Jardín: diseño de espacios públicos con plantas autóctonas

Esa es la propuesta de la arquitecta Liliana Barion, especialista en planificación y diseño del paisaje. Sostiene que la flora propia del lugar no solo reduce las necesidades de mantenimiento, sino que además favorece las interacciones con la fauna local.

Una planta autóctona es propia del ecosistema o área geográfica en el que nos encontramos. La utilización de árboles y arbustos autóctonos en tu jardín tendrá múltiples efectos positivos, como facilitar la integración paisajística del lugar y reducir las necesidades de mantenimiento: agua, abonos, plaguicidas; además de tener una amplia red de interacciones con la fauna local.


Si en cada pueblo o ciudad se decidiera rediseñar los espacios verdes con hierbas, arbustos, árboles -en el área patagónica de la meseta casi nulos- estaríamos devolviendo a la naturaleza, un espacio perdido.

Ese es el planteo de la arquitecta Liliana M. Barion, especialista en planificación y diseño del paisaje, Matricula CARN 323/2, de Regina.

Si bien las plantas nativas representan una parte fundamental del paisaje original de una comunidad, estos paisajes han sido literalmente barridos del mapa por el desarrollo urbano. “Nuestras plazas pueden parecerse a las de cualquier otro lugar. Por eso es necesario comprender la importancia que tiene poner en valor la flora nativa, desde el punto de vista natural y cultural”, afirma Barion.

“La utilización de plantas nativas en los espacios verdes, especialmente a escala urbana nos lleva a diseños más jerarquizados, y de mayor funcionalidad ecológica”, indica la experta y añade: “economiza su mantenimiento y manejo haciendo más efectivo su cultivo, y brinda al paisaje urbano, una belleza con un sello inconfundible: su propia identidad”.

El piquillín, con sus frutos, es un arbusto propio de la región.


El Alto Valle es un espacio totalmente antropizado. La meseta originaria solo la podemos ver hoy en el escalón superior de la barda. El canal de riego y su sistema de provisión de agua desde el río Neuquén trajo el desarrollo debido al significativo proyecto, de la sistematización del riego realizado por el Ing. Cipolletti.

Por eso, el paisaje originario de meseta se fusiona con el paisaje creado por el hombre: “el desarrollo de barreras cortavientos, las identitarias alamedas, con sus canales, los frutales y el aporte de especies exóticas representan hoy, la identidad vegetal del Alto Valle”, señala la arquitecta.

Para Liliana Barion es el momento de planificar el paisaje en forma responsable y sustentable, de crear conciencia, de cuidar los recursos naturales. “La aplicación de especies autóctonas en el diseño del espacio verde, generando reservorios de nuestra flora, sea un lugar grande o pequeño es nuestra responsabilidad, la combinación ornamental y funcional puede llegar a sorprendernos”, asegura.


Los aspectos técnicos



Contribuir a la protección del ambiente mediante la investigación científica y tecnológica de la flora nativa de bajo requerimiento hídrico para su identificación, adaptación propagación, y difusión es innovar en el paisajismo, con el objetivo de crear una armonía con el entorno.

El uso de plantas nativas o exóticas adaptadas a las condiciones climáticas de las diferentes localidades o regiones ya sea cordillera, meseta o costa apunta a un aprovechamiento más eficaz del agua, sin sacrificar belleza en los jardines.

“Con un equilibrado diseño se pueden lograr beneficios estéticos, económicos y ecológicos”, indica Barion.

La paleta vegetal que ofrece nuestra meseta abarca especies arbustivas, como el molle, jarilla, piquillín, alpataco, chañar.


En provincias como Mendoza ya existen viveros especializados, tanto en la producción y comercialización de cactus y suculentas, ejemplares para xeripaisajismo y gramíneas ornamentales.

Elementos cubre suelos y de contraste, june, zampa, olivillo, cineraria, barba de chivo, chañar brea, tomillo, neneo, pichana y de atractivas flores como la uña de gato, botón de oro, cardo, psilostrophe tagetina, senecios, chuguiragas, entre otras.

También existen otras especies ya adaptadas a la región como el tamarisco y el tamarindo, originario de África y Asia, que aporta al diseño de espacios, importantes cualidades estacionales y de variación de colores en su follaje y funcionalidades, como barrera cortavientos.


Obstáculo



El primer obstáculo es no contar en la región con el desarrollo de viveros, públicos o privados especializados en producir ejemplares, de bajo requerimiento de agua.

“Como todo obstáculo es una gran oportunidad para quien acepte el desafío de producción y comercialización”, reflexiona la profesional y asegura que a la hora de diseñar hay mucho por replantearse, en cuanto a espacios públicos especialmente.

Un ejemplo que aplica estos conceptos es el trabajo realizado sobre el arroyo Salado en Villa Regina, un Máster Plan – que significa remodelaciones urbanas, estudios hidrológicos, circulación, usos de suelos, legal y normativo.

Este master plan lo forman 8 programas. Uno es de saneamiento ambiental y justamente la arquitecta presentó su tesis basada en el proyecto de la “Recuperación paisajística ambiental del arroyo Salado” realizado hace 10 años.


Su proyecto abarca varios aspectos urbanos y entre uno de ellos, la utilización de plantas nativas, en el armado de sus bordes creando diversos espacios públicos, sobre este singular curso de agua que cruza la ciudad, hoy lamentablemente, con un altísimo nivel de contaminación.

El vegetal es uno de los elementos que brinda características distintivas a cada ambiente. “Todas las formas vegetales, árboles, arbustos, cubre suelos, entre otros, cohabitan en un ambiente determinado y están ya adaptadas a las variables climáticas, edafológicas que el ambiente natural les ofrece, por lo tanto, el mantenimiento de los espacios planificados y diseñados con estas especies será menor que el necesario en los jardines y parques tradicionales”, concluye la arquitecta de Regina, quien también hizo su presentación del proyecto final de tesis y su especialidad en Córdoba, relacionado al saneamiento ambiental, ante el Inta, municipio de Roca, Regina y ante el Congreso de paisajismo en Córdoba, Ministerio de Saneamiento Ambiental de la Nación pero la realidad nunca dio el proyecto con un funcionario que lo ejecute.


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