Acudieron al obispo de Neuquén para que el municipio les arregle el gimnasio del barrio
Se trata de la comisión vecinal del barrio Provincias Unidas. Aseguran que agotaron todas las instancias para reunirse con el Secretario de Deportes y cuestionaron la imparcialidad del Defensor del Pueblo. Al espacio asisten 700 personas de todo el este capitalino.
Acudieron al obispo de Neuquén para que el municipio les arreglen el gimnasio del barrio
«Son ocho las notas que presentamos para reunirnos con el Secretario de Deportes de la municipalidad», aseguró Jaime Vallejos, presidente de la comisión vecinal del barrio Provincias Unidas. El referente barrial expuso la necesidad de mantenimiento y obras en el «Gigante del Este», el polideportivo que alberga a 700 personas en sus actividades diarias de 8 a 23. Este miércoles acudieron al Obispo de Neuquén, Fernando Croxatto, para solicitarle su intervención.
El hombre expuso que el titular del área, Mauricio Serenelli, se «niega a una reunión con los vecinos» y declaró que agotaron todas las instancias administrativas para acceder a un diálogo.
También cuestionó el nivel de imparcialidad del Defensor Del Pueblo, Jorge Rey, de quien recibieron una notificación donde el gobierno local se expedía explicando que el polideportivo no era propiedad del municipio, razón por la cual no se harían cargo de las acciones necesarias sobre el polideportivo.
Vallejos destacó que en el espacio se realizan muchas actividades deportivas y destacó la calidad profesional de los docentes. Pero remarcó que «hacen falta obras» y recordó que el lugar fue clave para las campañas de vacunación contra el covid y otras que siguen en pie. También hizo énfasis en que el «Gigante del Este» es utilizado como centro de evacuación durante los temporales. «Es un lugar de puertas abiertas, siempre está a disposición de la ciudad por eso nos parece injusto el abandono», expresó el vecinalista.
El hombre reconoció que esta situación se repite en otros barrios y que Terrazas del Neuquén también expuso recientemente un escenario de igual características. «Es lamentable que pase esto, porque nosotros somos promotores del deporte social, de actividades sanas que alberguen a los jóvenes y les den un lugar seguro para no estar en la calle», contó.
Hasta el momento fueron varias las obras e inversiones que la vecinal costeó con fondos propios. Entre ellas reparaciones en el piso del gimnasio, mantenimientos varios y la colocación de dos equipos de aire acondicionado en unas oficinas que no tienen calefacción y fueron prestadas para los profesores.
Personas de otros barrios como Sapere, Confluencia, Villa Farrell y otros sectores del este acuden al lugar para asistir a sus distintas actividades.
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