La clase especial de un maestro

El reconocido pianista Aldo Antognazzi dictará entre hoy y el miércoles un seminario de interpretación musical en el Instituto Universitario Patagónico de las Artes de Roca.

Aldo Antognazzi empezó con el piano a los l0 años y a partir de entonces ha sido solista, estuvo con todas las orquestas del país y Latinoamérica, se paseó por Europa y Estados Unidos, tuvo su ensemble, actuó con otros artistas, hizo varias grabaciones y es un docente a tiempo completo de las nuevas generaciones en el tema. Ahora vuelve a Roca para dictar un Seminario de Interpretación Musical entre hoy y el miércoles en el Instituto Universitario Patagónico de las Artes. Como cierre del seminario se realizará un concierto a dos pianos a cargo del maestro Antognazzi y el profesor Ricardo Zanón. El retorno lo maravilla, porque ha actuado bastante en la ciudad como para percatarse «del impulso que ha tenido para generar hechos culturales trascendentes», dice.

-¿Cómo es esto de vivir siendo un músico?

– En mi caso puedo agradecerlo, porque siempre he podido vivir de mi vocación. Pero no he vivido solamente en Argentina, sino también en Alemania y cuando joven hice mi formación en Italia. En comparación las crisis en nuestro país han sido siempre cíclicas y uno se va acostumbrando. Es difícil para un artista nacido aquí, un país básicamente alejado de las fuentes de lo que fue el arte de la civilización occidental. Sin embargo es increíble la cantidad de gente de gran talento que surge. Uno piensa en Argerich, Baremboin o Gelber, pero también Nelson Freire en Brasil o Rosita Renard en Chile.

-¿Hay buenos maestros en la Argentina?

– Creo que los hay, porque justamente en distintas épocas y por diversos motivos Europa exportó gente de mucho valor como Scaramuzza, Epstein o Gretzer, que vinieron con una excelente formación europea y sentaron sus bases. Sin hablar de lo que fue el siglo XIX donde con una todavía escasa población había una elite que se mantenía en contacto con lo más actual de los centros europeos. Por ejemplo yo tengo una grabación con música de Juan Pedro Esnaola, reformador del Himno Nacional, pero poco conocido en su notable producción pianística, un compositor romántico que está a la altura, en las microformas, de lo que escribía un Schubert en Europa.

-¿Usted que es un maestro actual en la materia, qué opina del curso que dictará en el Valle?

– A Roca vine en varias oportunidades a tocar, recuerdo que hice el ciclo de las 32 sonatas de Beethoven con Szymsia Bajour, y estuve también en la Casa de la Cultura viajando una vez por mes para hacer la supervisión de la cátedra de piano. Después ya no tuve tiempo de volver. En general siempre me he resistido a los cursos tipo Master Class, me atrajo mucho más la enseñanza individual. Pero me interesó esta propuesta, en Roca hay un ex alumno mío, Ricardo Zanón, un muy buen instrumentista que por lo que veo hizo una excelente labor en todos sus años de docente. Se ha trabajado muy bien.

-¿El curso tiene determinado acento?

-Es un curso intensivo de tres días y pienso encararlo tipo master class porque se hace en una sala de conciertos, clases en el escenario y también oyentes que participan. Voy con la mente abierta, me preocupa siempre no perturbar la evolución natural de cada uno. Mi intención es apoyar lo que se está haciendo. En cuanto a las cualidades, el intérprete instrumental también tiene que tener un aparato psico-físico adecuado. Yo pienso que además tiene que ser una persona inteligente y no solamente tener facilidad para destrezas corporales. Tiene que aprender además a interpretar, que no es poner los ojos en blanco y hacer una catarsis de su interior, sino aprender a interpretar un código que es la escritura de la partitura.

Julio Pagani

La actividad incesante

Abrumado de horarios por las clases individuales y el Conservatorio, Aldo Antognazzi también se ha dado lugar para su dúo con Bajour, la formación de su Ensemble y sus actuaciones aquí y en el exterior.

Muchos de sus discípulos, como Emilio Peroni de Cipolletti, ya están en Europa.

Es un músico retraído, que sin embargo tiene más de l5 CD editados y prepara nada menos que otros 35 con la obra completa del romanticismo».

Diez años le ha llevado esta grabación, pero el tiempo está marcado por las partituras y sus exigencias. La vocación Antognazzi la comparte con muchos miembros de su familia y tiene grandes recuerdos de sus estadías en Roca.

Recuerda especialmente «a «Tilo» Rajneri que me tentó a vivir en Roca y hacer allí parte de mi actividad». Fue hace años, pero le sigue atrayendo la idea.


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