Murió el ex militar carapintada Mohamed Seineldín

Protagonizó dos levantamientos contra gobiernos democráticos

BUENOS AIRES.- El ex militar carapintada Mohamed Alí Seineldín, protagonista de dos alzamientos contra los gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem, falleció ayer por la tarde como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio a los 75 años de edad y sus restos eran velados anoche en la Ciudad de Buenos Aires.

La muerte del ex militar, que había sido indultado en 2003 por el entonces presidente Eduardo Duhalde, se produjo en las oficinas donde trabajaba en esta ciudad. «Seneldín se desplomó en su oficina y llegó muerto al Sanatorio Otamendi», informó un allegado al ex coronel, veterano de la Guerra de Malvinas y líder del alzamiento militar de 1990 contra el gobierno de Carlos Menem.

Sineildín, alejado de la vida política, colaboraba con la Fundación Cuerpo y Alma, una entidad sin fines de lucro creada en 2006 que se dedicaba a realizar trabajos de atención primaria de la salud en pacientes de bajos recursos del interior del país.

El ex militar fallecido fue, junto al ex coronel Aldo Rico, una de las máximas expresiones políticas del movimiento de militares carapintadas que buscaron resistir las investigaciones sobre violaciones a derechos humanos en los mandos intermedios del Ejército, mientras intentaron cambiar la cúpula castrense en los primeros años de la democracia.

Protagonizó dos alzamientos contra presidentes democráticos y en 1990 fue condenado a muerte, en una pena conmutada por cadena perpetua, tras asumir la jefatura de una rebelión militar en la que murieron 14 personas, cinco de ellas civiles.

El ex coronel tuvo una etapa de gran prestigio militar por su participación en la guerra de Malvinas, de la que derivó un halo de virtual héroe por sus acciones como comando ante las fuerzas británicas. También había participado en la preparación de las huestes militares que lucharon contra la guerrilla en los años 70, en particular en Tucumán.

Seineldín gustaba presentarse como un nacionalista de tendencia conservadora contrario a los militares «liberales» que comandaban las fuerzas durante la dictadura y exhibía una fuerte espíritu norteamericano. Tras ser ascendido a coronel en 1984, fue designado agregado militar en la embajada argentina en Panamá, desde donde tomó contactos con el entonces presidente Manuel Noriega.

Regresó a Argentina y en 1988 lideró desde el cuartel de Villa Martelli una rebelión carapintada contra Alfonsín, en la que se rindió tras llegar a un aparente acuerdo con el jefe del Ejército y pronto tomó contacto con el candidato justicialista a la presidencia, Carlos Menem, de quien pasó a ser un virtual asesor militar informal. Sin embargo, el vínculo con Menem terminó por resquebrajarse por promesas incumplidas y el 3 de diciembre de 1990 Seineldín se hizo cargo de una rebelión carapintada, con un gran despliegue de violencia. (DyN)


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