Hoy se conocería el pedido de pena en el juicio La Escuelita

Ayer fue el turno del alegato del fiscal José Nebbia contra los 15 jerarcas militares, de inteligencia y policías federales por los secuestros y desapariciones forzadas, ocurridas en junio de 1976 en Cinco Saltos, Cutral Co, Neuquén y Zapala.

El fiscal José Nebbia continuaba ayer por la tarde con el alegato contra 15 jerarcas militares, de inteligencia, policías federales y de Río Negro por los secuestros y desapariciones forzadas ocurridas en junio de 1976 en Cinco Saltos, Neuquén, Zapala y Cutral Co. Hoy se conocería el pedido de pena de la fiscalía.

“Junio es Neuquén en el centro clandestino La Escuelita” de Bahía Blanca, ejemplificó la fiscalía, mientras proyectaba un esquema de las cautivas en el centro clandestino bahiense en la pantalla gigante que se instaló en la sala del juicio.


Destacó que tras los secuestros, el lugar de torturas del V Cuerpo se preparó para recibir a las desaparecidas. “No fue al azar, fue planificado, como las violaciones: un plan altamente racionalizado donde el centro clandestino no sólo era el lugar de extracción de información, sino de quiebre de las personas”, sostuvo Nebbia.

La jornada comenzó pasadas las 9 con la presencia en la sala, por primera vez de los equipos de defensa. Con el avance de la vacunación y la merma de restricciones, se incrementó a 50 lugares la capacidad de la sala. Afuera del Tribunal, la red de medios alternativos transmitió los alegatos en directo.

Las sobrevivientes que estaban presentes en el lugar se mostraron impactadas por el abundante detalle de la documentación planteada en la primera parte del alegato de Nebbia. También con la conexión de los aportes de los testimonios en juicio con documentos secretos de los militares que fueron aportados en su momento por el segundo comandante del V Cuerpo y de Neuquén y jefe del operativo Independencia, Adel Vilas.

El fiscal detalló las características de la sistematicidad del plan criminal con datos concretos de los secuestros para contrarrestar “expresiones que bordean el negacionismo sobre el terrorismo de Estado”, sostuvo.


Por la tarde continuaba el alegato con una descripción puntual de cada uno de los 20 secuestros y las responsabilidades penales que iba a exigir para los 15 procesados de este tramo.

Nebbia aseguró que el Operativo Independencia liderado por Vilas en 1975, fue un ensayo de las torturas y desapariciones que luego llevó a cabo en Bahía Blanca y Neuquén. Dijo que el militar sostenía que desde esta región, por medio de la actividad universitaria y cultural, se preparaba a los grupos de izquierda (PRTERP) que se oponían a la dictadura en el resto del territorio nacional.

“Los 20 víctimas que fueron llevadas a Bahía Blanca tenían una conexión: eran miembros del PRT, o tenían vinculación afectiva con miembros del PRT, compartían espacios con militantes o los conocían en forma cercana, aunque no fueran de l partido”, sostuvo.


Indicó que ése fue el hilo conductor de los secuestros del grupo de teatro Génesis, de las estudiantes y profesoras universitarias desaparecidas , de los legisladores del Frejuli y militantes trasladados de noche hacia el centro clandestino bahiense.

En números

106
denuncias fueron ventiladas en los 7 juicios en Neuquén, 25 personas siguen desaparecidas, 9 en este juicio.
4
viajes nocturnos y clandestinos fueron realizados en el avión que pilotaba Juan José Capella, según el fiscal Nebbia

El pañuelo de una Madre en el juicio

Dora Seguel, sobreviviente del centro clandestino de Bahía Blanca, se calzó ayer el pañuelo de su madre, Flora Betancur, fallecida en un accidente de tránsito en 1982. “Este pañuelo se lo hice yo, se lo puso el día en que los familiares se plantaron en Casa de Gobierno, en Neuquén, para pedir por las desaparecidas”; dijo Dora.
Agregó: “Mi madre hubiera estado acá”. Explicó que Flora pedía por Arlene Seguel y el resto de los desaparecidos que no regresaban del cautiverio luego del “Operativo Cutral Co”. “El día que se la llevaron a Arlene de casa, le dijo que no deje de buscarla y mi mamá no paró hasta que falleció. Ella era dulce, campesina y sencilla, pero tomó esta postura y cuando se hizo la primera marcha en Neuquén de la que se conoce la foto en la plaza, estaba entregando el petitorio ante los militares”, dijo.


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