Legislar sobre las tradiciones

La religión, la tradición, la cultura y el derecho de los animales, todo junto y a la vez, suele confundir a los argentinos, y si lo abordamos en un solo “combo legislativo” produce mucho “ruido”. Esta introducción -a modo de reflexión- presenta una relación directa con el reclamo que están protagonizando las diferentes Asociaciones Tradicionalistas de la provincia de Bs. As. vinculado con la modificación de la ley nacional 14346 de Maltrato Animal.

Esta modificación, según los reclamantes, implicaría la posible desaparición de las jineteadas. La solicitud centraliza su reclamo para que los festivales de doma no sean considerados casos de maltrato, dado que las prácticas campestres están ligadas íntimamente con la tradición.

El proyecto de ley definitivo se debatió durante meses, en distintas comisiones del Congreso de la Nación, hasta que finalmente obtuvo dictamen en Diputados. Dichas modificaciones no conforman a las entidades proteccionistas, ni a los hombres de campo.

La nueva iniciativa establece la no prohibición de los espectáculos de jineteadas pero sí eleva las penas, en caso de ocurrir algún accidente durante dichos festivales.

En ese orden, el punto que más inquieta a la gente del campo es el artículo 5º del nuevo proyecto de ley, que dispone penas de 1 a 5 años de cárcel, más una multa, “a quienes sometan a animales a malos tratos, jornadas de esfuerzo excesivas, tareas inapropiadas o empleo en trabajos cuando no se hallen en estado físico adecuado, y esto provoque una debilitación permanente en su salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro, una dificultad física o deformación permanente en su cuerpo”.

Los tradicionalistas consideran que si un caballo se rompe una pata en una jineteada, por accidente, este proyecto permitiría que alguno considere que fue sometido a una tarea inapropiada que le terminó causando una debilitación o deformación permanente.

En síntesis, la solicitud fue unánime: que no sean considerados casos de maltrato las prácticas ligadas a la tradición, como lo son los festivales de doma.

Los tradicionalistas aducen que resulta procedente que para modificar la referida ley deben considerar la opinión de las instituciones gauchas y no solo a la otra parte, esa que está representada por los proteccionistas de animales.

Por último, señalaron que siempre van a estar a favor de penar el maltrato animal porque son gente de campo que quiere a los animales.

Por ello, hasta se están modificando los materiales de las espuelas para las domas “y no por ello vamos a perder nuestras tradiciones”, dijeron.

Para finalizar, sin que los proteccionistas ingresen en un campo de jineteadas a protestar porque no la van a pasar bien, se podrían juntar “las partes afectadas”, escucharse y formular sus respectivos aportes, haciendo mucho bien a las personas y mucho más aún a los animales.

* Docente, exconcejal de PJ