La UCR cipoleña busca colmillos

El partido renovó su conducción en un marco de respaldo poco habitual para una fuerza muy podada de poder. Medina es el presidente del Comité. Verani advirtió que para lidiar contra Arriaga y su Frente Grande hay que trabajar desde la unidad. El MPP, con Salto a la cabeza, se transforma en un importante

Con abundancia de respaldo.

Así, por primera vez en años, apoyada por la máxima dirigencia provincial del partido y con aires de recuperar poder, asumió el sábado la nueva conducción de la UCR cipoleña.

Puesta en marcha que también logró el apoyo de fuerzas extrapartidarias que, seguro, terminarán convergiendo en una alternativa al poder local que detenta el Frente Grande.

El gobernador Miguel Saiz, el vice Mario De Rege, el presidente de la UCR rionegrina Pablo Verani y más de medio centenar de dirigentes, legisladores y concejales del oficialismo provincial le dieron el sello de poder auténtico al programa en el que Víctor Hugo Medina -ex diputado, actual secretario parlamentario de la Legislatura- tomó las riendas del Comité de la avenida Alem.

En el Colegio Bessón, hasta las 19 del sábado, se desarrolló un foro que fue liderado por De Rege y cerrado por Saiz.

Participó del mismo la cúpula del Movimiento Popular Patagónico: Julio Salto, Guillermo Grosvald y Elvis Cides. Se sumaron a esta fuerza la conducción de Convocatoria Vecinal, Carlos González, y su hermana, la diputada provincial Graciela González, e incluso participó Omar Díaz por el Movimiento de Integración y Desarrollo.

Más de 400 personas participaron en el acto con el cual Medina asumió la presidencia del Comité cipoleño. Banderas rojiblancas, bombos y redoblantes y hasta la marcha «Adelante radicales» le pusieron un toque con atisbos de los ya lejanos 1983/84, donde el «patrón de la vereda» política cipoleña era el radicalismo.

Infraestructura para el desarrollo (viviendas y obras públicas), Desarrollo humano (asistencia y promoción social, educación, salud); Promoción para el desarrollo económico (turismo, producción, margen sur); Seguridad y Justicia e Integración regional fueron los temas abordados en el foro del Colegio Bessón, del que participaron más de 150 dirigentes.

Y hubo muchos discursos.

Medina dijo que las puertas del radicalismo estaban abiertas para todos; ponderó el protagonismo de Salto como socio del oficialismo y piropeó a Miguel Saiz por obras en marcha (escuela especial, nuevo hospital, planta de tratamiento, puente en Isla Jordán).

Definió de «Desencuentro» a Encuentro de los Rionegrinos -oficialismo en Cipolletti-, fuerza a la que en nombre del radicalismo local prometió «contraponer mucho trabajo, dedicación, propuestas y que recuperarán el municipio en el 2007».

El mensaje de Verani fue hacia puertas adentro, por algunas pequeñas controversias que involucran a hombres de su propia tropa, que aún subsisten en el continente radical lugareño. «No sean tontos. Hay que buscar la unidad, por sobre todo, como hice yo», les espetó, sin anestesia, a los cientos que escuchaban, en especial al propio Medina y a sus lugartenientes locales.

Y les recordó que el «enemigo» es «una persona que tiene su prestigio» (en obvia alusión a Julio Arriaga) y para ganarle hay que hacerlo tirando todos hacia el mismo lado».

Cerró Saiz. Respaldó el programa de Medina y los demás para ensanchar el horizonte del partido en el ámbito cipoleño y el trabajo con otras fuerzas políticas.

Luego le pegó al peronista Miguel Pichetto por su insólita postura respecto de la distribución de viviendas («si le hacían caso al senador, Cipolletti se quedaba sin casas porque aquí carece de tierras fiscales»).

Y cuestionó a la conducción del PJ de Río Negro, que intempestivamente abandonó el diálogo político promovido por el gobierno provincial. (AC)

Nota asociada: Análisis: El que corta el bacalao  

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