Huelgas en China: los salarios mínimos ya no alcanzan

Alertan por el fin del modelo llamado “fábrica del mundo”.

AP

PEKÍN.- Las huelgas, las crecientes quejas por sobreexplotación y el aumento del descontento entre los trabajadores emigrantes podrían estar anunciando el fin de los bajos salarios. En China las voces que demandan mejores sueldos son cada vez más fuertes, a la vez que la falta de mano de obra se hace cada vez más palpable. En las últimas semanas hubo huelgas en varias compañías en las provincias de Guangdong, Yunnan, Henan, Gansu, Shandong y Jiangsu. El ejemplo más sonado es el del fabricante japonés Honda. La totalidad de su producción en China se vio paralizada a raíz de una huelga de gran parte de sus 1.800 trabajadores en una planta en Foshan, en el sur de China. El fabricante surcoreano Hyundai ya tuvo que conceder la semana pasada en una planta de fabricación de componentes aumentos de sueldo del diez y el 15% en dos pasos, para poner fin a una huelga. A su vez, la serie de suicidios en la mayor compañía de electrónica del mundo Foxconn es sintomática del descontento y también de la desesperación de muchos trabajadores emigrantes mal pagados. Contando las horas extras, un empleado de fábrica en China llega a trabajar unas 60 horas semanales. Con ello gana entre 1.000 y 1.900 yuanes, entre 120 y 220 euros. Sin embargo, muchos tienen la sensación de que pese al duro trabajo, nunca podrán salir de la pobreza. En general, los trabajadores tienen la sensación de que las autoridades e incluso los sindicatos oficiales están del lado del empresario. En la planta de Honda hasta se produjeron altercados violentos, cuando representantes sindicales trataron de convencer a los trabajadores de que desistieran de continuar con su huelga. “Nuestra economía no puede continuar basándose en la presión a la baja de los sueldos, porque los trabajadores no lo van seguir tolerando”, dijo al “China Daily” Chang Kai, director del Instituto de Trabajo en la Universidad Popular en Pekín. Algunos expertos auguran ya el fin del modelo de la llamada “fábrica del mundo”. Además, los trabajadores chinos son los que menos se han beneficiado del milagro económico chino. Sus salarios distaron mucho de crecer al mismo ritmo que la economía china. La proporción de ingresos respecto al rendimiento económico cayó entre 1993 y 2007 en torno a entre un 50 y un 40%. Desde hace tres décadas la economía exportadora de China se beneficia de los bajos salarios, pero ahora la crisis económica mundial ha desplazado las prioridades. Si los frutos del trabajo fuesen repartidos de manera más equitativa, China incluso podría acercarse a su objetivo de reducir la dependencia de las exportaciones venidas a menos durante la crisis estimulando la demanda interna. (DPA)


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