Mundo infinito de Levy

Hay pocos creadores tan activos y solicitados como Arik Levy. Diseñador industrial y gráfico, artista, escultor y creador de escenografías para danza moderna, este diseñador israelí que reside en París no es amigo de poner fronteras rígidas entre las disciplinas. Por ello es que se considera un “artista industrial” con un enfoque “tecno-poético”. Su trabajo, intuitivo y emocional, se vale de altas tecnologías y conocimiento de los materiales. Borda piezas de producción masiva y obras únicas que se exhiben en ferias de arte. Perdió un dedo índice en un accidente en su taller porque admite que “el diseño es un músculo incontrolable” para él. “Soy un positivista. A través de este accidente he tenido experiencias que sólo si has perdido una parte de tu cuerpo lográs registrar. Puede ser inspirador”, agrega.

Nació en Tel-Aviv en 1963. A los 27 años abandonó sus estudio de diseño gráfico apostando por abrir nuevas vías para desarrollar su trabajo en Europa. Primero en Suiza donde se graduó con honores en Diseño Industrial en el Art Center. En ese tiempo gana el concurso Seiko Epson Inc. A partir de ese momento se produce el inicio fulgurante de una carrera como diseñador profesional tomando parte en varias exposiciones de diseño en Japón.

Estableció su estudio, Ldesign, en París, y desarrolló proyectos de diseño industrial, interiorismo y diseño gráfico para el mercado europeo e internacional. Sus conocimientos técnicos y creatividad le permitieron trabajar en múltiples materias y disciplinas, desde el desarrollo de producto y el diseño de luminarias e identidad corporativa hasta el packaging, diseño de stands y exposiciones, señalética y proyectos escenográficos en donde introdujo sus ideas y conceptos innovadores en el diseño de escenarios para danza contemporánea y ópera por todo el mundo.

Considera que la innovación, la simplicidad y la experimentación son los elementos esenciales para desarrollar sus productos y plasmar sus ideas en los más variados campos del diseño y la creación.

Tiempo atrás le preguntaron si siempre quiso diseñador. Y contestó: “No sabía o no quería serlo… y me lo pregunto hoy. Lo que quería era construir un puente entre diseño gráfico, diseño de producto, creación y arte”.

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