Hace un año que inauguraron la posta policial, pero nunca funcionó

Acompañada por un puñado de yuyos y con un cartón que tapa sus ventanas, la posta policial del barrio Belgrano cumplió esta semana un año desde su inauguración y hasta hoy nunca funcionó. En el barrio existe un persistente reclamo por mayor presencia policial porque aseguran que los hechos delictivos son constantes.

“A nosotros nos puso muy contentos cuando la inauguraron, pero se ve que no funciona”, manifestó ayer una vecina que vive sobre la calle Comahue al 1.400. A pocos metros de su casa hay un playón con una cancha de fútbol y un pequeño edificio que tiene aire acondicionado, agua y luz, pero que está abandonado.

“Es una obra que ejecutamos hace un par de años con el presupuesto participativo del municipio. Tiene todo, un baño y una cocinita, incluso un medidor de luz que lo conseguimos nosotros, los patrulleros tendrían que parar acá pero no lo hacen”, dijo el presidente de la comisión vecinal, Roberto Pozo.

Además agregó que “es muy necesaria la posta policial porque el Belgrano es un barrio como cualquier otro, no está ajeno a los arrebatos y a los robos”.

La demanda por mayor presencia policial es también un reclamo de la gente que vive en el sector, justamente ayer, una vecina a través de una carta de lectores publicada por este medio se refirió al tema.

Marisa Toledo en su texto expresó que “lo más preocupante es la violencia en los robos, arrastrando, empujando y lastimando a personas indefensas. Concretamente en cercanías de la plaza del barrio, donde se encuentra una posta policial que no está en funcionamiento”.

Pozo aseguró que este reclamo de la gente llegó a funcionarios del gobierno provincial y explicó ayer que “me llamaron desde el ministerio de Seguridad, hablé con el subsecretario Gustavo Pereyra y fijamos una reunión para el lunes de la semana que viene o más tardar el martes, pero me dijo que íbamos a tratar de resolver lo que falta para la posta”.

Al ser consultado por qué motivo el edificio todavía no funciona, Pozo aclaró que “se debe a que le faltan las cloacas”.

El vecinalista recordó que la construcción del pequeño edificio demandó dos años y que tuvieron que atravesar algunas dificultades. “Nosotros la habíamos dejado totalmente equipada (a la posta), con el baño y la cocina, pero se robaron los accesorios del baño y hubo que volver a comprarlos”, manifestó.

El pedido para que se ponga en funcionamiento arrastra ya varias semanas. Con el compromiso del gobierno esperan que pueda, de una vez por todas, contar con una presencia policial cotidiana en el barrio.

Por otro lado Pozo señaló que no es el único faltante del barrio: “además de esto estamos necesitando un centro de salud, porque es una población muy grande y más allá de que el barrio esté lindo, son cosas muy necesarias”, aclaró.

La capital neuquina tiene en total 27 postas policiales. La última
fue inaugurada en marzo del año pasado en la vecinal del barrio Zona Centro Este.

“Lo más preocupante es la violencia en los robos, arrastrando, empujando y lastimando a personas indefensas”,

explicó Marisa Toledo,
una vecina del barrio en una carta de lectores.

Promesas incumplidas Más seguridad

El barrio Belgrano es uno de los más grandes de la capital neuquina, ocupa alrededor de 247 hectáreas entre la Ruta 22 y el río Limay y entre la avenida Olascoaga y la calle Saturnino Torres. El último censo del año 2010 arrojó una población de más de 12.000 habitantes pero para Roberto Pozo, hoy en día, el número de personas que allí reside se acerca a los 20.000. La cobertura de seguridad en el sector la realiza únicamente la comisaría Segunda, que se ubica en Olascoaga y Montevideo.

La posta policial del barrio fue inaugurada el 27 de enero del año 2017, sobre la calle Comahue al 1.409, durante un acto que fue encabezado por el subsecretario de Seguridad de la provincia Gustavo Pereyra.

El funcionario dijo entonces que el edificio cumpliría una doble función: “generar sentido de pertenencia del personal policial que tendrá dónde estar” y crear “un lugar donde la gente se puede acercar por dudas”.

Pese a los anuncios, el espacio nunca funcionó. Ayer este medio intentó comunicarse reiteradas veces con Pereyra, pero no fue posible el contacto.

“Tiene todo, un baño y una cocinita, incluso un medidor de luz. Los patrulleros tendrían que parar acá pero no lo hacen”,

contó el presidente
de la comisión vecinal Roberto Pozo.