Está acusado de golpear a un hombre en un bar de Zapala y recuperó la libertad, pero con restricciones

El imputado por agredir a un hombre en Zapala recibió la morigeración de las medidas cautelares que pesaban sobre él. Deberá mantener distancia de testigos y de la víctima, quien aún enfrenta secuelas.

El caso judicial que investiga la brutal agresión a un hombre en un bar de Zapala sumó un nuevo capítulo. Esta vez, no solo por lo que ocurrió la madrugada del 7 de junio, cuando la víctima terminó en el hospital con lesiones gravísimas, sino por el giro que dio la medida cautelar sobre el acusado: en junio, la jueza Leticia Lorenzo le otorgó prisión domiciliaria con permiso laboral, tras conocerse su delicado cuadro de salud. El imputado padece una grave enfermedad desde 2016 y recibe tratamiento diario. Finalmente, este martes recuperó la libertad y quedó restringido de acercarse a la víctima y/o testigos citados durante el proceso.

La defensa, a cargo de Marcelo Hertzriken Velasco, revirtió la prisión preventiva inicial alegando que no había riesgo de fuga ni entorpecimiento y que el estado médico del acusado, sin antecedentes penales, ameritaba una morigeración. La fiscal Laura Pizzipaulo aceptó la propuesta.


El informe clave: su estado de salud y el rol familiar


El giro en la causa se sostuvo sobre un informe socioambiental que detalló el contexto familiar, médico y laboral del imputado. El informe social reveló que el acusado está bajo tratamiento desde hace nueve años.

Vive con su madre y su hija de 19 años, a quien sostiene económicamente para que pueda estudiar en Neuquén. Su trabajo en un taller de repuestos de la ciudad fue verificado como estable y registrado.

Según el informe, su condición requiere cuidados constantes, evita el contacto con enfermedades infecciosas y depende de su medicación diaria. Estar privado de libertad en un contexto carcelario podría agravar su estado. Además, no registra antecedentes penales, lo que también fue considerado por la magistrada al decidir el cambio en la medida cautelar.


El incidente en el bar: discusión, trompada y caída


Todo comenzó la madrugada del 7 de junio en un bar céntrico de Zapala. Según la versión fiscal, el acusado salía del baño tras un altercado con otros clientes y fue interceptado por la víctima, quien habría intentado calmar la situación. Fue en ese momento cuando recibió una trompada que lo dejó inconsciente. El golpe lo hizo caer al piso y golpearse la cabeza, lo que le provocó traumatismo de cráneo y hemorragia. Actualmente, la víctima continúa en tratamiento y con secuelas que afectan su capacidad de hablar.

Para la fiscalía, las lesiones sufridas son de carácter gravísimo, lo que inicialmente motivó el pedido de prisión preventiva. Sin embargo, las condiciones de salud del imputado y el avance de la investigación sin obstrucciones permitieron repensar la medida. La defensa planteó que hubo una reacción en estado de emoción violenta y que no hubo intención de causar un daño tan severo.


Argumentos de la defensa: emoción violenta y falta de intención


Hertzriken Velasco dialogó con Diario RÍO NEGRO y sostuvo que su defendido actuó en un contexto confuso, en medio de una pelea con otras personas dentro del baño, y que no fue consciente del daño que podía ocasionar. «Estaba siendo agredido, ambos estaban alcoholizados y el impacto fue resultado de una caída, no de una voluntad de causar una lesión gravísima», explicó.

El letrado también enfatizó que su cliente nunca había estado en conflicto con la ley, que se hace cargo del cuidado de su hija y que trabaja desde hace un año. Además, recordó que no hubo ningún intento de entorpecer la investigación y que desde el primer momento estuvo a disposición de la Justicia.

«La morigeración se pidió antes y se resolvió hace un mes y medio. Fue por su condición de salud y su situación de sostén de hogar de su hija conviviente. Además, para mantener su empleo ahí obtuvimos la domiciliaria. Hoy, 40 días después, obtuvimos su libertad plena con la única restricción de no contactarse con 10 testigos hasta el 11 de noviembre», concluyó el defensor.


Lo que viene: límites estrictos y análisis del hecho


El acusado deberá cumplir con la medida restrictiva con la víctima y con los testigos. De esta manera, podrá trabajar en su empleo habitual. Mientras tanto, continúa el proceso de recolección de pruebas para determinar si la agresión configura un delito doloso o si corresponde una calificación más leve por tratarse de una conducta sin intención directa de causar daño grave.

La víctima continúa con tratamientos médicos, aún se encuentra con secuelas, y bajo supervisión profesional.