Las Grutas: más de cien vecinos esperan obras que pagaron y nunca se hicieron

En Las Grutas, las promesas se vuelven “eternas”. Más de 100 vecinos afectados, de los barrios Los Manzanos y Golfo Azul. Cordón y pluviales, los reclamos centrales.

Una ordenanza sancionada en 2011 y que buscaba agilizar las obras municipales que pagan los frentistas en Las Grutas, dejó en suspenso varias y generó malestar. Hay vecinos que esperan desde hace 8 años y ya abonaron la totalidad. Se trata de 100 familias del barrio Los Manzanos y cuatro del Golfo Azul.

Desde Obras Públicas del municipio no dieron precisiones sobre una salida al conflcito. (Ver aparte)

En la mayoría de los casos se trata de obras de cordón cuneta. El barrio de más afectados es Los Manzanos. A los que viven allí, luego de efectuar el pago les explicaron que antes de construirlo debían hacer obras pluviales. Pero los desagües nunca se hicieron .

“Pasó tanto tiempo que dan ganas de bajar los brazos. Además, en nuestro barrio muchos residentes van y vienen. Pasan gran parte del año en el Alto Valle. Y los que vivimos siempre acá ya estamos cansados” explicó Cristina Garrido, una de las damnificadas.

“Llegamos a pensar en contratar a un abogado para litigar -agregó la mujer- Es que nos estafaron. Nos hicieron pagar por algo que jamás hicieron”.

“En esa oportunidad-completó la vecina- el tribunal de cuentas nos dijo que el municipio les había informado que el dinero que habíamos pagado por los cordones estaban en una cuenta. Pero la verdad es que, 8 años después, eso es algo difícil de creer” dijo.

Las historias en torno a las obras “que no fueron” son insólitas. Sobre todo las vinculadas a la obra del desagote.

“En 2011 pagamos el cordón. Y empezaron los problemas. La obra nunca comenzó y, ante el primer reclamo, nos dijeron que no podía existir cordón sin desagote. Pero nunca lo proyectaron tampoco” recordó Garrido.

Luego se iniciaron las quejas por las obras pluviales. “Tras la segunda inundación que dejó al barrio complicado- Los Manzanos está en el sector más bajo del balneario- crearon una ordenanza exigiéndole al entonces intendente Javier Iud (FPV, hoy legislador) que hicieran los desagües” detalló Cristina.

Esa normativa anexaba el proyecto para ejecutar la construcción. Como tampoco se destinaron fondos para materializarla, surgió otra ordenanza.

“Lo que buscaba la iniciativa era dotar de efectivo a la municipalidad para que no tuviera excusas para hacer los pluviales. Por eso, fijaba que el capital que se obtuviera por la venta de unos terrenos que estaban sobre la costanera y fueron incautados debía tener como finalidad específica volcarse a eso. Tampoco esto pasó. La tierra se vendió, pero no sabemos que hicieron con la plata” se lamentó la vecina.

El tiempo pasó y, tras la asunción del actual intendente Luis Ojeda (FPV), los reclamos y promesas siguieron. “Fue el mismísimo Ojeda el que anunció en un cumpleaños de la ciudad que llegarían aportes para los pluviales. Sabemos que la provincia mandó dinero, pero no servía para cubrir ni la mitad de la obra y nuevamente nada se hizo en el barrio” apuntó Cristina.

Hoy la situación es difícil. “Lo único que pudimos hacer los vecinos por nuestra cuenta es una especie de acequia, que facilita el desagote del agua de lluvia. Pero es sólo un alivio. De los pluviales que necesitamos y de los cordones que pagamos en 2011, seguimos sin tener noticias” finalizó con pesar.

Otro de los barrios que está a la espera de obras de cordón cuneta previstas en esta ordenanza es el Golfo Azul.

Hace dos años, tras una larguísima espera, el grueso de los frentistas accedió a las construcciones. Pero quedan varios casos puntuales por completar.

“Son varias las esquinas. Es un tema de vieja data. Cuando asumimos como junta vecinal incluso recogimos el reclamo de vecinos que habían pagado y estaban a la espera. Lo hablamos con el delegado local (Guillermo March) y él nos reconoció que tampoco comprendía la demora. Lo cierto es que las obras no están hechas” explicó Rosana Tomassini, la titular de la junta del sector.

Los trabajos debían realizarse cuando el municipio recaudara el 50% del valor de las mismas, pero el grueso de los acuerdos no fueron respetados.

Desde Obras Públicas, pocas certezas

El titular de Obras Públicas del municipio, Sergio Álvarez, lleva poco tiempo al frente de la cartera. Dijo conocer sobre el viejo reclamo por el desagüe pluvial del barrio Los Manzanos de Las Grutas, pero no dio información precisa sobre el tema. Pidió un margen para recabar detalles sobre la situación pero luego no volvió a atender los requerimientos de este diario. Sólo atinó a adelantar que “estaría por ponerse en marcha” un concurso de precios para la ejecución de la totalidad o parte de la obra, pero no brindó detalles al respecto.

En relación al reclamo por el cordón cuneta que afecta al barrio Golfo Azul también dijo estar enterado de algunos requerimientos que llegaron a través del delegado del balneario, que se hizo eco de las demandas de algunos frentistas.

Aunque descartó que en lo inminente exista algún proyecto a punto de ejecutarse.

“Si, los que quedaron pendientes son justo algunos de los vecinos que están cerca de las esquinas u ochavas. Esto puede ocurrir porque cuando se realiza el cordón cuneta esas zonas son las últimas en las que se construye. Pero en realidad también desconozco quiénes son los que esperan por esa obra”, dijo Álvarez.

Una ordenanza innovadora, pero que en muchos casos no se cumplió

Sin proyectos en marcha

Desde la comuna reconocieron el reclamo del barrio Golfo Azul, aunque no dieron precisiones sobre ningún proyecto en vías de ejecutarse.

Datos

Los trabajos debían realizarse cuando el municipio recaudara el 50% del valor de las mismas, pero el grueso de los acuerdos no fueron respetados.
La ordenanza 3.457 de ahorro previo fue sugerida por el FPV (oficialismo por entonces, al igual que hoy) y respaldada por el resto del cuerpo en 2011, durante una de las gestiones del ex intendente y actual legislador Javier Iud.
Posibilitaba que obras como el cordón cuneta, desagües pluviales u otro tipo de iniciativas a convenir pudieran pactarse entre un vecino -o un grupo de frentistas que quisieran acceder ellas- y la municipalidad. Esta última tasaba la construcción y ofrecía una sola modalidad de pago.
Las opciones para abonar siempre eran varias. Al contado, con un descuento del 10 por ciento. En tres cuotas iguales, mensuales y consecutivas, sin descuento y sin interés. O en 8 cuotas iguales, mensuales y consecutivas con un incremento del 5 por ciento.
Los trabajos debían iniciarse cuando el municipio recaudaba el 50 por ciento del valor de las mismas. En algunos casos los frentistas pactaron y la comuna cumplió. Pero en el grueso de los acuerdos demoró hasta 4 años en finalizar los compromisos, como ocurrió con el cordón cuneta del barrio Bouchalaufquen. O nunca las inició, como ocurre, por caso, en el sector de Los Manzanos, o en algunas calles del barrio Golfo Azul.

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