Horror en Paraguay: más de 250 muertos tras el incendio de un supermercado
Fue en Asunción, en un local repleto de clientes.
La tragedia se instaló ayer en uno de los supermercados más modernos de Asunción, Paraguay, y se cobró la vida de más de 250 personas que murieron carbonizadas o asfixiadas y dejó con graves heridas a otros 300 clientes. De todas formas, creen que el número final de muertos podría ser superior a los 300. El incendio, el más trágico en la historia de ese país, se desató a las 11,30 de la mañana y convirtió en pocos segundos a las afueras de la ciudad en una verdadera zona de desastre.
El siniestro se originó al producirse una explosión en el interior del supermercado «Ycuá Bolaños», aparentemente por una pérdida de gas en el subsuelo donde funciona un patio de comidas. Hasta ese momento y cuando la intensa humareda comenzaba a cubrir el edificio, centenares de personas comenzaron a buscar desesperadamente la salida pero encontraron las puertas cerradas, hasta que algunos lograron romper vidrios y comenzaron a salir. Los bomberos voluntarios y del Departamento de Policía evacuaron a los que quedaron atrapados en el edificio que quedó consumido en llamas mientras decenas de ambulancias de hospitales públicos y privados trasladaron a los heridos a hospitales cercanos. Hasta última hora, no habían sido reportadas víctimas de origen argentino. En medio del dolor, se supo que el edificio no tenía todas las medidas correctas de seguridad contra incendios, tal como aseguró un portavoz de los bomberos voluntarios, Enrique Onieva. La falta de salidas de emergencia así como de bocas de expendio de agua para los bomberos y el hecho de que las puertas fueron cerradas al producirse el incendio fueron determinantes para que falleciera tanta gente. Entre escenas dantescas, los cadáveres carbonizados eran sacados de entre los restos humeantes de las instalaciones, y luego depositados en una discoteca frente al 'shopping' siniestrado, en medio de una enorme movilización de todos los cuerpos de socorro y policiales.
La evacuación se realizaba con fuertes medidas de seguridad por temor de desplome del edificio, de unos 30 metros de altura, 100 de largo y 50 de ancho.
Algunos testigos denunciaron que los responsables del local comercial cerraron las puertas para que nadie saliera sin pagar, hecho que agravó la tragedia. Una testigo, Rosa Resquín, dijo a la prensa que los responsables del establecimiento cerraron las puertas y los guardias privados impidieron que los clientes ganaran la calle, hecho que precipitó la tragedia. «Recién cuando vinieron los policías y bomberos dejaron abrir las puertas, pero ya era tarde», afirmó.
Un fiscal del Crimen ordenó la captura del dueño del centro comercial, Juan Pío Paiva, quien se presentó ante una comisaría a darse por detenido. Paiva negó categóricamente que hubiera ordenado cerrar las puertas en declaraciones en rueda de prensa.
El supermercado «Ycuá Bolaños» está ubicado en un sector comercial a unos siete kilómetros del microcentro de Asunción, en donde habitan personas de medianos recursos económicos. Sin embargo, las características del supermercado, que en un edificio de gran porte ofrecía todo tipo de artículos además de un completo «patio de comidas», hacía que pobladores de diferentes barrios acudan a almorzar en familia los domingos. Debido a la magnitud del siniestro, el presidente Nicanor Duarte Frutos llegó al lugar para verificar personalmente el trabajo de los servicios de emergencia. «Este es un momento de mucho dolor; vine para alentar a las personas heridas y a los familiares de los fallecidos; ordené que todos los hospitales de las ciudades cercanas a Asunción abran sus puertas para atender a los heridos», dijo Duarte Frutos. El ministro de Salud Pública, Julio César Velázquez, con rostro de desesperación, dijo a los periodistas: «Nunca vi un desastre como este. Es increíble la cantidad de gente afectada por el desastre; veo niños, mujeres embarazadas, ancianos y jóvenes. Es horroroso». Pero, el relato más escalofriante lo brindó un sobreviviente: «Llovía fuego, salía de todos lados, la gente corría y algunos iban cayendo asfixiados», relató un hombre.
Decretan duelo oficial por tres días
El presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, decretó ayer el duelo oficial por tres días en el país por el incendio del supermercado, y recibió la solidaridad de sus pares de Brasil, Luis Inacio «Lula» da Silva y Argentina, Néstor Kirchner. El diplomático paraguayo, Manuel María Cáceres, informó sobre la comunicación mantenida entre Duarte Frutos y Kirchner y agregó que no hay lista de víctimas por nacionalidad, por lo que no podía informar si entre los afectados por la tragedia figuraba alguno de los 45.000 argentinos que viven en su país.
El duelo oficial por los muertos será sin suspensión de las actividades oficiales, anunció el primer mandatario paraguayo, quien apenas supo de la tragedia en el supermercado se dirigió al lugar, en las afueras de Asunción, y supervisó las tareas de rescate y ayuda.
«Cuando abrieron las puertas ya era tarde»
«Recién cuando vinieron los policías y bomberos dejaron abrir las puertas pero ya era tarde», dijo una de las sobrevivientes de la tragedia en Asunción. Su relato se sumó al de otros testigos que afirmaron que el alto número de muertos y heridos se debió a que la gente no pudo escapar porque, al comenzar el incendio, personal de seguridad del supermercado recibió la orden de cerrar las puertas para impedir saqueos en el marco de la confusión y la desesperación.
Esta información fue desmentida luego por uno de los propietarios del centro comercial, en tanto las autoridades judiciales comenzaron a tomar testimonios a sobrevivientes y adelantaron que las grabaciones del circuito cerrado de video serán fundamentales para el esclarecimiento de la tragedia.
El fiscal Adolfo Marín ordenó ayer la detención del empresario paraguayo Juan Pío Paiva, propietario del supermercado «Ycuá Bolaños». La fiscalía añadió que hasta ese momento contaba con dos sobrevivientes del incendio, quienes podrán aclarar dónde comenzó el fuego y si se cerraron o no las puertas.
El vocero del organismo también señaló que, con ese fin, se observarán las grabaciones del circuito cerrado de video, y luego se harán peritajes.
Nota asociada: La ayuda desde Argentina
Nota asociada: La ayuda desde Argentina
La tragedia se instaló ayer en uno de los supermercados más modernos de Asunción, Paraguay, y se cobró la vida de más de 250 personas que murieron carbonizadas o asfixiadas y dejó con graves heridas a otros 300 clientes. De todas formas, creen que el número final de muertos podría ser superior a los 300. El incendio, el más trágico en la historia de ese país, se desató a las 11,30 de la mañana y convirtió en pocos segundos a las afueras de la ciudad en una verdadera zona de desastre.
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