Jaite se convirtió en un gran motivador
DyN
En el inicio de su ciclo como capitán de la Copa Davis, Martín Jaite había mimado con elogios a Juan M. Del Potro. “Es nuestro as de espadas”, aseguró en la conferencia de prensa de asunción. Este perfil de motivador no parece casual. Se repitió ayer en el Parque Roca, siguió de cerca los movimientos de sus dirigidos y soltó palabras de apoyo. “¡Bien, Gringo, así!”, fue la arenga repetida de Jaite para David Nalbandian, quien en el primer turno peloteó con intensidad en la cancha auxiliar número uno junto a Eduardo Schwank. “Vamos, gordini”, siguió con David, a quien entrenó en 2007. A Schwank, el capitán le susurraba “insistí más gordo, exigilo”. Los mimos los reparte porque el pasado martes manifestó que “tengo cinco Riquelmes, todos son mis ases”.
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