La Peña: Los Copla, símbolos de una elección de vida en el folclore
No hay dudas. Este es un caso muy claro de una elección de vida. A pesar de la formación, de las oportunidades que sus profesiones les daban, eligieron el folclore.
Y siempre elegir el camino de la música fue aventurarse al éxito o al fracaso, en esa delgada línea que divide a unos de otros, porque entre los que quedan de un lado y los que quedan del otro no existen tantas diferencias reales.
Pero les fue bien, muy bien, tanto que pueden contar los años de éxitos con el folclore y sentirse orgullosos de los 35 que llevan sobre los escenarios. Ellos son el Dúo Coplanacu, con identidad santiagueña, con sello de chacarera, pero con voces y corazón abiertos a don Atahualpa Yupanqui, de quien eligieron muchos de los temas que hacen.
Roberto Cantos y Julio Paz hacen buen folclore, y lo digo desde la elección de los mejores autores, porque los temas de don Atahualpa que parecían aburridos ellos los convirtieron en clásicos de lujo. Son creadores desde la elección del tema, la música y hasta el modo de cantar. No cantan lo que está de moda sino lo que ellos eligen instalar entre sus seguidores.
Pero estos 35 años de trayectoria no fueron otra cosa que aprendizaje y experiencia para lograr ese ida y vuelta con el público, que es siempre necesario para el éxito.
Coplanacu no es de los más taquilleros, pero sí es de los grupos necesarios en el folclore, porque se distinguen por su calidad, por el trabajo y por las voces que lograron poner en este tiempo, creaciones de hace varias décadas. Coplanacu es de los preferidos del público del folclore, ese que sabe que esa tradición bien arraigada no debe pasar a un segundo plano.
Desde 1985 el Dúo Coplanacu registró 11 discos, recorrió el país y con su peña durante 13 años en el Festival de Cosquín abrió camino a muchos exponentes del rubro.
Si esta fuera una época de gloria del folclore nacional, seguramente Coplanacu sería uno de los elegidos porque su aporte en estas tres décadas fue grande.
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