García Ferré cuenta las desventuras de un leñador 

La nueva película del dibujante de "Manuelita" se estrenará en julio.

Buenos Aires (Télam).- Plasmado en el clásico estilo gráfico de su autor pero con nuevo héroe, un chico leñador metido en aventuras en parajes montañosos y épocas medievales, llega al fin de su filmación «Corazón, las alegrías de Pantriste», dibujo animado con el que Manuel García Ferré buscará superar, desde julio próximo, el éxito de su obra previa, «Manuelita».

Una primera impresión respecto de «Corazón…» -necesariamente provisoria por lo parcial del material exhibido como anticipo- permite, de todos modos, confirmar la adhesión de García Ferré a un estilo de ilustración, a una típica técnica de animación y a sus criaturas «históricas», que acá aparecen alternando con los personajes «nuevos».

Tal vez apoyado en el favor que sucesivas generaciones de chicos argentinos dispensaron primero a sus historietas y luego a sus películas («Mil intentos y un invento», «Las aventuras de Hijitus», «Petete y Trapito», «Ico, el caballito valiente» y «Manuelita») y cortos de TV, García Ferré mantiene en «Corazón…» el tipo de dibujo que lo identifica desde sus comienzos.

Lejos, por ejemplo, de algunos dibujos estadounidenses que importa la TV local, auténticos vendavales de líneas retorcidas y figuras descompuestas como surgidas del Picasso cubista, seres, objetos y paisajes conservan en las imágenes de García Ferré formas sencillas, ingenuas y redondeadas, en alguna medida reminiscentes del Disney de «Blancanieves…», 60 años atrás.

Tampoco abundan en «Corazón…» los efectos de animación obtenidos con computadora, que -como ocurrió en «Toy Story» y su secuela, en «Antz» y en «Bichos»- constituyen ya una especialidad en sí misma, con la que se puede realizar un largometraje por completo.

En «Corazón…», en cambio, predominan los tradicionales métodos de animación, que el mismo García Ferré reivindicó en voz alta durante la reunión de ayer, en la que su ánimo parecía haber superado la decepción por la eliminación de «Manuelita» de la carrera por el Oscar a la mejor película extranjera.

«En la película -aclaró el cineasta- combinamos ambas técnicas de animación. Hay que medirse con el trabajo en computadora, porque ha habido algún filme que abusó tanto de ella que los chicos terminaron perdiendo el sentido del argumento».

Precisamente eso -el argumento, la historia- y los personajes son una confesa obsesión de García Ferré al hacer cine: «Antes que nada, busco que el carácter de la figura central quede bien definido para el público, y que logre que los chicos lo quieran y se diviertan con él».

Responsable de una galería de criaturas de ficción afincadas en el gusto infantil, García Ferré apeló a varias de ellas (Larguirucho, Neurus, Pucho, Serrucho y Cachavacha, entre otras) para mecharlas en la anécdota de «Corazón…», cada una con su tic característico, como las cándidas rimas de Larguirucho o los tonos canyengues de Pucho.

Casi 100 profesionales entre dibujantes, ilustradores y técnicos en animación (el equipo con que cuenta el estudio de García Ferré) participan en la realización de «Corazón, las alegrías de Pantriste», cuyo costo -se adelanta- podría terminar superando los 4,3 millones de dólares que los inversores declararon haber gastado en «Manuelita».

En García Ferré Entertainment le tienen mucha fe al nuevo producto, con el que -suponen- podrán quebrar la fantástica marca de 2,3 millones de espectadores congregados en la Argentina por «Manuelita», pero todos saben que la verdad la tendrá la gente cuando, al borde de las vacaciones de invierno, «Corazón…» se estrene en unas 120 salas de todo el país.


Exit mobile version