Los ocho puntos que se cuestionan del proyecto hotelero en el oeste de Bariloche

Los vecinos que integran la Pro Reserva Natural Urbana Morenito Ezquerra y El Trébol objetaron el proyecto urbanístico Las Promesas en el kilómetro 18,8 de la avenida Bustillo.

Los vecinos nucleados en la organización Pro Reservas Natural Urbana Morenito Ezquerra
y El Trébol y el Observatorio por el Derecho de Bariloche cuestionaron la resolución del intendente Gustavo Gennuso que avala el proyecto de urbanización Las Promesas, en el kilómetro 18,8 de la avenida Bustillo.

Manifestaron que tanto en esta iniciativa como en el proyecto hotelero Cauma en la costa del lago Moreno, los vecinos no tuvieron la posibilidad de «participar y opinar como lo regula el Código Urbano del 80 y las ordenanzas posteriores» ya que desde el 2012 no fueron informados del proceso del expediente.

«Para la aprobación de los dos emprendimientos no se le dio participación a la comunidad cuando se prevé un impacto en la calidad de vida de los habitantes». Insistieron en que ya hay una «insuficiente infraestructura de servicios» y a la vez, se generará una «mayor congestión del tránsito».

Plantearon que tampoco se consultó a las unidades de gestión local, como el Departamento Provincial de Aguas, los bomberos, el Splif, las universidades, las juntas vecinales, Defensa Civil, Policía y la Unidad Coordinadora del Concejo Municipal.

Los vecinos insistieron en que el proyecto original Constelación Sur (ahora llamado Las Promesas) «se afirma en el código urbano de 1980 y 1995, cuando las ordenanzas que rigen la Reservas Naturales Urbanas ya estaban vigentes dos años antes de que se aprobara el inicio de obra».

Tanto el proyecto Cauma como Las Promesas contemplan humedales que, según los vecinos, «se verían intervenidos gravemente». En el caso de Las Promesas, gran parte del loteo se desarrollaría sobre un humedal «que genera un arroyo que deriva sus aguas a Bahía Campanario, de la cual toman agua la mayoría de las juntas vecinales del oeste».

Otro punto que se cuestiona es que los residuos cloacales «escurrirían indefectiblemente hacia el lago Nahuel Huapi». «Tampoco se sabe cómo el hotel 5 estrellas va a contener el volumen de aguas servidas que devendría con su funcionamiento», indicaron.

Agregaron que parte del proyecto se concretaría en la zona de protección de la reserva natural urbana, donde está prohibida la instalación de infraestructura y cuestionaron el apeo de más de 150 árboles y la realización, «sin autorización», de un camino interno que destrozó raíces y renovales.

«Lugares en Bariloche que conserven su antiguo e incomparable paisaje quedan pocos, merced a los negociados y la avidez inmobiliaria. Los grandes inversores quieren justamente instalar sus negocios en nuestras reservas, para luego dejarlas convertidas en lugares degradados como los que ya destrozaron», señaló María Ruffo, referente de la Junta Vecinal El Trébol. Y mencionó: «Basta ver los kilómetros 6 y 7 de Bustillo y la costa del kilómetro 1 como ejemplo de destrucción de los bosques por parte de los grandes emprendimientos, con el consentimiento de nuestros funcionarios».


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