Quién es el futuro juez civil de La Angostura que reemplazará a Videla
Ocupará el lugar que dejó vacante el anterior magistrado, quien se jubiló días después del femicidio de Guadalupe. Ganó el concurso del Consejo de la Magistratura.
Francisco Astoul Bonorino trabaja en la Oficina de Violencia de San Martín de los Andes. (Archivo)
Francisco Astoul Bonorino, actual funcionario de la Oficina de Violencia de San Martín de los Andes, ganó el concurso para juez Civil, Comercial, Laboral y Minería de Villa La Angostura. El puesto tiene una fuerte carga simbólica: su anterior titular renunció después del femicidio de Guadalupe Curual, y se lo acusa de no brindarle protección pese a las numerosas denuncias por violencia de género que presentó la joven contra su pareja, quien cometió el femicidio y se suicidó.
«Si uno quiere cambios se tiene que involucrar; por eso yo estoy adentro y quiero generar cambios. El primero, en la calidad humana en la atención de la gente. La gente no ve lo que resuelve la justicia, ve el trato de la justicia. La ve lejos. Por eso hay que acercarse, bajarse del pedestal», dijo Astoul Bonorino en la entrevista personal con las y los integrantes del Consejo de la Magistratura.
Esa entrevista, última etapa del concurso, fue decisiva y le permitió ganar por unas décimas.
El candidato obtuvo 3,36 puntos por antecedentes (fue el último de los 10 inscriptos), pero ganó la etapa técnica (14,50 y 16,50 puntos respectivamente en los exámenes escrito y oral) y fue claramente el preferido de las y los consejeros, que luego de la entrevista le asignaron 19,86 puntos (todos lo calificaron con el máximo, 20, salvo Isabel López Osornio que le asignó 19).
Así, Astoul Bonorino se impuso con 54,22 puntos, segundo quedó Alejandro Sydiahia con 54,15 y tercera Ana Soledad Rodríguez con 53,96. Luego se ubicaron Javier Carbonari con 50,37 y Cintia Cardozo Celada con 46,13.
Su pliego pasará a la Legislatura a la espera del respectivo acuerdo antes de poder asumir.
Mejorar desde adentro
El futuro juez tiene 39 años, está casado y tiene una hija. En la entrevista personal dijo que «siempre quise mejorar las cosas en el Poder Judicial desde adentro. Generar grupos de trabajo, pensando en las personas vulnerables». Relató que en Buenos Aires se desempeñó en defensorías e hizo trabajos en barrios 1-11-14, Villa Soldati, Ciudad Oculta, entre otros.
Cuando le pidieron un comentario sobre las razones de la mala imagen del Poder Judicial en la sociedad, lo atribuyó a dos razones: «una, desconocimiento sobre cómo funciona, porque la ciudadanía no se involucra. Lo otro es que el Poder Judicial se encargó de demostrar cierta animosidad con el que carece de recursos».
«La justicia necesita un cambio de paradigma. El acceso a la justicia no es llegar a juicio, sino que la gente pueda acceder, de la mejor manera, y justa. Después están los bemoles de cada juicio», opinó.
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