“La cocaína me capturó”

En una mesa de madera, a la sombra de los arboles de la Isla 16 de Allen, los chicos cuentan sus experiencias. Explican por qué cayeron en las drogas, cómo llegaron a la comunidad terapéutica y qué pretenden del mañana. Mientras se va completando la ronda de mates se escuchan frases como “le pedía a Dios levantarme y desayunar con alcohol” o “perdí todo por la cocaína”. Fernando es un joven de Allen que decidió internarse en la Isla 16 para darle un giro a su vida. “La cocaína me capturó; quise dejar por cuenta propia y no pude. Por eso recurrí a “Viaje de Vuelta”, que inmediatamente me abrió las puertas. Es difícil salir de la droga, acá estamos trabajando para hacer este predio porque afuera hay otros que están muriéndose… La droga te va matando de a poco y es mejor enfrentar el problema a tiempo. Toda ayuda que recibamos, una bolsa de cemento o dos o tres hierros, es bienvenida”, dice Fernando, que está convencido de que quiere ganarle la batalla a la adicción para ser el padre que su hijo merece, para recuperar su profesión de tornero y volver a practicar el ciclismo de ruta como lo hacía hace algunos años atrás. (AA)


En una mesa de madera, a la sombra de los arboles de la Isla 16 de Allen, los chicos cuentan sus experiencias. Explican por qué cayeron en las drogas, cómo llegaron a la comunidad terapéutica y qué pretenden del mañana. Mientras se va completando la ronda de mates se escuchan frases como “le pedía a Dios levantarme y desayunar con alcohol” o “perdí todo por la cocaína”. Fernando es un joven de Allen que decidió internarse en la Isla 16 para darle un giro a su vida. “La cocaína me capturó; quise dejar por cuenta propia y no pude. Por eso recurrí a “Viaje de Vuelta”, que inmediatamente me abrió las puertas. Es difícil salir de la droga, acá estamos trabajando para hacer este predio porque afuera hay otros que están muriéndose... La droga te va matando de a poco y es mejor enfrentar el problema a tiempo. Toda ayuda que recibamos, una bolsa de cemento o dos o tres hierros, es bienvenida”, dice Fernando, que está convencido de que quiere ganarle la batalla a la adicción para ser el padre que su hijo merece, para recuperar su profesión de tornero y volver a practicar el ciclismo de ruta como lo hacía hace algunos años atrás. (AA)

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora