Bariloche, la ciudad de las cámaras de vigilancia

Bariloche cerrará el año con 150 cámaras de seguridad ubicadas en distintos puntos de la ciudad. Esas imágenes son supervisadas por el Centro de Monitoreo que funciona las 24 horas.

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Cuando el intendente Gustavo Gennuso asumió la gestión en 2016, había solo 6 cámaras de video en la zona céntrica. Poco a poco, la Dirección General de Seguridad fue adquiriendo domos de 360 grados, cada vez más sofisticados.

Este viernes, se instalarán equipos móviles para monitorear los escenarios de la Fiesta Nacional de la Nieve, desde una «sala de comando» conformada por personal de Protección Civil y la Policía de Río Negro.

«Tenemos previsto la instalación de nueve equipos de acá a fin de año. De esta forma, estaremos arribando a los 150 equipos al término de la gestión«, resumió Raúl Quinteros, director general de Seguridad de Bariloche.

Recalcó que años atrás, había solo 6 equipos, pero la ampliación del sistema de enlaces permitió avanzar en la instalación de cámaras en toda la ciudad. El municipio instaló cámaras incluso en el puente del río Limay y en un sector de la ruta 23, a pedido del gobierno provincial durante la pandemia por Covid-19.

Resaltó que las imágenes de las cámaras de seguridad han permitido aportar pruebas en numerosas causas judiciales. Puso como ejemplo el femicidio de Valeria Coppa en la zona de la Catedral de Bariloche. En esa oportunidad, las cámaras permitieron identificar al autor del crimen, el vehículo en el que se desplazaba e incluso hacer un seguimiento del auto.

Cada cámara tiene un valor que ronda los 2000 a 3000 dólares. En el sistema de enlace, se han invertido entre 40 a 50 mil dólares, que incluye la actualización del centro de monitoreo.

«Las nuevas cámaras incorporan inteligencia artificial. Con mejor tecnología, es posible incluso identificar personas. Eso permite que hoy, las búsquedas sean más rápidas. La herramienta es cada vez más práctica», señaló el funcionario municipal.

Respecto a los últimos 9 equipos, Quinteros señaló que ya se instaló uno en la zona del barrio Belgrano y próximamente, se agregará otro en la Catedral, una zona de conflicto por las carreras de auto tunning y otros dos en el Vertedero para controlar incendios intencionales. También se sumará la zona de Elordi y Tiscornia, «a pedido de los vecinos».

«Todas las zonas tienen la misma cantidad de equipamiento. Tratamos de ser equitativos. Este primer proceso estuvo vinculado a la zonas de mayor circulación. Ahora, habrá que empezar a entrar en los barrios. Hay nuevas zonas urbanizadas que no existían cuando iniciamos la gestión», afirmó.

«Hablamos de un ejido de 200 kilómetros cuadrados -agregó-. Es segundo más grande de toda la Argentina. Y que hoy podamos tener tecnología instalada para colocar equipos es trabajo importante».