¿No sabés qué leer?: novedades de la semana y recomendados de ficción y un infantil
Nunca olvides que te quiero
Nicholas Sparks
M. Night Shyamalan
El libro nació de una colaboración entre Nicholas Spark y M. Night Shyamalan, el director de «Sexto sentido». Él escribió el guion de una película y Sparks aceptó escribir una novela a partir de esa historia, pero cada uno por su lado, sin mirarse el trabajo.
Tate Donovan es un arquitecto neoyorquino que acaba de llegar a Cape Cod para diseñar la casa de vacaciones de su mejor amigo. Tate ha pasado los últimos meses en una clínica psiquiátrica pues la muerte de su hermana Sylvia lo dejó sumido en una fuerte depresión. Antes de morir, ella le hizo una revelación que le cuesta aceptar: le dijo que podía ver los espíritus que se resisten a abandonar el mundo de los vivos. Tate se niega a creer en algo más allá de lo que la razón puede explicar. Pero cuando conoce a Wren, una joven y hermosa mujer que en realidad es el fantasma de la antigua dueña de la casa en la que se aloja, todas las convicciones que sostienen su mundo se tambalearán.

Tate y Wren forjan una conexión inmediata que ninguno de los dos ha experimentado antes. El joven arquitecto se da cuenta de que, para liberar a Wren de su destino, deberá desenterrar la verdad sobre su pasado. Una búsqueda que lo hará dudar de si podemos creer en las historias que contamos sobre nosotros mismos y en las leyes que rigen nuestra existencia.
Intermezzo
Sally Rooney
Emblema de la llamada literatura millennial, con «Gente normal» y «Conversaciones entre amigos», ambas llevadas a la pantalla, la escritora irlandesa Sally Rooney alcanzó un público masivo. En «Intermezzo», su nueva novela, dos hermanos atraviesan cada uno a su manera el duelo por la muerte del padre, armando un combo dual de culpa y dolor, amor y reparación.

Peter e Ivan Koubek no tienen nada en común, salvo el hecho de ser hermanos y estar atravesando el duelo por la muerte de su padre. Peter, a sus treinta y pocos años, es un carismático y reputado abogado dublinés de apariencia inquebrantable que se medica para poder dormir y manejar la relación sentimental que mantiene con dos mujeres muy diferentes: su eterno primer amor, Sylvia, y Naomi, una estudiante universitaria que no se toma la vida muy en serio. Ivan, de veintidós, es un ajedrecista profesional de carácter inflexible y reservado, que se ve a sí mismo como la antítesis de su hermano, al que considera superficial. En un torneo de ajedrez que se celebra pocos días después del funeral del padre, Ivan conoce a Margaret, una mujer divorciada catorce años mayor que él. En la intimidad de su soledad compartida surge una fuerte conexión, y sus vidas se entrelazarán rápida e intensamente. Para dos hermanos afligidos y las personas a las que aman, este es un nuevo interludio cargado de deseo y desesperación, culpa y dolor, pero también lleno de posibilidades.
Alma partida
Mizubayashi Akira
En 1931, Japón invadió Manchuria en su plan de expandirse en Asia. En ese tiempo turbulento sitúa su historia Akira Mizubayashi. (Edhasa, 2020).
Como si el mundo no se desmoronara alrededor, tres estudiantes chinos y uno japonés forman un cuarteto de cuerdas en Tokio. Con Schubert encuentran el placer que anhelan.

Aunque lo más sensato hubiera sido regresar a su país después del estallido de la guerra, los estudiantes chinos permanecen en Japón. La música les concede un tiempo propio y ajeno al de los hombres.
Hasta que una tarde irrumpen los soldados japoneses, sospechan que la música es un pretexto para reunirse y conspirar. Los empujan, pisotean un violín con sus botas, parten en dos su alma. Uno solo de los soldados parece entender el valor de la banda sinojaponesa. Se llama Kurokami, Pelo Negro, y les impone una prueba. Le pide a uno de los músicos que toque para ellos. La suerte de todos a partir de ahí dependerá de que pueda demostrar virtuosismo con el instrumento.
El Metropole
Laura Pérez Alonso
Trece cuentos habitan El Metropole, un hotel ubicado en la costa salvaje del mar argentino al que llegan personajes cansados de las ciudades y sus máscaras, “arrastrando el simulacro, el enorme esfuerzo de haber atravesado otro día más. ¿Hacia dónde se dirigían esos esfuerzos?”, se pregunta el cuento que los contiene a todos como en un aleph. Porque a El Metropole (el libro, el cuento), llegan personajes y lectores exhaustos por la dificultad de habitar la vida buscando resultados, trazando recorridos de antemano, sedentarios en las ideas, en los gestos, en las formas del reclamo y del amor, agotados de la multiplicación de lo mismo.

Entonces, El Metropole reúne a estos pasajeros en tránsito y desde el centro de esa tensión entre lo íntimo y lo externo (qué mejor lugar que un hotel para alcanzar su máxima expresión) le lanzan a buscar la ampliación de los sentidos. Una habitación al lado de la otra, escaleras, ascensores, puertas, ventanas idénticas en supuesta simetría hasta que de pronto alguien atina a encontrar una fisura, un doblez de la percepción y se adentra en ella. Un pasajero se dedica a registrar el sonido con micrófonos hipersensibles para que las imágenes sonoras, desde su oscuridad, presuman una historia, otro se la pasa midiendo la intensidad de la luz sobre las cosas a distintas horas del día, Lili -uno de los pocos personajes de este libro que llevan nombre propio- desarrolla una mirada al ras del suelo que le permite luego hacer de su renguera un baile sublime; un hombre desarrolla una hiperacusia que en principio lo aterra, hasta que abraza sus miedos y deviene animal.
El ángel de piedra
Margaret Laurence
A sus noventa años, Hagar Shipley, testaruda e inconformista, es todavía una mujer de armas tomar. Vive con su hijo y su nuera, quienes, cansados de cuidarla y a punto de jubilarse, están pensando en trasladarla a una residencia; ella en cambio cree que todavía no ha llegado el momento y mientras espera ese fatídico día, rememora su vida. Criada en un pueblo de las llanuras canadienses e infelizmente casada, Hagar tuvo que ganarse su independencia a pulso en un mundo dominado por las apariencias y las convenciones. Su dureza de carácter, fruto de las difíciles circunstancias que le tocó vivir y del orgullo y la austeridad que le inculcaron, ha condicionado su vida.

Publicada en 1964, El ángel de piedra es un clásico contemporáneo protagonizado por uno de los personajes más memorables de la literatura canadiense; una emotiva novela llena de vida que demuestra el talento de Margaret Laurence, escritora con una extraordinaria habilidad para entender el funcionamiento del corazón humano.
Mi primer libro de animales
«Mi primer libro de animales» destaca por algo que parece simple pero no siempre se logra: una combinación equilibrada entre belleza visual, claridad conceptual y una vocación genuina por despertar curiosidad. Completamente ilustrado y sostenido por una paleta de colores vibrante, es una puerta de entrada al mundo animal para lectores que están dando sus primeros pasos en la lectura autónoma o que todavía disfrutan —y necesitan— de la mediación adulta en la lectura en voz alta.

El volumen organiza su recorrido a partir de los principales grupos de animales: mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces e invertebrados. Esa clasificación, que podría resultar árida en un manual escolar, aquí se vuelve accesible gracias a textos breves, directos y cuidadosamente dosificados. Cada página funciona como una cápsula de información que no abruma, sino que invita a seguir avanzando.
Uno de los aciertos más visibles es la decisión de no limitarse a presentar animales “carismáticos” —los que suelen poblar los libros infantiles—, sino de incluir también especies menos conocidas, invertebrados diminutos, criaturas que habitan ecosistemas extremos o que rara vez aparecen en la iconografía infantil.
Visualmente, el libro es un festín. Las ilustraciones no solo son atractivas, sino que cumplen una función narrativa: cada animal está representado con rasgos que permiten identificarlo sin caer en la caricatura. Otro punto a favor es su versatilidad. «Mi primer libro de animales» puede ser leído de corrido, como un viaje por el reino animal, o puede funcionar como libro de consulta, para abrir al azar y descubrir algo nuevo. Esa doble vida —narrativa y enciclopédica— lo vuelve especialmente útil en hogares y aulas.
Nunca olvides que te quiero
Nicholas Sparks
M. Night Shyamalan
El libro nació de una colaboración entre Nicholas Spark y M. Night Shyamalan, el director de "Sexto sentido". Él escribió el guion de una película y Sparks aceptó escribir una novela a partir de esa historia, pero cada uno por su lado, sin mirarse el trabajo.
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