Las claves para un yacimiento digital
Las comunicaciones son centrales para bajar costos en el negocio petrolero. Una empresa local ofrece diversos servicios que permiten unir las locaciones con oficinas en cualquier parte del mundo. Las ventajas que ofrecen los satélites.
En la industria petrolera la comunicación en tiempo real es cada día más fundamental. Mantener contactos entre el yacimiento, la base, los proveedores, el transporte y hasta con la sede central de la empresa, que puede estar en cualquier lugar del mundo, es necesario para lograr un trabajo eficiente y ahorrar costos.
En lugares alejados donde no hay señal telefónica y el radioenlace requiere de un gran despliegue de infraestructura, la comunicación vía satélite es en la actualidad una tecnología habitual. Desde Houston, donde la explotación no convencional lleva años de experiencia, un ingeniero puede estar analizando el lugar más conveniente para hacer una fractura en un pozo de Vaca Muerta y transmitir la orden en cuestión de segundos. Asimismo, también se podrá llamar al proveedor más cercano para conseguir un repuesto o saber cuánto falta para que llegue el transporte que traslada al personal.
SCYS es una empresa neuquina que comenzó hace 9 años con la instalación de antenas en los yacimientos. “Los clientes nos fueron pidiendo más servicios, incorporamos abonos de internet con precios más convenientes que los que ofrecían las empresas de Buenos Aires y hoy tenemos cableado estructurado, fibra óptica, monitoreo de vehículos, handies satelitales, relojes biométricos y cámaras de seguridad”, explica Diego Jacinto, socio gerente de la firma.
“Buscamos hacer un yacimiento digital y que para todo lo que sea comunicaciones, que no es el corazón del negocio de nuestros clientes, nos permitan diseñar la estrategia”, señaló y agregó que “el objetivo es brindar una solución de comunicación integral, ya sea satelital, por radioenlace o telefónicamente”.
Alejandro Quesada, gerente técnico de SCYS, explicó que “al llegar al lugar relevamos la situación y le damos la solución buscando el menor costo posible. Ofrecemos comunicación sin límites, porque internet satelital llega a todos lados”. La empresa opera en toda la Patagonia y Mendoza, de lunes a lunes y cuenta con servicio técnico en cada lugar. “La territorialidad nos permite atender a clientes que tienen yacimientos en varias provincias”, señaló.
“Hoy se rompió el paradigma de que es un servicio caro; sin duda es más costoso que el radioenlace pero no en la proporción de hace unos años atrás, cuando era cien veces más caro”, comentó Jacinto. Además, las nuevas tecnologías permiten aprovechar mejor el vínculo con el satélite, se pueden usar mayores anchos de banda y el costo se abarata.
Comentó que la industria petrolera representa el 80 por ciento de las ventas y que la verticalidad del negocio les permitió mantener la actividad en momentos de caída internacional en la industria petrolera. “Estamos convencidos que a partir de agosto la actividad va a repuntar. Hay muchos proyectos para la explotación de gas a partir de los nuevos precios en boca de pozo. Y en Comodoro Rivadavia esperamos que los equipos vuelvan a trabajar, que es lo que nos da una relación directa con nuestra venta”, aseguró.
La tecnología que suma: Arsat I y II, claves para vencer distancias
Diego Jacinto es licenciado y máster en Administración de Empresas, recibido en la Universidad de Mendoza. Tiene 37 años, casado y con un hijo. Alejandro Quesada nació en Cipolletti hace 39 años, nueve los cuales estudió Ingeniería en Redes Cisco en la Universidad Nacional de La Plata. Tiene cuatro hijos.
Como gerente general y gerente técnico, respectivamente, comandan SCYS, empresa que ofrece soluciones de conectividad principalmente a empresas petroleras.
El sistema más demandado es el satelital, que es más costoso pero con llegada hasta los lugares más remotos.
“La estructura la brindan los 66 satélites que orbitan la Tierra en la actualidad. El cliente pinta las zonas de cobertura, que pueden estar en cualquier parte del mundo, y nosotros le damos la comunicación”, explica Quesada.
Básicamente usan los satélites Arsat 1 y Arsat 2, los primeros fabricados íntegramente en el país. “En Arsat tuvieron muy buena predisposición. Pagamos por su uso y utilizamos cualquiera de los dos satélites. Funcionan realmente muy bien, tienen una excelente prestación tecnológica”, comentó Jacinto.
Las comunicaciones satelitales son la vedette en la industria mundial. Hay empresas que inclusive operan a distancia a través de oficinas de monitoreo. Por ejemplo, se perforan pozos en lugares remotos con datos en tiempo real que se interpretan a miles de kilómetros de distancia.
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