Kleppe: se preservará el casco histórico de Belisle

La frutícola respondió a denuncias

La frutícola Kleppe se comprometió a conservar el casco histórico en la localidad de Coronel Belisle, pero aclaró que nunca existió el llamado «Fortín Belisle». Lo hizo tras consultar a investigadores de la historia regional. «Lo que se quiere denominar como tal no es otra cosa que el casco particular del establecimiento de campo que perteneció al coronel Pablo Belisle».

Se trata de una casa que siempre fue propiedad privada, hace notar Kleppe. «Todo esto está comprobado con absoluta certeza. Reconocemos el valor histórico del casco y nos proponemos conservarlo, siempre y cuando se termine la amenaza jurídica de expropiarlo. Nosotros nos comprometemos a permitir el acceso al casco a grupos culturalmente interesados, de manera ordenada y autorizada», dijo a este diario Agustín Argibay, director de la firma.

Esta fue la respuesta a denuncias de que la empresa subordina a sus intereses cuestiones urbanas que hacen a la historia de Coronel Belisle, y al reclamo de que se restituya el casco a la comunidad.

Argibay afirmó que la empresa «con más de 70 años de seria trayectoria en la actividad frutícola y más de 30 años de presencia en el Valle Medio, está lejos de hacer de su gravitación en la región un impedimento en la relación social y económica que mantiene con una población que forma parte de un vínculo sustancial para su actividad».

Señaló además que la firma está decidida, «como siempre, a colaborar activamente en todo sentido con la comunidad de Coronel Belisle y ahora, en particular, en la solución constructiva de los problemas planteados».

Al referirse a versiones acerca de una solicitud de la expropiación de un supuesto «camino rural» o incluso «perteneciente al ejido urbano», que Kleppe habría bloqueado, Argibay aclaró: «Se trata de un camino cuyo trazado está totalmente dentro de nuestro establecimiento. En Belisle hay una zona urbana, una de chacras y una de campos. La calle pública termina en el puente público que es el acceso a la zona de campos y donde comienza Kleppe».

Desmintió también que Kleppe haya negado el acceso a un supuesto «balneario Municipal». «No existe ni nunca ha existido tal balneario municipal», sostuvo. «No obstante, estaríamos dispuestos a buscar alguna solución razonable para que la gente del pueblo pueda acceder al río».

El año anterior la empresa tuvo que correr la tranquera del campo a su lugar actual porque en ese momento llevó a esa zona el vivero de plantas y porque está desarrollando en esa parte del campo una plantación aproximada a las 160 hectáreas. «De otro modo esa plantación y el vivero quedarían fuera de nuestro control», comentó Argibay a este medio. Sostuvo además que «ya por las familias que viven en la explotación, ya por sucesivos robos», la firma debe brindar seguridad a su propiedad, lo que implica «la necesidad de prohibir la caza y el ingreso de personas desconocidas al área».

«Nuestra vocación es producir y no buscar conflictos», acotó Argibay. «Y esto lo estamos demostrando con hechos: Tenemos en esa zona 1.500 hectáreas sistematizadas de las cuales 850 están plantadas con frutales, todo lo cual emplea a lo largo del año 270 personas domiciliadas en Coronel Belisle, las que sumadas a su grupo familiar significan casi la mitad de la población local. También empleamos a 100 personas provenientes de Chimpay y Darwin, ocupando en temporada 650 personas, a las cuales se les paga en el marco de la legislación vigente».


La frutícola Kleppe se comprometió a conservar el casco histórico en la localidad de Coronel Belisle, pero aclaró que nunca existió el llamado "Fortín Belisle". Lo hizo tras consultar a investigadores de la historia regional. "Lo que se quiere denominar como tal no es otra cosa que el casco particular del establecimiento de campo que perteneció al coronel Pablo Belisle".

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