Llega el final del juicio por jurados contra el imputado del homicidio de los hermanos Zani

Las audiencias comenzaron el lunes en el Centro de Convenciones de Villa La Angostura. Declararon las viudas de las víctimas, peritos y médicos, entre otros testigos. Este jueves serán los alegatos y se sabrá si el acusado es culpable o inocente.

Frente al jurado popular, Silvana Etchever regresó en el tiempo. Recordó aquella dramática madrugada que vivió la Navidad del 2021, en un campo ubicado en la zona del Pedregoso, a unos 35 kilómetros de Villa La Angostura. Se estremeció otra vez con las detonaciones del arma de fuego. Y volvió a correr, desesperada, y ensangrentada, por un cerro en busca de señal de celular para pedir auxilio porque su esposo, Julio Raúl Zani, había sido herido de muerte tras recibir un balazo.

El lunes, Etchever declaró ante los miembros del jurado popular que juzga a José González Aguilar, que está imputado del homicidio de los hermanos Julio Raúl y Alejandro Zani. También, declaró Margarita del Carmen Juan, viuda de Alejandro. Las dos mujeres revivieron el drama que sufrieron.

Fue la primera jornada del juicio por jurados que se desarrolla en el Centro de Convenciones de Villa La Angostura. El juicio lo dirige el juez Federico Sommer. “El primer día fue muy angustiante. Volver a recordar lo vivido fue muy triste para mí”, explicó Etchever a RÍO NEGRO.

Dijo que el martes fue peor. Fue la jornada donde declararon los peritos balísticos y forenses que examinaron el cuerpo de las víctimas. También, los médicos que los asistieron. Etchever dijo que la invitaron a retirarse de la sala porque los peritos mostrarían fotos de la autopsia, pero ella no quiso. “Fue una decisión mía quedarme”, aclaró.

Este miércoles, declararon los testigos aportados por los defensores particulares del imputado, que es asistido por los abogados Facundo Trova y Laura Plaza. La defensa intenta plantear que González Aguilar actuó en defensa propia. No es la teoría de los acusadores.

En la apertura del juicio, el fiscal jefe Fernando Fuentes, junto al fiscal que investigó el caso Adrián De Lillo anticiparon al jurado que demostrarán “que el acusado es el responsable de los dos homicidios”. La misma teoría expuso el abogado Cristian Hugo Pettorosso, que es el apoderado legal de las dos viudas y de Mónica Zani, hermana de las víctimas que son querellantes en la causa.

Etchever comentó la angustia que vive. “Son horas de incertidumbre de saber qué va a pasar mañana, qué va a resolver el jurado”, expresó.

Este jueves serán los alegatos de la fiscalía, la querella y la defensa. Después, los jurados populares deliberarán para dar su veredicto si el imputado es culpable o inocente del doble homicidio atribuido.


Una madrugada dramática


Etchever dijo que pudo contar ante el jurado lo que vivió esa madrugada del 25 de diciembre del 2021, cuando asesinaron a su esposo e hirieron de muerte a su cuñado, que murió dos días después en el hospital de San Martín de los Andes.

Los hermanos Zani y sus familias habían llegado la tarde del 24 al campo, invitados por un tío que cuidaba ese lugar. Allí, se encontraron con González Aguilar, que había llegado con su esposa y una hija. Todos vivían en Villa La Angostura y hasta se conocían de vista, pero era la primera vez que se juntaban.

Compartieron un asado, brindaron por la Navidad y después bailaron. Hasta ese momento todo era alegría. Pero uno de los hermanos Zani sacó a bailar a la esposa de González Aguilar, que enfureció. Hubo discusiones, amenazas hasta que el imputado intentó agredir con un cuchillo al esposo de Etchever. La mujer se interpuso para evitar que lo apuñalara, y sufrió un corte profundo en una mano.

El tío de los hermanos Zani le exigió a González Aguilar que se retirara. El hombre, enojado, se marchó con su esposa y su hija. Subió a su camioneta, pero cuando quiso salir quedó atascada en un arroyo.


El fatal desenlace


Según la teoría de los acusadores, Julio Raúl se acercó con un rastrillo hacia la camioneta. González Aguilar bajó de la camioneta con un arma de fuego calibre 45 y disparó contra el joven. Uno de los proyectiles dio en el pecho de la víctima y lo mató. Rubén Alejandro, que estaba a corta distancia, intentó acercarse para auxiliar a su hermano, pero recibió un tiro.

Etchever recordó que fueron varias detonaciones. Los peritos levantaron 4 vainas en el lugar. Rememoró que quiso acercarse para ayudar a su esposo, pero su cuñado le advirtió que González Aguilar la podría matar.

Resolvió poner a salvo a la hija de su marido, que dormía en el auto y se despertó, asustada, por los estruendos de los tiros. Puso a resguardo a la nena y salió a pedir ayuda.

“Salí corriendo a buscar ayuda pensando que mi marido estaba desmayado. Salí con la esperanza de que él iba a llegar al hospital, que se iba a salvar, que iba a vivir”, relató.

Subió como pudo por los senderos de un cerro. “Era una noche atípica porque no había ni luna”, señaló. Tampoco pasaban autos por la ruta nacional 40. El campo donde ocurrió la tragedia está ubicado a la altura del kilómetro 2083.

“Iba sangrando por la herida en mi mano, y no sé cómo, pero pude llamar a un teléfono de emergencias y pedir ayuda”, señaló. Estaba conmocionada. Todavía no sabe bien si la atendieron en el hospital de Bariloche o en una comisaría. Cuando regreso, su esposo ya estaba muerto. Su cuñado murió dos días después.

“Estoy viviendo algo que no debiera haber pasado”, manifestó la mujer. Reconoció que el acusado tiene derecho a defenderse. “Eso lo entiendo”, aseveró. Pero afirmó que el imputado “tomó una decisión fatal. No tenía necesidad de haber matado”.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios