La sangrienta cadena de atentados en Egipto mató a casi 90 personas

EGIPTO.- Al menos 88 personas, nueve de ellas extranjeras, murieron y más de un centenar resultaron heridas en la madrugada local de ayer en una serie de sangrientos atentados reivindicados por un grupo vinculado a Al Qaeda, en la localidad turística egipcia de Charm el Cheij, en el mar Rojo.

Estos atentados, reivindicados por el grupo «Al Qaeda en el país de Levante y en Egipto», y condenados inmediatamente por la comunidad internacional, son los más mortíferos jamás cometidos contra zonas turísticas en Egipto, superando los de 1997 en Luxor (Alto Egipto), que dejaron 62 muertos.

Los atentados se producen a pocos más de dos semanas de que Londres fuera sacudida por suicidas que atacaron tres vagones de subtes y un colectivo, el 7 de julio pasado. Estos atentados fueron reivindicados por un grupo vinculado con Al Qaeda y atribuidos al apoyo de Gran Bretaña a Estados Unidos en la guerra de Irak.

El jueves pasado, otro cadena de atentados menores y similares en lo operativo a los del 7-J volvieron a sembrar el terror en la capital inglesa, pero con sólo un herido.

En Egipto, al menos tres atentados casi simultáneos se produjeron hacia la una de la madrugada local (22H00 GMT) en Charm el Cheij.

El último balance -todavía provisional- de fuentes de los hospitales informa de 88 muertos, incluidos nueve extranjeros: dos británicos, dos italianos, un ucraniano, un ruso, un holandés, un árabe israelí y un checo. También hay más de 110 heridos, entre los que se incluyen españoles, británicos y alemanes.

«Este acto criminal, cobarde, que pretende desestabilizar a Egipto, reforzará nuestra determinación a proseguir la lucha contra el terrorismo y a erradicarlo» y «no cederemos al chantaje», afirmó el presidente egipcio, Hosni Mubarak, en una intervención televisada después de visitar el lugar del atentado.

El atentado más grave fue el cometido en el hotel Ghazala Garden. «Un coche bomba forzó la entrada del establecimiento y se empotró en la recepción. Un empleado del hotel intentó detenerlo. Y se produjo una enorme explosión», contó un empleado del hotel. La puerta acristalada de la entrada se hizo añicos, la recepción quedó destrozada y la fachada reventó. En el hotel «hay al menos 25 muertos, la mayoría egipcios empleados del hotel», indicó un policía.

Otra explosión se produjo en un estacionamiento cercano, alcanzando tal magnitud que varias vitrinas de tiendas vecinas saltaron en pedazos. Un periodista de AFP vio en el lugar un cuerpo destrozado, que parecía de un extranjero, evacuado por mé

dicos. Al menos cinco cuerpos, llenos de sangre, yacían en el suelo.

«Están locos. ¿Cuál es el sentido de todo esto? Ninguna religión puede aceptar esto», decía Carol, una joven británica que trabaja como camarera en otro hotel. Según dijo a la AFP Achraf, propietario de un restaurante ruso situado cerca, «las explosiones fueron muy violentas». «Hemos suspendido las vacaciones de las fuerzas del orden y hemos desplegado fuerzas antiterroristas en Charm», declaró un responsable de la policía. Se ha prohibido la entrada al hospital central de Charm el Cheij y policías armados con escudos y cascos acordonaron la entrada. Las explosiones se producen en plena campaña estival en esta estación balneario frecuentado por turistas y podrían suponer un duro golpe al sector del turismo en Egipto.

El 7 de octubre pasado, tres atentados con coche bomba contra un hotel y dos campos de vacaciones cerca de Taba, estación balnearia del Sinaí, causaron 34 muertos, la mayoría turistas israelíes, y más de un centenar de heridos. El 2 de julio se inició el juicio a tres sospechosos y está previsto que prosiga este domingo. La comunidad internacional ha condenado con una sola voz estos atentados. El papa Benedicto XVI manifestó el sábado su dolor mientras que la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, los calificó de «insensatos», y el presidente francés, Jacques Chirac, expresó la «determinación absoluta de Francia a luchar contra el terrorismo». (AFP)

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