Finalmente debieron amputarle la mano

Por una infección el obrero de San Antonio perdió el miembro implantado

ROCA (AR).- Pese a los intentos médicos, el hombre de San Antonio Oeste al que se le implantó la mano luego de un accidente laboral debió sufrir la amputación del miembro tras una infección que comprometía su vida.

César Hernández, un obrero de 33 años, llegó el domingo pasado al Sanatario Juan XXIII de Roca en donde consiguieron implantarle la mano que una máquina de la salina en la que trabaja le había arrancado.

Más allá de los denodados esfuerzos de los facultativos del nosocomio privado, una infección en su mano reimplantada que amenazaba con extenderse a todo el cuerpo llevó a los médicos a tomar la determinación de amputarle definitivamente el miembro el martes por la noche.

«El cuerpo no aceptó nuevamente la mano», comentó Liliana Mastrángelo, quien junto a su nuera acompaña a su hijo en el sanatorio roquense y agregó que «por ahora está estable».

Cabe mencionar que César Hernández se encontraba trabajando el sábado pasado alrededor de las 17 horas en la salina El Gualicho Nerisal cuando, al intentar limpiar la máquina para cargar la sal a los camiones, el rodillo le aprisionó el guante que usaba. A raíz de ello, el aparato enganchó su mano y se la arrancó.

Desde un primer momento los médicos que lo atienden en Roca aclararon a los familiares sobre lo complicado que resultaba el intento del reimplante. «Ellos nos dijeron que era muy difícil, que debía ocurrir un milagro», comenta la madre del hombre.

Natalia Hernández, mujer de César, se mostró indignada porque consideró que se perdió mucho tiempo esperando ambulancias y medicamentos en San Antonio que luego fueron determinantes. Sobre el tema dijo que las informaciones que emitió el policlínico privado que recibió a Hernández en San Antonio no son correcta ya que «lo tuvieron por casi tres horas sin asistencia porque estaban buscando al médico que se encontraba tomando sol en Las Grutas» y sentenció que «si hubiéramos llevado a mi marido a un centro público hoy tendría su mano».

Para hoy esperan que los médicos roquenses del Sanatorio Juan XIII decidan si retiran a Hernández de terapia intensiva hacia una sala de cuidados generales.


ROCA (AR).- Pese a los intentos médicos, el hombre de San Antonio Oeste al que se le implantó la mano luego de un accidente laboral debió sufrir la amputación del miembro tras una infección que comprometía su vida.

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