Los riesgos de no cargar el combustible recomendado

Miguel A. Knecht*

Todos los vehículos -especialmente los de alta gama-  salen de fábrica con sus respectivas recomendaciones sobre el uso de sus combustibles,  que  deben cumplirse estrictamente por los perjuicios que le puede generar al vehículo  un combustible no indicado. Pero se ha observado que debido a la diferencia de precios,  existe una caída en el expendio tanto de la nafta como del gasoil de mayor calidad, mientras que los inferiores se venden más.


Según un informe de YPF, el expendio del gasoil más costoso disminuyó  un 7,85%. En cambio, la venta de nafta súper creció un 5,76%. Y en el caso del gasoil de menor octanaje, el incremento interanual fue del 7,83%. De lo señalado se deduce que muchos usuarios dejaron de cargar premium para inclinarse por las de menor precio.


La explicación radica en la diferencia de precios. El especialista,  ingeniero  Gustavo de Carvalho (gerente técnico de CESVI Argentina), lo explicó de la siguiente manera:  “en el caso de los motores nafteros, se pueden dañar los pistones o incluso hasta las bielas y el cigüeñal,  en casos muy extremos”.
En el caso del diesel, se perjudican los inyectores y todas las partes móviles del interior del motor, y se acorta mucho su vida útil. Según la información de YPF,  tomando como referencia un auto con 50 litros de capacidad, completar un tanque con nafta premuim puede costar alrededor de 330 pesos más que con súper, y la brecha en el gasoil es aún superior, ya que supera los 400 pesos.


El especialista de YPF  indicó que “la nafta premium genera menos depósito de residuos en el  motor, pero la diferencia más importante es el octanaje. La convencional tiene como mínimo 95 RON, y es la que se utiliza en motores de baja compresión, mientras que la premium tiene como mínimo 98 RON y es la recomendada para motores de alta compresión”.
Por otro lado, es habitual que un inyector se trabe quedando permanentemente abierto y deteriore severamente el pistón .


De Carvalho apuntó además que “un motor de baja compresión admite ambos combustibles, pero en un motor de alta compresión se debe utilizar nafta de 98 RON como mínimo”.
Y lo argumentó: “La nafta de bajo octanaje utilizada en un motor de alta compresión genera lo que se denomina detonación. Esto significa que la combustión comienza antes de que se genere la chispa en la bujía, que resulta violenta y ocasiona un  ruido metálico que en pocos kilómetros, terminando por dañar los componentes internos del motor”.


En el caso del gasoil,  la diferencia se establece en la cantidad de azufre presente en el fluido. “El convencional, o grado 2, tiene no menos de 1500 PPM (partes por millón), mientras que el premium, o grado 3, tiene como máximo 50 PPM”, sostuvo el ingeniero del Cesvi.


Y como en las naftas, un vehículo diesel preparado para usar gasoil grado 2 puede cargar el superior sin que haya problemas, pero a la inversa sí pueden aparecer los inconvenientes. Por otro lado, los actuales combustibles gasoleros  (para cumplir con las normas de contaminación), toman parte de los gases de escape y lo reinyectan al motor, con lo que logra disminuir emisiones muy contaminantes como son los óxidos de nitrógeno.


Pero el azufre proveniente del gasoil estará presente en los gases de escape y al reinyectarse se combinará con la humedad propia de la combustión, generándose ácido sulfúrico. Este ácido en altas concentraciones, en poco tiempo, termina deteriorando severamente las piezas del motor y acorta muchísimo su vida útil”.  


Por ello, aunque deseamos abaratar costos terminaremos arruinando los motores de nuestros autos sino cargamos el combustible recomendado.


*  Docente, exconcejal PJ. fundador y extitular de la primera Asociación de Defensa del Consumidor  de Viedma . 


Miguel A. Knecht*

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