Fiscales y defensores, en el centro del debate

Los postulantes a juez de Garantías advirtieron el desequilibrio de fuerzas y que el principio de igualdad de armas para un debido proceso quedó desdibujado.

El debate por el desequilibrio de fuerzas entre fiscales y defensores oficiales estuvo presente en la sesión del Consejo de la Magistratura chico, que se reunió el jueves para designar a dos nuevos jueces de garantías.

Algunos de los postulantes al cargo de juez de garantías, que pasaron por el tamiz del Consejo de la Magistratura chico, advirtieron el desequilibrio de fuerzas entre el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio Público de la Defensa.

Mientras los fiscales son considerados la joya valiosa de la reforma procesal penal en marcha, los defensores son la contracara. En resumen, algunos postulantes advirtieron que el principio de igualdad de armas para un debido proceso está desdibujado.

En Bariloche hay sólo tres defensores oficiales y un defensor de ejecución penal. No tienen adjuntos y cuentan, en principio, con menos empleados para atender todos los requerimientos.

Los tres defensores oficiales deberán lidiar en esta ciudad contra un equipo de dos fiscales de Cámara, siete agentes fiscales y dos fiscales adjuntos, y un plantel numeroso de empleados. La procuradora general del Poder Judicial, Silvia Baquero Lazcano, aprobó la estructura del Ministerio Público Fiscal y de la Defensa.

El juez de ejecución penal Juan Martín Arroyo, que fue designado por unanimidad como juez de garantías por el Consejo de la Magistratura, dijo que hay una desproporción entre el número de fiscales y de defensores oficiales en Bariloche.

“Puede llegar a ser un problema la falta de defensores”, respondió cuando uno de los consejeros quiso conocer su opinión sobre el tema durante la entrevista personal.

Recursos

Arroyo defendió la figura del fiscal y del defensor de ejecución penal. Y se pronunció a favor de garantizar la igualdad de armas que establece la ley.

El defensor de ejecución penal Juan Pablo Laurence postuló al cargo de juez de garantías, pero no quedó en la terna definitiva porque no superó el piso mínimo de 70 puntos que se debe acumular en las tres etapas del concurso (antecedentes, examen escrito y entrevista personal).

Cuando algunos consejeros quisieron saber su opinión sobre el tema, Laurence señaló que se inyectaron muchos recursos y se le dio una gran preponderancia al Ministerio Público Fiscal.

Explicó que se prevé por cada tres fiscales un defensor oficial. “No digo que tendría que haber por cada fiscal un defensor, porque entiendo que la tarea del fiscal es más compleja, pero la proporción de tres a uno es baja”, consideró Laurence.

Recordó que los fiscales además cuentan con fiscales jefes y adjuntos. En cambio, en Bariloche hay sólo tres defensores oficiales. Y la estructura se debilitará aún más cuando la defensora oficial Romina Martini jure y asuma como jueza de garantías. Laurence dijo que es necesario que el Ministerio Público de la Defensa cuente con más recursos.

Desigualdad

Datos

11
son los fiscales que conforman el Ministerio Público: 2 de Cámara, 7 agentes, 2 adjuntos. También un numeroso plantel.
3
es el número de defensores oficiales. Tras la reforma no
se designaron adjuntos ni
más personal (8 en total).

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