Los municipios de Río Negro dan pelea a la inflación con su política salarial

En las principales ciudades de Río Negro, excepto en Cipolletti, la pauta acordada con los gremios logró superar el índice de precios. Las negociaciones siguen para el último tramo del año.

Luego de arrancar el año con acuerdos salariales que no conseguían empardar la disparada inflacionaria de aquellos meses, los trabajadores municipales de las principales ciudades de Río Negro consiguieron remontar esa cuesta y en buena medida recuperaron lo perdido.

Hay casos como el de Cipolletti, donde todavía esa carrera les resulta desfavorable, pero tanto en Roca como en Viedma y Bariloche los gremios que pulsean en paritarias con los gobiernos municipales se jactan de haber obtenido recomposiciones que le ganan al índice de precios al consumidor acumulado para el período enero/julio.

En lo que va del año, según el Indec, la inflación promedio en el país fue del 87%, aunque con variaciones temporales bien pronunciadas: en enero se registró un pico que superó el 20% y en julio se redujo al 4%. En Río Negro (con medición limitada a Viedma) el registro para los primeros siete meses fue del 86%.

La negociación salarial en Bariloche


En Bariloche, el año empezó para los municipales con la aplicación al salario básico de dos sumas fijas por 60 mil pesos en enero y febrero, que estaban pactadas desde el año anterior. En marzo, ya en la primera negociación con el nuevo gobierno del intendente Walter Cortés, el Soyem consiguió recomposiciones del 17% para ese mes y 17% para abril.

La negociación paritaria siguió luego con un acuerdo trimestral del 26% desagregado entre mayo (10%), junio (9%) y julio (7%). Días atrás las partes cerraron una nueva negociación, en la que no faltaron rispideces, y se firmó por un 6% de aumento con los salarios de agosto, más otro 5% en septiembre y 4% en octubre.

El secretario de Actas y Acción Social del gremio, Juan Ivanisevich, dijo que en todos los casos son aumentos “acumulativos”, es decir que cada porcentaje se aplica sobre los haberes del mes anterior. De esa forma el acumulado anual, según el dirigente, “da un 31% por arriba de la inflación”.

Señaló que el salario básico testigo de la categoría 16 estaba en 220.000 pesos en enero y actualmente quedó fijado en 512.000. Para el Soyem, según subrayó, es un paso adelante “muy importante” que ahora las subas se pacten por porcentaje y no con montos fijos, como lo imponía el exintendente Gustavo Gennuso.

“A principios de año la situación era más compleja, pero ahora a medida que baja la inflación nos demanda más sintonía fina, tanto a los trabajadores como al gobierno. Ya no se discute por puntos sino apenas décimas más o décimas menos”, dijo Ivanisevich.

Aseguró que hoy un municipal en Bariloche, sin función jerárquica, gana de bolsillo alrededor de 1.050.000 pesos, ya que al básico de 512.000 se le agrega el 40% de zona y los adicionales de título, cargo y la antigüedad que corresponda.

Roca con acuerdo hasta noviembre y en Cipolletti acusan atraso



En Roca los empleados del municipio llegarán a noviembre con aumentos promedio del 10% mensual en sus salarios y restará ver cómo se comportan los precios al consumidor en los próximos tres meses para determinar si superan la pauta inflacionaria.

Algunos sindicatos expresaron una mirada optimista luego de sellar el último acuerdo. Por caso, desde ATE indicaron que el sendero establecido “permite mantener un esquema de incrementos mensuales sustancialmente por encima de la inflación”, lo cual les permitió “recuperar lo perdido en los primeros meses del año”.

En Cipolletti las mejoras en los haberes fueron algo más modestas y según el Soyem, con el último informe del Indec, cerrado en julio, los salarios municipales perdieron hasta ese mes un 11% de poder adquisitivo.

La realidad de los municipales de Viedma



En la capital provincial los municipales lograron un piso de mejora salarial del 93% en el período enero/agosto, según lo apuntado por la secretaria de Hacienda, Yanina Dinardo. La negociación para el próximo trimestre está en pleno desarrollo y el gobierno del intendente Marcos Castro se apresta a liquidar incrementos mensuales del 6% en ese período.

Los tres gremios que participan de la paritaria -ATE, UPCN y Soyem- manifestaron su rechazo y los funcionarios municipales modificaron la propuesta inicial para otorgar un 7% en octubre y conservar el 6% en septiembre. El viernes hubo otra reunión y el gobierno no llevó nuevas ofertas, salvo cambios menores en algunas bonificaciones.

El Soyem reclama un 15% de incremento con los sueldos de septiembre y un porcentaje similar en octubre. Las partes entraron en cuarto intermedio hasta el próximo martes.

La relación de los gobiernos locales y gremios


En la relación entre los gremios y los gobiernos locales inciden también otras variables, por ejemplo la incorporación de más personal o los periódicos pases a planta.

En Bariloche, por ejemplo, el Soyem mencionó como una señal de alerta la decisión de Cortés de frenar el ingreso de nuevo personal contratado. Hoy el plantel total del municipio supera ligeramente las 2.000 personas. Desde el gremio advirtieron que ese congelamiento deriva necesariamente en una mayor exigencia para los trabajadores y la realización de más horas extra.

En Cipolletti, junto a los reclamos salariales, los sindicatos presentaron propuestas para incorporar sumas no remunerativas a los salarios básicos y para discutir un nuevo pase de contratados a planta permanente. La última se acordó el año pasado. En Roca, mientras tanto, valoraron el logro de un incremento especial del 60% en las horas cátedra, que benefició a más de 200 trabajadores.

Un dato a subrayar es que solo en Bariloche la negociación, del lado de los trabajadores, está concentrada por un solo gremio -el Soyem-, que exhibe un poderío visible y una estrategia propia, definida en asambleas. En Roca la representación gremial está dividida en cuatro organizaciones. En Ciplletti existe un “frente sindical” que agrupa a ATE, Soyem y UPCN, más un cuarto gremio -Sitramuci-, que negocia por su cuenta.

Mientras que en la capital provincial la voz de los trabajadores en las paritarias también está repartida en tres gremios: Soyem, ATE y UPCN.

Asimetría en las estrategias oficiales con los salarios



A la hora de pulsear por los salarios con los gobiernos de los municipios, los trabajadores estatales de esa franja miran siempre de reojo lo que ocurre en la provincia, donde el gobierno mantuvo a lo largo del año un agitado ciclo de tironeos y acuerdos en los que no faltaron las medidas de fuerza y los desafíos mutuos, relacionados en muchos casos con la modalidad elegida por el gobernador Alberto Weretilneck, que impuso las ofertas de aumentos no remunerativos de suma fija y desechó los porcentajes.

Recién en la última paritaria docente decidió ofrecer una mejora proporcional y atada a la inflación, aunque fue calificada de “insuficiente” por la Unter. En tanto, en la Función Pública, donde se negocia el resto de la administración, las pautas continúan con sumas fijas.

Los incrementos por bonos complican el cálculo a la hora de comprobar si los salarios consiguieron compensar el alza de precios. Aunque el gobierno subrayó más de una vez en su comunicación que ese tope había sido superado, los gremios no terminaron de convalidar esa interpretación.

La decisión de algunos intendentes afines, como el viedmense Marcos Castro, de negociar aumentos por porcentaje molestaron al gobernador. La nueva gestión en el municipio capitalino había largado en febrero con una oferta del 25%, pero el ruido que generó por la diferencia con la línea de acción que seguía la provincia lo llevó a ofrecer en marzo una suma fija de 62.000 pesos para todos los trabajadores. A partir del mes siguiente Castro volvió a los porcentajes.

El resto de los municipios más grandes de la provincia también se inclinaron por desmarcarse y negociar incrementos proporcionales y aplicados al básico, con carácter “remunerativo”.

Las cuentas pendientes con los trabajadores municipales



En las mesas de intercambio que las conducciones gremiales mantienen con los intendentes aparecen regularmente otras demandas de los trabajadores, que van más allá de las urgencias salariales.

En Bariloche el Soyem pugna por mejorar “las condiciones de trabajo” y plantea reclamos constantes por la indumentaria, los baños y las categorizaciones.

En Cipolletti trabajan en la elaboración de un nuevo Convenio Colectivo de Trabajo, que es una antigua aspiración del personal municipal y una deuda del Ejecutivo. Durante la gestión anterior, de Claudio Di Tella, las partes tuvieron algún avance con ese tema y ahora la expectativa es que el borrador del convenio esté listo antes de fin de año.

En Roca hay un debate pendiente entre los gremios y el municipio por las asignaciones familiares, que no fueron actualizadas y recién se analizarán durante septiembre.

*Con aportes de agencias Viedma, Roca y Cipolletti.


Luego de arrancar el año con acuerdos salariales que no conseguían empardar la disparada inflacionaria de aquellos meses, los trabajadores municipales de las principales ciudades de Río Negro consiguieron remontar esa cuesta y en buena medida recuperaron lo perdido.

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