La música abrazó el alma con el «Magnificat»
El director y compositor Andrés Jan estrenó su obra en la XXXV Navidad Coral.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La XXXV Navidad Coral fue el marco elegido por el director Andrés Jan para presentar su «Magnificat», una obra tradicional de las fiestas, que se canta en vísperas de la Noche Buena, en iglesias y templos católicos.
La creación de Jan, la más extensa y completa dentro de su trayectoria, en la cual dirige hace 16 años el coro y 8 a la orquesta, permitió reflejar el sentimiento y gusto de Jan por la música. «Esta noche, la música me abrazó el alma», reconoció una de los integrantes del coro al término de la función, resumiendo el sentimiento de muchos presentes.
La tradicional Navidad Coral se presentó en la iglesia Catedral y estuvo a cargo del Coro de Niños y Jóvenes Cantores de Bariloche y la Camerata Nativitalis, el sábado y ayer por la noche. El evento más tradicional de la música clásica local contó con buen marco de público, no obstante en ninguna de sus presentaciones tuvo una sala completa.
Pasadas las 22 los Niños Cantores realizaron la entrada con velas mientras que la orquesta y el coro ejecutaron ocho villancicos desde el fondo del escenario. A continuación, ya con el coro frente al público, comenzó la primera parte del concierto, donde los dirigidos por Jan cantaron obras de Francois Auguste Gevaert, Juan Carlos Delli Quadri, Rubén Colón Tarrats y Iacobus Gallus. Las dos últimas, «Laus et perennis gloria» y «Impetum inimicorum», fueron interpretadas a doble y triple coro.
La segunda parte comenzó con obras a capella de Bach («Ein Kind geborn»), Paulenc («Omagnum Mysterium»), Liszt («Christus is geboren») y Stefanini («In nativitate Domini»).
A su término subió al escenario la orquesta Nativitalis, formada a partir de 1995 para acompañar al coro, la que lo acompañó en las 11 partes en que fue dividida la creación de Jan. Este grupo, integrado antiguamente por mayoría de músicos provenientes de Chile, tiene hoy su elenco estable con artistas residentes de esta ciudad. Forman parte del mismo el concertino Luis Salva, Norma Cordi (en órgano) y Robín Wesley (oboe). Como músicos invitados participaron Rodolfo Fernández y Pablo Mansilla (violoncelos) y Rodolfo Lehnebach (violín) de Chile y Gemma Scalia, de General Roca, y Hilda Mestre, de Neuquén, ambas con violín.
Ayer, en diálogo con este diario, Andrés Jan reconoció estar «satisfecho» con la recepción que logró su obra. Aseguró que todo compositor «opina y se expresa por la música, la cual es puesta a consideración de los oyentes». Su «Magnificat» fue compuesto a principios de este año y preparado a lo largo de varios meses para ser presentado en la Navidad Coral. El director recordó el ámbito «totalmente amateur» en el cual trabajan tanto el coro como la orquesta, lo cual en alguna medida dificulta los ensayos.
En el programa de la presente edición los organizadores dedicaron la presente Navidad Coral a la memoria de Noëlle Recard Etchenique, Antonio Díaz y Daniela González, tres integrantes del coro que fallecieron en sucesivas desgracias durante los últimos 4 meses. Asimismo, entregaron una distinción a Bernardo Glass y Ginny Jones, dos barilochenses que han cantado en todos los conciertos de Navidad Coral. Ambos integran el coro desde su creación.
Treinta y cinco años junto al canto
Bernardo Glas (59 años) y Ginny Jones (45) mantienen intacta la vocación y el amor por el canto. Hace 35 años que integran el Coro de Niños y Jóvenes Cantores de Bariloche, institución en la cual además trabajan desde la faz organizativa. Son referentes para los restantes integrantes, cuya amplia mayoría permanece en el coro solamente de 4 a 6 años.
«Para mí cada Navidad Coral es un desafío nuevo», señaló Glas. El más veterano de los jóvenes cantores señaló que para el coro la Navidad Coral comenzó a tener mayor trascendencia y también responsabilidad, a partir del momento en que sus integrantes cargaron con la responsabilidad de organizarla. «Al principio, sólo cantábamos, hoy somos parte de su organización», señaló.
Recuerda navidades «espléndidas para el público, ya que cantábamos nada menos que con la Camerata Bariloche», ediciones en las cuales «en alguna manera cantar era más sencillo, pues lo hacíamos al lado de una orquesta profesional», recordó. Después la falta de presupuesto impidió la asistencia de orquestas profesionales. Glas recuerda un año en el cual a último momento se canceló la presencia de la Camerata (por falta de pasajes) y en menos de 20 días se tuvo que reformular el programa y cantaron todo a capella. «Cada uno puso lo mejor de sí y pudimos salir adelante», dijo.
«Para mí cantar es un verdadero cable a tierra, uno se olvida de todas las exigencias y responsabilidades cotidianas y logra disfrutar de un momento de paz interior», dijo. Reconoce ser «el más viejo de los jóvenes» que integran el grupo y no oculta que saca fuerzas para estar a la altura de los restantes integrantes del coro.
Glas es el tesorero de la entidad y confirmó que la falta de recursos es el principal obstáculo que hace años tiene el coro. (AB)
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