Mayo mostró nuevo récord de ventas de peras y manzanas al mercado interno

Los volúmenes totales comercializados muestran importantes subas en estos primeros cinco meses del año. La industria de concentrados absorbió una gran cantidad de fruta.

Fuerte demanda de manzanas en las góndolas locales.

La comercialización de manzanas, que involucra lo destinado para la exportación, mercado interno e industria de concentrados, alcanzó en estos primeros cinco meses del año las 325.600 toneladas, volumen que refleja un salto interanual del orden del 60%.

De esta manera se observa que el sistema frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén continúa mostrando indicadores positivos, en términos generales, en lo que se refiere al desarrollo de la presente temporada.

Así lo confirma un reciente informe elaborado por el Senasa en el que se destaca que cerca de 167.000 toneladas de manzanas se orientaron a la industria de jugos, concentrando el 48% del total comercializado en lo que va del año. El 36% se destinó al consumo en fresco para el mercado interno y solo el 16% restante a la exportación.

Varias conclusiones se pueden obtener de esta información.

Exportación. Lamentablemente siguen sin despegar. Las estadísticas oficiales detallan que en estos primeros cinco meses de 2020 alcanzaron las 49.800 toneladas, cifra levemente por debajo del año pasado. Existen múltiples factores que permiten predecir la falta de crecimiento de las exportaciones locales, pese a que en los mercados del norte se registraron importantes bajas en la producción. Sin dudas, la baja de calidad en la cosecha es la principal causa, y cuando hablamos de calidad hay que incluir calibres y variedades que demanda hoy el mercado. Es difícil sostener una actividad agroindustrial orientada al sector externo con solo el 16% de lo producido destinado a la exportación. Paradoja pocas veces vista en el mundo frutícola. Otro punto que presenta cierto grado de inconsistencia en este segmento comercial, son los destinos de nuestra oferta exportable. Cerca del 60% de las ventas se orientan a Brasil, Rusia y Bolivia, todos mercados con alto grado de volatilidad económica, bajos precios finales en las góndolas y altos riesgos de cobro. 

Datos clave

48%
del total de la manzana comercializada en estos primeros cinco meses del año se destinó a la industria.
130.000
es la cantidad de pera, en toneladas, que podría comercializarse este año en el mercado interno.

Mercado Interno. Las colocaciones en este destino totalizaron las 118.200 toneladas, volumen que muestra un salto del 80% interanual y récord de envíos de los últimos 10 años. Esto muestra que la demanda se mantiene sostenida sobre este tipo de producto, aunque los precios promedio logrados en los distintos mercados mayoristas del país no muestran esta misma tendencia. Independientemente de ello, claramente el mercado interno ha tomado nuevamente protagonismo en el comercio frutícola. Mucho de esto tiene que ver con las variables macroeconómicas que presenta el país, en especial los efectos que tiene el dólar en los movimientos comerciales de la actividad.

Industria. Los datos que registra el Senasa dan cuenta de que en los primeros cinco meses del año se orientaron a este segmento comercial frutícola 157.600 toneladas de manzana. Este volumen refleja un salto superior al 75% respecto del mismo período de la temporada 2019. La suba se debió fundamentalmente a la mayor demanda de jugos concentrados del mercado norteamericano por una caída coyuntural de la oferta china, principal vendedor de este tipo de producto en Estados Unidos. Parte de los cambios que se observan en el mercado mucho tienen que ver con los efectos comerciales que está generando la pandemia a nivel global. Pero volviendo al plano local, si bien es importante para las industrias de la región contar con esta cantidad de fruta para molienda, los efectos sobre los resultados del sistema son negativos. No es viable para cualquier actividad orientada ala exportación de fresco que cerca del 50% de lo que produce termine como descarte por no tener calidad para ser comercializada en fresco. Los costos fijos del sector se elevan en forma considerable y la pérdida de competitividad crece. Es como si en la industria maderera el 50% de su producción se destine a la venta de aserrín, que es el descarte de las láminas o vigas que produce. En pocos años, esa actividad se hace comercialmente inviable.

Peras: crece fuerte el mercado interno y la industria

Los datos del comercio de peras muestran algunas diferencias cuando se lo compara con el de la manzana.

El comercio total en este caso alcanzó durante los primeros cinco meses del 2020 algo más de 427.500 toneladas, cifra que muestra un crecimiento del orden del 16% respecto del mismo período del año anterior.

Dentro de las variedades de peras, William’s es la más importante de la región por volumen a comercializar.

Exportación. Las ventas externas de peras llegaron a las 216.100 toneladas, suba poco más del 4% interanual. Este incremento marginal estuvo dado fundamentalmente por los mayores envíos realizados a los mercados mediterráneos de Europa con subas interanuales del 35% y 51% en Italia y Francia respectivamente, por dar algunos ejemplos del caso. Sobre esta especie, la exportación concentró el 50% del total comercializado. Un dato relativamente positivo cuando se lo compara con la manzana. Pero aquí siguen fallando los destinos hacia donde se orienta la fruta que, lo mismo que en la manzana, son de bajos precios y altos riesgos de cobro. Las variedades que están dentro de la canasta de nuestra oferta exportable también complican el objetivo de lograr buenas cotizaciones finales sobre el producto.

Mercado interno. En este destino se colocaron, en el período enero-mayo de 2020, poco más de 64.100 toneladas. El volumen muestra un importante salto en las ventas del orden del 30% interanual. Con los números de esta primera parte del año y las proyecciones existentes se puede adelantar que la pera estaría buscando perforar el techo de las 130.000 toneladas comercializadas en las góndolas locales. Todo un récord para esta especie. El mercado interno representó para la pera, en esta primera parte del año, el 15% del total comercializado.

Industria. La estadística del Senasa refleja que hacia este destino fueron unas 147.200 toneladas de peras, un 30% por encima de los volúmenes comercializados en el período enero-mayo de 2019. Esta mayor molienda responde, como en el caso de la manzana, a la mayor demanda puntual por parte del mercado de los Estados Unidos. La industria absorbió el 35% del total de la pera destinada a su comercialización.


La mirada puesta en el dólar


El retraso cambiario vuelve a aparecer en escena. Mientras la actividad frutícola no cuente con una paridad cambiaria competitiva, las posibilidades de exportar se acotan.

Los costos este año crecieron más del 25% contra una mejora en la paridad que lo hizo a una tasa por debajo del 15%. El temor está en el segundo semestre, donde la mayor parte de las consultoras esperan un salto en el dólar. Si esto ocurriera, la actividad no se vería beneficiada porque la mayor parte de sus ventas ya habrían sido cobradas y pesificadas, debiendo hacer frente a los costos de la temporada con un dólar alto.


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