Incendio devastador: se quemaron unas 10.000 hectáreas

Unas 10.000 hectáreas de campos de pastizales aledaños a esta capital serían las afectadas provocando un significativo daño ecológico y económico para sus propietarios.

La evaluación inicial fue brindada por el director de Defensa Civil, Adrián Iribarren, a DeViedma, tras efectuar un análisis preliminar a última hora en relación a las propiedades siniestradas en los alrededores, incluyendo San Javier y Monte Bagual.

El fuego puso en vilo a una importante franja de vecinos que residen a la vera de la ruta provincial N°1, entre Viedma y El Cóndor. En un principio impactó el humo a lo lejos y en el campo que ennegreció el cielo pero cuando las llamas llegaron a la ruta y la cruzaron la preocupación invadió a todos.

A la altura del kilómetro 15 las llamas afectaron un transformador de electricidad y la empresa Edersa, por razones de seguridad ante el fuego que se extendía, cortó el suministro en todo el tramo de la ruta provincial y la villa marítima.

Maquinarias y varias dotaciones de bomberos trabajaban anoche para sofocar las llamas en los campos aledaños a la ruta para evitar que volvieran sobre la línea de casas que bordean el río Negro y que se levantan a la derecha en dirección a El Cóndor.

A la altura de los kilómetros 14 y 17 el fuego formó un extenso frente muy cerca del alambrado divisorio con la ruta. Campo adentro también se observó otro foco importante.

En el sector de campo y a metros de la ruta se ubican un tinglado y una vivienda donde las máquinas priorizaron el trabajo para evitar que el fuego invadiera esa casa habitada y con animales.

Pasadas las 16 horas del miércoles, se dispuso el corte de la ruta entre los puestos camineros ubicados en el Parque Industrial cercano a Viedma y el ingreso al balneario El Cóndor.

El objetivo fue facilitar la circulación sólo de camiones hidrantes que trabajaban en la sofocación del fuego.

La situación se complicó a la tarde cuando las llamas cruzaron la ruta en dirección al río Negro a la altura del kilómetro 14, donde se levanta una importante cantidad de viviendas sobre predios extensos con pastizales de gran porte y secos. Pocos son los vecinos que se ocuparon de limpiar los ingresos a modo de contrafuegos, ante cualquier eventualidad, riesgo que finalmente llegó.

Algunas familias, sobre todo con criaturas, buscaron refugio en El Cóndor o en casas de familiares en Viedma. No obstante, la mayoría permaneció en sus viviendas tratando de protegerse de esta extrema situación y haciendo lo que podían para evitar riesgos.

Algunos manifestaron disconformidad por el corte de energía porque no les permitía el uso de bombas de agua con las que intentaban humedecer los pastizales cercanos ante una eventualidad de más avance del fuego, aunque desde la empresa se destacó que se siguió el protocolo de maniobras previsto para estos casos. Los vecinos se mantenían anoche en alerta no sólo por el temor de la cercanía del fuego sino por las pasturas crecidas con las lluvias y secas por la intensidad del calor, lo que significa campo fértil para las llamas.

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Consultado el jefe de Bomberos de Viedma, Daniel Martínez, señaló que el fuego que cruzó la ruta estaba “controlado” pero que se seguía trabajando para sofocar el resto. Por fortuna para los vecinos, al atardecer el viento rotó y dejó de soplar en dirección al río, regresando al interior del campo donde tuvo origen, aparentemente por la caída de un rayo durante la noche.

A última hora, las llamas se avivaron por las distintas direcciones que llevaba el viento y la línea principal de fuego se encontraba entre la barda Sur y a la altura del paraje Ya Verán, a la mitad de camino entre esta capital y la villa marítima.

Por momentos, los usuarios de ese lugar sufrieron cortes de luz, y recién se podrá constatar en estas horas de la mañana si tienen inconvenientes con el suministro de gas. La cuestión es que hubo problemas con el ducto a la altura del kilómetro 17 pero el corte se puede constatar recién pasadas ocho horas de la interrupción del flujo, según señalaron algunos expertos.

Con algunas escenas inquietantes que atravesaron los vecinos de la villa, los ánimos se fortalecieron y una cadena solidaria por redes sociales promovió una ayuda para los socorristas que estaban cerca del fuego tratando de extinguir algunos focos. Lo cierto fue que en el cuartel central de calle Zatti y Mitre se acopiaron cajones conteniendo agua mineral y también naranjas que, de acuerdo al reclamo, contribuyen aún más que el vital elemento en tareas de hidratación al lado de las llamas.