Homenaje a Fernando Báez Sosa en Dolores: “sin él la vida se terminó para nosotros”

Más de dos mil personas se sumaron a la oración interreligiosa convocada por la familia del joven asesinado. "Queremos que el castigo sea ejemplar", afirmaron Silvino y Graciela en referencia a la condena de los rugbiers.

A tres años del crimen de Fernando Báez Sosa, Silvino y Graciela fueron abrazados por una multitud de personas que se congregó en el anfiteatro de Dolores, sitio donde se programó el homenaje central al estudiante de Derecho asesinado en Villa Gesell. «Justicia, justicia», fue el gritó unánime entre los presentes.

Si bien la ceremonia estaba pautada para las 19, las numerosas personas que saludaron a los padres del joven obligaron a demorar casi media hora el inicio. Se calcula que unas 2.500 personas se hicieron presentes para acompañar a la familia.

Delante de una pantalla con el retrato de Fernando, los padres del joven encendieron una vela en memoria de su hijo. Será la vela principal de las muchas que se prenderán a lo largo del atardecer, ya que es una de las consignas de la convocatoria.

Tras ello, se plantó un jacarandá y seguidamente se entonó una canción.

En el cierre de la ceremonia, Silvino Báez Sosa afirmó: «Queremos que el castigo sea ejemplar. Necesitamos justicia y paz«.

En este sentido, le agradeció a todos los que están acompañándolos: «Gracias a todos por el apoyo. Le agradecemos a la prensa que siempre están con nosotros apoyándonos. También le queremos agradecer a los abogados que nos acompañan con todo el equipo«.

«Solo pido muchas gracias por toda la gente que nos acompaña«, agregó. 

Los padres fueron abrazados por los presentes.

Por su parte, Graciela expresó: «Fernando pudo ingresar con mucho sacrificio al CBC y me dijo que quería ir de vacaciones. Me dijo que esta era la última vez que se iba porque con sus compañeros iban a seguir otros rumbos. Nunca pensamos que no regresaría a nuestro lado. Era nuestro sol, nuestra vida. Hoy estamos vacíos, nadie quedó en casa. Estamos los dos solitos (con Silvino)».

«Sin él, la vida se terminó para nosotros. Vinimos a Dolores para buscar justicia, no venganza. Queremos que paguen por lo que le hicieron a mi hijo». 

Y detalló: «En el juicio vi cómo le pegaban a mi hijo y como madre vi cómo lo discriminaban por su color de piel. Era un chico bueno, sano, amaba la vida. No tenía enemigos, era un chico feliz que solo quería disfrutar. Sigo esperando que mi hijo regrese, a pesar de que nunca más regresará a nuestra vida». 

En el acto interreligioso participaron Imam Marwan Gill (Presidente de la Comunidad Musulmana Ahmadía Argentina), el Pastor Marcelo Lopez Pavón (Representante de Aciera en Dolores), Iya Eugenia Calvi (Ministra Religiosa Afro-Umbandista), Eric Escala (Arzobispo de la Iglesia Anglicana en Argentina), Rabino Saul Bonino (Judaísmo) y Monseñor Carlos Malfa (Obispo de la Iglesia Católica en Dolores).

La convocatoria fue declarada de «interés municipal» por las autoridades dolorenses. La seguridad del acto y de los gastos derivados corrieron por cuenta del gobierno local.

La última jornada del juicio


Este miércoles se realizó la decimotercera y última audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, que coincidió con el aniversario del asesinato ocurrido a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell.

Declararon los médicos Juan José Fenoglio y Jorge Rodolfo Velich, peritos por parte de la defensa, a cargo de Hugo Tomei. También rompieron el silencio los rugbiers Lucas Pertossi y Blas Cinalli.

El final de la jornada estuvo cargada de una particular emoción. Es la que las dos policías que escoltaban a Graciela Sosa a la salida de los Tribunales de Dolores rompieron en llanto cuando la acompañaban.

Ofrecieron una misa en el lugar donde mataron a Fernando


El obispo de Mar del Plata brindó una ceremonia religiosa para conmemorar el tercer aniversario del crimen frente al boliche «Le Brique», en Villa Gesell. Pidió Justicia y «erradicar todo tipo de violencia».

Ante cientos de personas y desde un altar montado en la avenida 3, monseñor Gabriel Mestre oró «por el eterno descanso de Fernando, para que el Señor lo tenga en su gloria y dé fortaleza y consuelo a todos sus familiares y amigos, especialmente a sus papás Graciela y Silvino».

Luego, destacó el pedido de justicia «ante un crimen tan dramático», que es «necesaria para sanar, al menos en parte, el daño provocado y honrar la memoria de quién ha sido brutalmente asesinado».

Monseñor Mestre pidió erradicar la violencia en la sociedad. Foto Télam

En tercer lugar, monseñor Mestre aseguró que los hombres y mujeres son «desafiados a romper con el espiral de violencia que se vive en muchos niveles de nuestra sociedad» y destacó: «¡Si a la paz, no a la violencia!».

«Que, en medio del dolor por el brutal asesinato de Fernando, buscando erradicar todo tipo de violencia, podamos decir cada día en nuestras familias y comunidades: «La justicia y la paz se abrazará», finalizó el religioso.

El discurso del obispo fue acompañado de cientos de personas que portaban carteles de con las consignas «Justicia es Perpetua» y «Son ocho asesinos», acompañados por el rostro de Fernando.


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