Murió el cómico Mario Sánchez

CÓRDOBA (Télam).- A los 71 años, en Villa Carlos Paz donde residía desde 1988, falleció ayer a la madrugada el actor cómico Mario Sánchez, de un paro cardíaco que le provocó una embolia, según lo señaló su esposa Marta que lo acompañaba en la clínica Punilla, donde se encontraba internado.

En declaraciones radiales, su esposa calificó como de «repentina» la muerte del cómico, nacido en la provincia de Mendoza, en 1936, porque «estaba muy bien y el médico ya le iba a dar de alta este fin de semana».

Recordó Marta, que el artista de 71 años, «tenía problemas circulatorios por la diabetes, con algunas arterias taponadas y le estaban haciendo unos estudios para hacerle un by pass». Se estaba tratando, porque quería trabajar en la temporada».

«El lunes le tuvieron que amputar un dedo del pie, porque había un proceso infeccioso, pero salió bien de la operación y ayer le habían hecho una arteriografía, pero había algo en alguna parte de las arterias que estaba taponado y eso se movió y produjo la embolia», explicó. «Le ocasionó un paro cardíaco y no pudieron recuperarlo», se lamentó su esposa junto a los dos hijos del matrimonio, una mujer médica y un varón ingeniero en sistemas que le habían dado cuatro nietos, a quienes «Mario adoraba».

Mario Sánchez había comenzado a trabajar con Héctor Larrea en Radio Rivadavia de Buenos Aires, y se fue abriendo camino, además trabajó en televisión en varios ciclos de Gerardo Sofovich. A la par de una dilatada campaña en el teatro, el cine también lo tuvo como actor en varios filmes nacionales, como: «Los colimbas al ataque» (1987); «Galería del terror» (1987); «Los fierecillos se divierten» (1983); «Los éxitos del amor» (1979); «La fiesta de todos» (1978), «No hay que aflojarle a la vida» (1975); «Yo tengo fe» (1974). El reconocido humorista cordobés, «Negro» Álvarez, calificó a Sánchez, como «un cómico de verdad, y no un memorista de chistes, porque era gracioso en todo lugar, de cualquier macana creaba una situación risueña». «En mi carrera, Mario Sánchez, siempre va estar presente, porque cuando yo ingresé al teatro de revistas, por su recomendación lo hice junto a Adriana Aguirre, que por entonces era una de las destacadas de ese rubro», concluyó Álvarez.