Las claves de la nueva propuesta argentina a los bonistas

El gobierno presentó anoche una nueva oferta que será oficializada hoy en Nueva York. Se premia a los acreedores que ingresen al canje antes del 4 de agosto y se comenzaría a pagar intereses desde septiembre de 2021.

Estrategia. El Ministro Guzmán busca seducir a los bonistas con un premio para los que acepten.

El gobierno argentino está decidido a cerrar el capítulo de la negociación con los bonistas internacionales. La intención queda a la vista en la nueva propuesta publicada en la noche del domingo, la cuál será presentada hoy ante la Security and Exchange Commission (SEC) para hacerla formal ante los acreedores.

En el detallado documento dado a conocer por el Ministerio de Economía, el Ministro Martín Guzmán dio a conocer una nueva oferta que cede a varios de los reclamos que los bonistas venían planteando a lo largo de la negociación. El objetivo de la nueva oferta es mostrar la buena voluntad argentina dejando en claro que se escuchó el planteo de la contraparte.

“Los compromisos adicionales propuestos por Argentina en virtud de los términos revisados de la Invitación dejan en evidencia la voluntad y buena fe de la República de permanecer comprometida con la comunidad financiera internacional, la cual puede tener un papel importante en la recuperación económica de Argentina”, indica el texto del documento oficial. “La República alienta a todos los inversores a considerar los términos revisados de su Invitación y unirse a la República para crear un camino sustentable para la recuperación de la economía de Argentina”, agrega.

Los elementos salientes de la nueva oferta, pueden resumirse en cuatro claves.

Extensión del plazo para la aceptación. El gobierno anunció que extiende hasta el 4 de agosto el vencimiento de “la invitación” a que los bonistas acepten las nuevas condiciones del canje.

Premio para a los que acepten. Los bonistas que decidan aceptar la nueva propuesta argentina, recibirán finalmente u$s 53,5 por cada lámina de u$s 100. Se trata de una mejora notable en relación a los inflexibles u$s 50, que a tono con la recomendación del FMI, el gobierno había sostenido durante las sucesivas rondas de negociación. Lo que se destaca de la oferta, es que el beneficio será para aquellos bonistas que acepten la oferta. Los bonistas que ingresen al canje mediante las Clausulas de Acción Colectiva (CAC), perderán u$s 1,3 por cada lámina, y recibirán u$s 52,2. El objetivo es lograr un alto grado de adhesión. La propuesta queda apenas por debajo de los u$s 54,5 que solicitaba el Comité de Acreedores de Argentina (ACC), uno de los más duros conjuntos de bonistas. La sustentabilidad intertemporal es la clave en este punto. El gobierno sostiene que ofrecer un mayor valor presente neto (VPN) implicaría no poder afrontar los pagos que el propio canje plantea.

Pagos desde 2021. El gobierno decidió acortar el plazo de gracia de tres años a uno solo. Así, los intereses comenzarían a abonarse desde septiembre del año que viene, lo que fue catalogado en el documento oficial como “señal de buena fe”.

Prospectos. La nueva oferta respeta la letra chica a los bonistas que ingresaron en el canje de 2005. Se trata de uno de los principales reclamos de los acreedores que ya habían participado en una re estructuración, y que vuelven a ser re estructurados. Para los acreedores de la gestión macrista en cambio, el prospecto será inevitablemente el prospecto de 2016. Quienes ingresen al canje estarán protegidos además por la cláusula RUFO, que impide al gobierno hacer una mejor oferta posterior a quienes queden afuera de la re estructuración.

Peso pesado. El fondo de inversión BlackRock es uno de los mayores acreedores de Argentina.

«Es un esfuerzo enorme el que hemos hecho para cumplir con nuestra palabra, que era hacer un acuerdo que le permita a la Argentina cumplir con los acreedores y que le permita a los argentinos no postergar más a los que están postergados», expresó el Presidente Alberto Fernández luego de la publicación de la nueva oferta.

El gobierno evitó nuevamente la inclusión de una cláusula que ata los pagos a al crecimiento del PBI o de las exportaciones, otro de los planteos que surgieron de forma recurrente de parte de los bonistas.

No obstante, existe optimismo respecto al resultado. La nueva oferta acerca mucho los números a lo que solicitaron los acreedores desde el principio, con lo cual los motivos para que fracase la negociación, son cada vez más escuetos.

Así lo evaluó el mercado financiero esta  mañana. Antes de la apertura, las acciones de empresas argentinas en Nueva York subían un 8%, y los bonos argentinas lo hacían un 5%.


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