Maite Lanata regresa al misterio de “El jardín de bronce”

La atriz, quien retoma y ahora expande a la traumatizada Moira en la segunda temporada de la serie argentina de Pol-ka y HBO “El jardín de bronce”, aseguró que la nueva entrega de la ficción “es mucho más potente” que la anterior.

Lo nuevo de “El jardín de bronce” se estrenó por la señal premium el mismo día en que l actriz Maite Lanata subía al escenario del hotel Hilton de la Ciudad de Buenos Aires a recoger el primer Martín Fierro de su carrera.

Moira es la hija que el arquitecto Fabián Danubio (Joaquín Furriel) buscaba desesperada e incansablemente durante diez años en la primera temporada, aunque su reencuentro distó mucho de lo esperado: meses después, las heridas de lo vivido en esa década por la ahora adolescente conspiran contra la posibilidad de una relación normal.

En diálogo con Télam, Lanata relató cómo reconstruyó este papel, cómo tuvo que trabajar su dinámica frente a cámara con Furriel y lo que le produce que la serie ya se emita en setenta países.

P- ¿Cómo fue reencontrarte con este personaje a dos años de la primera temporada?

R- En la primera temporada estuve en el último capítulo, así que es casi como si recién ésta fuera mi primera temporada. Retomar un personaje que estuvo un corto período hizo que tuviera que reverlo para retomar la línea del personaje y su submundo. Siento que es mucho más potente esta segunda temporada que la primera.

P- ¿Por qué?

R- Porque creo que tiene muchísimo más misterio y muchas líneas argumentales, con el pasado de distintos personajes. Como el pasado de Doberti (Luis Luque), también el de Moira, la del personaje de Paola Barrientos, donde se puede visibilizar otra búsqueda de un chico desaparecido. Creo que no es una segunda temporada forzada, sino que después del final de la primera te dan ganas de saber más acerca de cómo sigue el vínculo entre Moira y Fabián.

P- ¿Qué tuviste que revisar? ¿Cómo armaste ahora ese personaje tan traumado?

R- Tuve que profundizar principalmente en visualizar cómo fueron esos diez años en los que no se supo de ella en la primera temporada, para poder crearlo. En la pantalla ese pasado se visualiza a través de sueños, por lo tanto no se sabe si es su realidad, su pasado. Hay un punto fantasioso, y estuvo buenísimo indagar en eso. Es un personaje muy particular que me saca mucho de mi realidad y no puedo recurrir a mis experiencias vividas.

P- ¿Cómo es ese vínculo tan extraño, de padre e hija que no se conocen?

R- Es muy hermético. A él le cuesta ser padre y a Moira le cuesta hacer de hija, sobre todo porque tiene todo un pasado que la carcome y que se va a ver en la temporada. Principalmente ese vínculo no se vuelve cotidiano por el hermetismo de Moira; tiene mucho misterio ese personaje.

P- ¿Cómo lo trabajaron con Furriel?

R- Habitualmente los actores trabajamos la química, pero con Joaquín tuvimos que trabajar la no-química. Es una relación de frialdad, donde él intenta conectar pero Moira no quiere o no puede. Dependiendo de cada escena es como de caminos que se van cruzando; hay momentos en los que es Moira la que quiere conectar porque se da cuenta de que ésta es la realidad que le toca, que ya dejó de lado ese pasado traumático que no quiere que vuelva al presente e intenta conectar con la ciudad, y con su padre, y no lo logra. Es como un desencuentro permanente.

P- Otro personaje de la serie es, justamente, esa ciudad, que no es otra que Buenos Aires. ¿Qué genera saber que una historia tan local llega a través de HBO a 70 países diferentes?

R- Creo que promueve nuestra cultura. Es interesante que no se vea una ciudad indefinida, un comodín que podría ser en cualquier lugar del mundo, sino intentar que distintas culturas indaguen en la nuestra.

Sin zona de confort

Una actriz que aborda personajes desafiantes.

Con tan solo 19 años, Maite Lanata lleva una trayectoria corta pero repleta de reconocimientos de sus pares y de la crítica.

Comenzó en 2011 con la novela “El elegido”, donde interpretó a una chica autista, siguió en “El Marginal” con la hija de un juez secuestrada por delincuentes, e incluyó el rol de “Juani”, el chico trans de “100 días para enamorarse” por el que acaba de ser galardonada como mejor actriz de reparto con el Martín Fierro.

En esa seguidilla, el papel de Moira en “El jardín de bronce” aparece como un nuevo peldaño de una carrera que no sabe de conformismos ni de zonas de confort.

Télam


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