Morales trató de “cobarde” a Recalde

El presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, afirmó ayer en el Senado que la empresa tiene una gestión “súper profesional” y denunció que se desató una “catarata de inventos y mentiras que luego se fue exagerando”. Recalde señaló que es un “mito” que “Aerolíneas pierde cada vez más plata” y señaló que “el déficit fue generado por la gestión pública”, al tiempo que remarcó que “era una empresa deficitaria al momento de la estatización por las malas gestiones privadas que la dejaron al borde de la quiebra”. “La gestión es súper profesional, técnica, con gente de la industria con mucha experiencia”, dijo el funcionario al exhibir un organigrama en el que mostró a gerentes que en algunos casos tienen más de 30 años en la compañía. El senador radical Gerardo Morales tuvo un encendido contrapunto con Recalde, por entender que el presidente de Aerolíneas Argentinas no le había pedido disculpas por haberlo insultado a él y otros dos legisladores en un acto partidario realizado hace tres años. “Usted, Recalde, es un cobarde”, exclamó Morales al hacer uso de la palabra luego de la exposición del titular de Aerolíneas, quien en 2010 había tildado de “zánganos” al propio senador jujeño, al puntano Adolfo Rodríguez Saá y al mendocino Omar de Marchi en un acto organizado por la agrupación oficialista Héctor Oesterheld. Además, Morales valoró la actitud del jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto, quien había expresado las disculpas en nombre del FpV en una reciente sesión del Senado. Morales tuvo el apoyo de la senadora Liliana Negre de Alonso, alineada con Rodríguez Saá, luego de que Pichetto señalara que Recalde había iniciado su alocución destacando el “respeto” que le merecía el cuerpo legislativo que estaba visitando. Al insistírsele que fuera más explícito con su pedido de disculpas, el titular de Aerolíneas recordó que el mismo Morales lo había calificado a él como “corrupto” e “impresentable”. De todos modos, aclaró que pedía disculpas “si alguien entendió que estas expresiones (por “zánganos”) eran en menoscabo de las instituciones”, aunque aclaró que “otra cosa es lo que yo opino en mi fuero íntimo de la persona”.