Apareció la prueba «perdida» por la fiscalía de Neuquén en un caso de violencia de género
Habían anotado mal el número de cadena de custodia. Se trata de un ataque a balazos que sufrió una mujer, dos años antes de convertirse en víctima de femicidio.
Figueroa será juzgado en los próximos meses por un jurado popular. Foto Matías Subat.
El fiscal de la Unidad de Asignación de Casos de Neuquén, Diego Azcárate, afirmó que fueron encontrados los secuestros que se habían «perdido» en la investigación por abuso de armas contra Roberto Figueroa, el hombre que en 2021 ingresó a los tiros a la casa de quien había sido su pareja, Gisela Fuentes, en Centenario. El hallazgo llegó muy tarde y se topa con una dolorosa realidad: la mujer fue una de las nueve víctimas de femicidio que hubo en la provincia en 2023.
Este fin de semana RÍO NEGRO publicó que la fiscal de Violencia de Género, Carolina Mauri, explicó en un informe, al que recién se tuvo acceso en 2024, los motivos por los que en su momento no formuló cargos contra Figueroa. Los había anticipado el año pasado, pero la formalidad está vinculada a que debe examinarse su accionar, es decir si al no acusar al hombre y archivar la causa tomó la decisión correcta, con los elementos que tenía.
Mauri manifestó que no contaba «con la prueba material suficiente para sostener» la imputación y que en el fuero de Familia, donde se habían tomado medidas cautelares para proteger a Gisela, el hombre las acató.
En las paredes de la casa de la mujer había impactos de proyectil y se identificaron dos plomos.
La funcionaria planteó que cuando le pidió al Departamento de Criminalística de la Policía el informe pericial con los elementos secuestrados lo mandaron por error a otra unidad fiscal, que está a cargo de Azcárate, y allí nunca fueron localizados.
Archivó el caso en noviembre de 2022 y en el sistema Lotus se registró en febrero de 2023.
El fiscal dijo que luego de que el caso se publicara el 4 de octubre de 2023 en este diario, «se comenzó con la búsqueda en forma manual de secuestros que pudieron haber quedado sin carga en el sistema informático». Advirtió que el número de cadena de custodia era diferente al que había escrito Mauri en el archivo.
Indicó que el legajo fue «iniciado/cargado al sistema informático en fecha 16/12/2021 siendo que la cadena de custodia surge que fue recepcionado en mesa de entradas de esta Unidad Fiscal el día 10/12/2021, es decir una semana antes motivo por el cual al momento de la recepción era imposible determinar con que legajo se relacionaba, dado que, como se dijo recién se cargó en el sistema informático varios días después».
Azcárate sostuvo: «teniendo en cuenta esta última circunstancia, sumado a que nunca se me formuló oficialmente algún pedido y/o reclamo sobre el destino de esos elementos, puede decirse que, de haberse hecho, seguramente hubiera resultado dificultoso su hallazgo dado que se contaba con un número de cadena de custodia distinto al que efectivamente se indivualizaron los secuestros, máximo cuando tampoco se hallaba iniciado el legajo informático».
La cadena de custodia es el conjunto de medidas que deben adoptarse para preservar la identidad e integridad de objetos o muestras que pueden ser fuente de prueba de hechos criminales. Cualquier alteración derivaría eventualmente en una nulidad.
El domingo 1 de octubre de 2023, a las 6 de la mañana, Figueroa estacionó su vehículo saltó un portón y gritó: «con quién estás, lo voy a matar«. Baleó a Gisela e hirió al hombre que se encontraba con ella. El 2 de octubre, cuando lo acusaron ahora sí por el femicidio, su defensa expuso el accionar de la fiscalía en 2021.
La nota de Azcárate (a la que RÍO NEGRO pudo ver ayer) fue presentada el 24 de octubre del año pasado, 14 días después de que Mauri remitiera el informe al fiscal jefe, Maximiliano Breide Obeid, de quien depende.
Figueroa deberá enfrentar ahora un juicio por jurados y al fiscal general, José Gerez, le tocará evaluar el desempeño de su plantel.
Comentarios