Murió Peret, padre de la rumba catalana
El cantante y guitarrista falleció de cáncer de pulmón.
Música
El cantante y músico español Peret, considerado el padre de la rumba catalana, murió hoy miércoles 27 de agosto con 79 años en el hospital de Barcelona en el que llevaba días ingresado por un cáncer del pulmón.
 
La familia del artista gitano informó su muerte tras haberla desmentido horas antes, después de que el Departamento de Cultura del gobierno regional de Cataluña la anunciara sin que aún se hubiera producido.
 
Aunque durante el tratamiento pudo abandonar el hospital, sufrió una recaída y llevaba días muy grave bajo sedación.
 
Peret, cuyo verdadero nombre era Pere Pubill, informó de que padecía cáncer el 30 de julio y anunció una retirada temporal de los escenarios. La enfermedad le fue diagnosticada hace solo unas semanas, cuando preparaba el lanzamiento de su primer disco íntegro en catalán y de otro trabajo en español.
 
«Aunque uno cree que los asuntos de la salud son privados, quisiera comunicar que hace unos días me fue detectado un cáncer», señaló en su web.
 
Entonces se mostró optimista sobre las posibilidades de superarlo. «Estoy siguiendo el tratamiento correspondiente, y los médicos me aseguran que no tardaré mucho en subirme de nuevo a los escenarios, que es lo que más me gusta en el mundo», escribió.
 
«Por experiencia sé que una enfermedad como esta hay que afrontarla con entereza y optimismo. ¿No era acaso yo quien cantaba que es preferible reír que llorar y que así la vida se debe tomar?», agregaba con el buen humor que le caracterizaba.
 
Un mes después, el artista barcelonés falleció dejando un legado musical que trascendió las fronteras y que marcó varias generaciones de artistas españoles como Los Amaya, Ojos de Brujo, Estopa o Macaco. La enfermedad irrumpió en la vida del cantante cuando estaba ultimando el lanzamiento de su primer disco «íntegramente en catalán» y terminaba otro en castellano. También se encontraba activo sobre los escenarios.
 
 
Nacido en la localidad barcelonesa de Mataró en 1935, Peret debutó en los escenarios en los años 40 y desde entonces publicó 27 discos y participó en varias películas.
 
En 1974 representó a España en el Festival de Eurovisión con el tema «Canta y sé feliz». Entre sus míticas rumbas destacan también «Una lágrima» y «Borriquito».
 
Con esa canción y otras, como «Una lágrima», «El mig a mic», «Rumba pa ti» o «El muerto vivo», vendió millones de discos en Europa y América.
 
Tras dejar la música a principios de los años 80 para unirse a la Iglesia Evangélica de Filadelfia como pastor, Peret regresó décadas después y volvió a cosechar grandes éxitos.
 
Su composición «Gitana hechicera» fue uno de los emblemas musicales de los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992.
 
Es conocido como el creador de la rumba catalana, un género musical surgido en la España de los años 1950.
 
Fue «fruto de una idea suya bien ingeniosa: unir el mambo y el rock and roll», explica la biografía publicada en su página web oficial.
 
«Peret tomó prestado el ritmo del mambo (por extensión de la música cubana y caribeña), se quedó con la armonía y con esos metales que él intentó trasladar a las cuerdas de su guitarra española, no flamenca», agregaba.
 
Golpeando la madera a modo de percusión inventó una técnica que más tarde sería bautizada como el «ventilador».
 
«Lo suyo era algo nuevo, distinto, con lo que se distanciaba de la rumba flamenca que se practicaba en algunos barrios de Barcelona», afirma su biógrafo Juan Puchades sobre este particular ritmo que hizo a Peret internacionalmente conocido.
 
Su álbum Peret, de 1968, fue incluido por la revista «Rockdelux» en la lista de los 100 mejores discos españoles del siglo XX.
 
Fuente: AP/DPA/Telam.
“El muerto vivo” una colaboración de Peret con Marina de Ojos de Brujo.
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