Los negocios de compraventa, una opción en tiempos de crisis

Los negocios de compraventa de productos usados se convirtieron en los últimos tiempos en una buena alternativa para equipar y decorar el hogar sin tener que pagar los altos precios de los artículos nuevos. Los objetos más demandados son muebles y garrafas.

Como contrapartida los comerciantes del rubro aseguraron que cada vez es más difícil vender antigüedades. “No son de primera necesidad, sino un lujo que solo unos pocos pueden darse porque son caros”, agregaron.

Desde hace varios años funcionan en Neuquén negocios de compraventa que ofrecen una alternativa para conseguir productos a un precio más accesible además de ser un lugar donde se puede vender artículos usados. Entre los productos más demandados están las garrafas, y los muebles para el hogar.

Oscar Sepúlveda, dueño de un local de compraventa en calle Félix San Martín contó que “varía el tiempo desde que traen el producto hasta que se lo llevan. Puede durar un día o puede durar un mes. Trabajo sobre todo con cosas chicas para que salga más rápido”.

El comerciante consideró además que la actividad tiene altibajos de acuerdo a la época del año. Expresó que en los meses de vacaciones baja mucho y el período posterior sube considerablemente porque todos quieren vender y recuperar dinero.

Los productos que son más ofrecidos y vendidos son garrafas y muebles para el hogar. “Las garrafas de 10 kilos es lo que más se llevan durante todo el año. También la rueda de madera de Sulky porque la usan mucho para hacer arañas de luces, mesas, y adornar cualquier espacio de la casa”, indicó Sepúlveda. Además anticipó que cuando comienzan las altas temperaturas “se vende todo lo que es ventiladores, aire acondicionado, y heladeras usadas pero en buen estado”.

“La gente busca mucho muebles de madera. Mesas, sillas, modulares, o sillones con estructuras buenas. También vitrinas de exhibidor de cristales”, relató Érica González, que trabaja desde hace 26 años en un local de compra venta ubicado en calle Láinez.

Aseguró que “cuesta mucho vender los muebles grandes porque los ambientes ahora son más chicos”. Señaló que si un producto está mucho tiempo en el local sin poder comercializarse, generalmente se baja el precio y así se logra vender.

Por cada local circulan una gran cantidad de productos y de historias. González recordó como hace unos años “una señora vendió una cama de dos plazas. Al otro día vino desesperada y nadie entendía nada. Mi cama, mi cama, decía. La señora tenía toda su plata en la cama”.

Sobre la razón de por qué la gente se acerca a estos comercios, Gregorio, dueño de un local ubicado en la calle Sarmiento, opinó que como “la gente no puede llegar a lo nuevo porque los precios son inalcanzables, entonces busca algo usado. La gente que viene a mi negocio es gente que anda cubriendo alguna necesidad. Así que en ese aspecto tenés que tener un precio razonable para que pueda comprar”.

Los distintos productos que son comprados a los clientes “generalmente hay que hacerle reparaciones o arreglarle algo para ponerlo en condiciones de venta”, indicó el comerciante.

“Es difícil vender muebles grandes porque los ambientes son cada vez más chicos. Hay que bajarles el precio”.

Érica González, empleada de un local ubicado en el bajo neuquino.

Las modalidades del usado

Algunos locales compran los productos que les acercan los clientes y luego los ponen a la venta.

Otros optan por la consignación. El cliente deja el artículo que desea vender. Cuando el comerciante logra venderlo le entrega el dinero.

Los negocios del rubro incorporan la modalidad de la permuta. El cliente deja un artículo y se lleva otro de igual o similar valor.

Los negocios se hacen cargo de la restauración si es necesaria.

Los dueños de negocios coincidieron en que bajó mucho la venta de cosas antiguas por los altos precios a los que se los debe comercializar.