La primera toma de agua de Neuquén

Alimentó las locomotoras a vapor a principios del siglo XX y hoy riega el Parque Central, con la cañería cambiada por completo. <br />El ingeniero Luis Mingolo cuenta la historia

El río Limay alimentó las locomotoras a vapor que recorrieron la capital a principio del siglo XX. La toma de agua aún subsiste, la cañería se cambió por completo y ahora se utiliza para el riego del Parque Central. El ingeniero Luis Mingolo conoce bien la historia: “El ferrocarril tomaba el agua como venía. Era para las máquinas y para todos los baños del ferrocarril. Las llevaba hasta los tanques que están sobre las vías, dónde está la estación. Son unos tanques cuadrados de chapa y de ahí abastecía todo el servicio”.

El 12 de julio de 1902 arribó el primer tren a la Estación Neuquén. Así quedó inaugurado el tramo Bahía Blanca- Neuquén del Ferrocarril del Sud lo que permitió unir la región a los puertos. La empresa inglesa que construyó el ramal para poder llegar a la Confluencia debió erigir un puente sobre el río Neuquén, que separa ambas provincias.

La estación incluía la vivienda para el jefe, el galpón de máquinas y el tanque de agua el Monier. En 1913 se ampliaron las instalaciones de la colonia ferroviaria. La nacionalización del servicio fue en 1948. Hasta octubre de 1965 el ferrocarril fue prácticamente el único medio de transporte de personas y de cargas. En la década del 90 se privatizó el servicio lo que significó su ocaso.

La toma a través de la cual se le suministraba agua a la colonia ferroviaria está en la calle México, detrás de la bomba que pertenecía a Obras Sanitarias, donde termina la calle Bahía Blanca.

Mingolo contó que después de la privatización del servicio de trenes ese lote pasó a manos de la municipalidad. Aseguró que toda la cañería “se anuló porque era de hierro fundido, era una cañería muy vieja. Entonces se hizo todo nuevo desde Bahía Blanca, en la época de Farizano (exintendente de la capital), se hizo una cañería de impulsión con bombas nuevas que ahora se van a cambiar porque se les da más potencia, y paralelo a las vías se hizo todo el riego del Parque Central por eso el Parque Central está tan lindo.”

Añadió que hay una segunda etapa de este proyecto que se desarrolló en la última gestión de Quiroga. “Pedí bombas nuevas para que llegue (el agua) por Primeros Pobladores hasta el puente”, dijo. “Me acuerdo porque estaba en Obras Sanitarias, porque de ahí se abastecía de agua a la ciudad, y al lado lo tenía al tipo del ferrocarril que lo conocía, y las guardias que tenía allí tomaba mate con él al lado. Los fines de semana vos ibas y ahí estábamos junto con los perros tomando mate”, recordó. El ingeniero sostuvo que una vez que llegaron las máquinas más modernas a la estación “el agua se usaba para los baños, limpieza, para regar.”

El caño que reemplazó

al carro del aguatero

Datos

Los documentos del Archivo Histórico Municipal dan cuenta de que en el bulevar de avenida Argentina, frente al hotel del Comahue, a inicios de 1900 cuando la principal calle de la ciudad era de tierra y el edificio más alto era Casa de Gobierno, se instaló la primera toma de agua de la ciudad.
Allí los vecinos podían recolectar agua de las napas sin necesidad de esperar que el carro aguatero pasara por sus casas. En 1955, Agua y Energía de la Nación solicitó al comisionado municipal les autorice a construir un monolito recordatorio de la inauguración del servicio de agua corriente de la ciudad. Nunca se colocó.
El tanque que almacenaba el agua que traía la bomba continúa detrás del Museo Nacional de Bellas Artes.

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