La fiscalía pidió el desafuero del juez Piedrabuena para llevarlo a juicio

El escándalo en el hipermercado, que protagonizó el magistrado, se produjo el 12 de diciembre del 2020. También podría ser sometido a un Jurado de Enjuiciamiento.

A fines del 2020, cuando se realizó la primera audiencia por el escándalo en el hipermercado, el juez Diego Piedrabuena planteó que antes de formularle una acusación debían quitarle los fueros que supuestamente lo protegen como magistrado.

La fiscalía, en cambio, argumentó que el pedido de desafuero se produciría en otra etapa, más cercana al juicio oral. El tiempo pasó y ese momento llegó.

La fiscal Silvia Moreira pidió ayer el desafuero de Piedrabuena «a fin de que pueda imprimirse impulso al presente proceso y celebrarse el juicio».

La acusación es por «atentado a la autoridad agravado por ser funcionario público, en carácter de autor». La presentación fue realizada al cumplirse el plazo de dos meses de investigación que le otorgó, el 5 de enero pasado, la jueza de Garantías Patricia Lupica Cristo.


De 30 a 45 días


El expediente pasará ahora a la querella, que representa a los policías que detuvieron a Piedrabuena, y finalmente al juez, quien ejerce su propia defensa junto con el abogado Francisco Onetto.

Pasarán como mínimo de 30 a 45 días, estimaron fuentes judiciales, hasta que se fije la audiencia de control de acusación.

En paralelo, Piedrabuena enfrenta un pedido de Jurado de Enjuiciamiento por cuatro causales de presunto mal desempeño. El escándalo del hipermercado, donde discutió con un cajero y con policías, es una de ellas.

La necesidad o no del desafuero es un punto controvertido y será motivo de debate en futuras audiencias. En el Poder Judicial ya se discute internamente si la causa puede avanzar de todos modos hasta la etapa de juicio oral.

Entre otros argumentos, la fiscal Moreira citó el artículo 229 de la Constitución de la Provincia, el artículo 1 de la ley del Jurado de Enjuiciamiento y el 102 del Código Procesal Penal, todos referidos a mecanismos de remoción y a la protección de la que gozan los magistrados.


Nuevo testigo


Respecto de las pruebas en contra de Piedrabuena y de su esposa Liliana Geldres, también imputada, la fiscal mencionó los videos del hipermercado La Anónima, sin audio, y los testigos que vieron el incidente ese día 12 de diciembre.

En ese sentido, apareció un nuevo testigo que se observaba en los videos pero hasta ahora no había sido individualizado. Se trata del gerente de una concesionaria de automóviles con pocos meses de residencia en Neuquén quien presenció y escuchó todos los insultos de Piedrabuena, a quien no conocía, hacia el cajero y hacia la policía.

Pero destacó que antes ya había observado que maltrataba a su esposa.

«El señor tenía manifestaciones claramente autoritarias (…) pero hacia su mujer, nada más», declaró. Cuando el cajero le advirtió que era una persona por caja, por razones de distanciamiento social, Piedrabuena le contestó: «“sos muy pelotudo”.


«Hablale a mi mano, imbécil»


“Al lado mío había un guardia de seguridad, un policía uniformado, el cual respetuosamente le decía ‘señor por favor no insulte, colóquese a un costado , es un tema de protocolo, no pueden estar dos en la caja’. Y este señor, claramente, le ponía la mano  en la cara y le decía ‘hablale a mi mano, imbécil’”.

El testigo agregó que «esa era la frase de cabecera: ‘imbécil hablale a mi mano. A mí no me hables. Hablale a mi mano’. En un par de veces sí le dijo ‘vos no sabés con quién te metés’”.

Así comenzó el incidente que terminó con la detención del juez.


El descargo del juez


“Se les da certeza a los dichos de testigos interesados, aportados a la fiscalía por la propia policía que es denunciada por mi parte, sin examinar mis declaraciones a la luz de las pruebas objetivas”, afirmó el juez Piedrabuena en un extenso descargo que presentó ante el Jurado de Enjuiciamiento.

El magistrado dijo también, respecto del escándalo en el híper, que “se afirma como verdades irrebatibles determinados hechos por la simple razón de que han sido afirmado por testigos interesados que están vinculados entre sí o tienen algún tipo de interés en el resultado de la causa”.


Cuestión de avales


Piedrabuena también está acusado de enviarle, por equivocación, un mensaje de texto insultante a la jueza Carolina García.

Negó la imputación, y dijo que su buena relación con la colega se terminó “cuando se postuló para la Cámara Criminal Federal y me negué a darle el aval a ella, habiéndoselo dado previamente al Dr. Alejandro Cabral”.

“(García) refería que ella debería ser elegida para el cargo por ser mujer y joven, en una clara referencia al Dr. Cabral, quien ella sostenía que era una persona mayor que se iba a jubilar a la justicia federal (obviamente, usando términos más peyorativos)”, escribió Piedrabuena en su descargo.


El séptimo jurado


El Jurado de Enjuiciamiento contra Piedrabuena no logró reunirse todavía porque le falta un o una integrante.

Los cuatro conjueces que fueron sorteados, sucesivamente se excusaron o fueron recusados por el juez.

La primera en excusarse fue María Alejandra Cerda, abogada particular. En su reemplazo asumió el fiscal jefe Fernando Rubio, quien fue inmediatamente recusado.

La siguiente en la lista, Claudia Marconi, se excusó, y la última convocada fue Alejandra Bozzano.

En caso de que Bozzano quede firme en el cargo, el Jurado de siete miembros volverá al comienzo: deberá analizar si acepta o no la excusación de Cerda. Recién después se dedicará a estudiar las acusaciones.


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