Los chicos de hoy recuperaron los clásicos juegos antiguos

En una escuela de Neuquén se organizó un torneo de bolitas. Tuvo tanta repercusión que además de unos cien alumnos también se pusieron a jugar los padres. No es el único ejemplo. En otros colegios y lugares recreativos vuelven a estar presentes también el elástico, la soga, los trompos y las figuritas.

Lechera, opi, figuritas, tazos, cielito, eran algunas de las tantas palabras que se escuchaban hasta hace más de una década con frecuencia en los recreos de los colegios y en los barrios cada vez que se reunía un grupo de chicos a jugar. Cada una estaba cargada de significado y se relacionaba con los juegos más tradicionales del momento. Esas referencias hoy pueden resultar desconocidas para muchos, pero igualmente hay sectores y lugares donde estos juegos siguen resistiendo el paso del tiempo. Un ejemplo es el caso de la escuela 201 de Neuquén que organizó un torneo de bolitas donde participan casi un centenar de alumnos.

“La repercusión en los chicos fue importante porque incluso los padres se ‘prendieron’. Los chicos le preguntaron a sus papás y mamás cómo era el juego, entonces muchos se pusieron a jugar con los chicos. Están consiguiendo bolitas de todos los colores”, comentó el maestro de apoyo del primer ciclo, Diego Rubilar, quien fue el impulsor del torneo en la escuela.

El maestro aclaró que fue una iniciativa que surgió desde los alumnos, sobre todo por un grupo, que ya tenía algunas bolitas.
Comentó que fue tal el interés por el torneo que casi 100 alumnos se anotaron para participar y hubo que armar varios grupos. El certamen ya se encuentra en los cuartos de final y desde el colegio resaltan lo que les enseña a los chicos: “El que pierde tiene que entregar su bolita, y no hay problema. Saben que la regla es entregar la bolita. Los chicos lo hacen y hasta se dan la mano. Forma parte de un trabajo que ya veníamos haciendo de compañerismo y de ser tolerantes”, ponderó.

Otras experiencias
Los partidos se desarrollan en un patio que tiene un terreno de tierra. Gana quien la emboca en el opi (hecho con un circuito dibujado en la tierra) y golpea la bolita del rival. Destacó que muchos no sabían cómo jugar, y aprendieron con la ayuda de alumnos de grados superiores.

Para las instancias finales desde la organización del colegio se imaginan partidos donde los que compitan por ser el ganador tengan el apoyo de sus compañeros. ¿El premio? Un frasco lleno de bolitas que el profesor Diego Rubilar conserva en el baúl de sus objetos personales. “Algunos piden organizar un torneo de ajedrez y de truco. Se van abriendo otras alternativas”, destacó el maestro.

No es la única escuela donde el golpe de las bolitas y sus múltiples colores ruedan por el recreo. También en el patio de la escuela primaria 2 las pequeñas esferas de vidrio son protagonistas de los recreos. De hecho, el terreno de tierra que oficia de cancha tiene un leve desnivel que presenta un desafío para los jugadores en cada partida.

Cutral Co es otra ciudad donde la bolita tiene lugar en las escuelas.
Los juegos tradicionales también tienen otros escenarios en Neuquén -si bien escasos- pero que mantienen viva la llama de su existencia.

Uno es el Museo Paraje Confluencia que ofrece entre sus actividades armado de títeres, avioncitos y baleros, y la posibilidad de jugar a la bolita, rayuela, y saltar la soga y el elástico. Son actividades que reflotan con cada nueva edición de la Noche de los Museos (Ver entrevista).
La lista de juegos tradicionales es amplia, y en la mayoría de los casos su recuerdo provoca el esbozo de una sonrisa.

Datos

98
alumnos de segundo a séptimo grado participan del torneo de bolitas que organizó la escuela primaria 201 de Neuquén.
4.000 A.C
es la época en la que data el primer ejemplar de trompo, que se tenga conocimiento. Era de arcilla y se halló a orillas del Río Éfrates.

Stella Maris Ferrarese, del Museo del Juguete Étnico Allel Kuzen, dirige un estudio junto a otros investigadores de Sudamérica de recuperación del ancestral juego de bolitas.
“Cómo se jugaba en la época primigenia y cómo se sigue jugando en algunos pueblos indígenas del Amazonas, por ejemplo”, indicó Ferrarese sobre el estudio.
Amplió que es un juego presente en el mundo entero . Estamos comparando las distintas formas de jugar con un mismo objeto (la bolita)”, agregó y señaló que se usan diferentes materiales según las distintas regiones del mundo y en algunas incluso se descubrió que son de semillas.
Así marcó qué sucede con otros juegos como el trompo que se cree fue creado por los sumerios, en este caso era de arcilla, pero que entre los garífuna hondureños un trompo se hacía a partir de un coco pequeño.
Ferrarese contó que el museo ubicado en barrio San Lorenzo Sur de Neuquén surgió producto del trabajo de investigación de “rescate e inserción comunitaria y pedagógica de los ancestrales juegos de los pueblos originarios de América”.
Explicó que los llama “ancestrales” porque son los propios, ya que tradicionales engloba a los ajenos o migrados a estas tierras.
Luego, el espacio se amplió a otras culturas y países.
Producto de los estudios, el museo armó réplicas de cientos de juguetes de todo el mundo.
Desde el museo indicaron que la base del espacio son los juguetes y juegos de los pueblos indígenas de América . También ocupan un lugar especial los juegos de los descendientes de los esclavos africanos.
Ahora el espacio exhibe la muestra temporal de “Cuentos y juegos del mundo”, que invita a conocer parte de la historia lúdica de la humanidad. Es libre y gratuita y para visitarla hay que hacer la reserva comunicándose al 2996310385.

NEGATIVO: Los juegos más tradicionales perdieron espacio con la aparición del entretenimiento en las múltiples pantallas (computadoras y celulares).

POSITIVO: Si bien cuesta conseguirlos todavía hay jugueterías y otros espacios que venden bolitas, trompos y baleros. Son económicos.

• Elástico: Consiste en una serie de saltos rítmicos sobre una goma elástica. Requiere por lo menos tres jugadores.
• Balero: es un juego de destreza. Está hecho generalmente de una esfera de madera de pocos centímetros agujereada en la parte superior, desde donde pende un hilo unido a un mango de grosor menor al de la perforación. El objetivo es impulsar la esfera y hacer que el hueco encaje en el mango.
• Rayuela: se dibujan con tiza casilleros en el suelo (suelen ser diez) con un esquema preestablecido. Se tira una piedra (tejo) dentro de uno de los casilleros y hay que avanzar sin pisar las rayas.
• Juegos de mesa: hay un sinfín de opciones y hay juegos con tableros y cartas. Entre los más conocidos está el ludo, ajedrez, damas y rompecabezas.
• Figuritas, tolas y tazos: están normalmente en chicles u otros paquetes de golosinas. Cada una con distintas formas de jugar. La competencia es para poder ganarle el objeto a un adversario.
• Payana: se suele jugar con cinco piedras de pequeño tamaño. También puede ser de otros materiales. Hay que recogerlas del suelo y lanzarlas al aire, para volverla a agarrar sin que toquen el suelo.
• Trompo: es un objeto comúnmente de madera o plástico, con una punta metálica y con un cordón que se enrolla alrededor del trompo, y que se usa para lanzarlo y hacerlo girar.


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