde el municipio de Allen informaron que la obra cloacal en el barrio Progreso que estuvo detenida por conexiones clandestinas, se retomó hace unos días y que se encuentra en su recta final.
“La semana que viene comienzan las obras de la bomba impulsora de líquidos cloacales que permite ponerla en marcha”, detallaron desde la comuna.

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Desde el Ejecutivo remarcaron que no se pueden usar las cloacas hasta que esté lista la estación elevadora.
“Insistimos con el pedido de no realizar conexiones clandestinas para que pueda seguir llevándose a cabo los trabajos”, solicitaron.
La obra tiene como fin beneficiar a más de 400 familias y es la de mayor presupuesto que se viene ejecutando en Allen.
Se trata de una inversión de $25 millones que provienen del gobierno provincial. Los trabajos tienen un plazo de ejecución de 365 días corridos.

La red tiene una longitud de 6.125 metros y es de PVC cloacal de 160 milímetros de diámetro y un tramo de 130 metros de cañería de PVC de 200milímetros.
Las tareas se desarrollaron con normalidad hasta que hace unas semanas la empresa Agrovial comunicó al municipio que se detectaron “conexiones no habilitadas que generaron desbordes y otros inconvenientes en el sector”.

Desde el Ejecutivo reiteraron a los vecinos el pedido realizado cuando comenzaron los trabajos sobre “la necesidad de evitar este tipo de prácticas. En caso de identificar nuevas conexiones clandestinas se deberá proceder a sancionar a los responsables”.
Explicaron que los vecinos de ese sector tienen pozos ciegos. “Cuando se inició la obra se pasó casa por casa para saber si había conexiones clandestinas. El objetivo era para que se inhabiliten y vuelvan a usar el pozo ciego momentáneamente para extender la red de cloacas”, comunicaron desde el Ejecutivo.
Reiteraron que “cuando se ponga en marcha la bomba impulsara la próxima semana los vecinos podrán usar la red de cloacal”.

La obra que se está por finalizar beneficiará a los vecinos que viven en el sector que limita al norte y este con la zona de los hornos ladrilleros y al sur con el canal principal de riego.
Se trata de uno de los barrios más antiguos de la ciudad que logró su regularización en 1992; está compuesto por familias trabajadoras, muchas de las cuales viven de su trabajo en los hornos de ladrillos cercanos, informaron desde la provincia.
Las tareas están a cargo del Departamento Provincial de Aguas, cuyos técnicos continuamente revisan los avances.