Sacaron los radares de la Ruta 22 y volvió el peligro de la velocidad

Por las tareas de fresado y los trabajos de Vialidad, la Municipalidad retiró el control sancionatorio para no generar más inconvenientes a los automovilistas. La circulación volvió a ser rápida y los cruces de carriles, sin marcar, son una constante.

El 2019 llegará sin controles de velocidad con radares sobre la Ruta 22 en Neuquén y no hay fecha cierta de cuándo se retomarán.

El director municipal de Tránsito, Facundo Churrarín, explicó que se realizaron operativos hasta los primeros días de diciembre, pero luego se interrumpieron porque “había una serie de reparaciones, máquinas que estaban trabajando. Cortamos la medición para no generar más inconvenientes sobre la calzada”.

Los trabajos a los que hizo referencia el funcionario fue el fresado que realizó Vialidad Provincial sobre la Ruta 22 entre Plottier y Cipolletti, como parte del acuerdo con Nación por el traspaso del mantenimiento de la Autovía Norte. Estas tareas aún no han finalizado ya que en febrero se comenzaría con la repavimentación para luego pintar las señales y terminar la refacción en marzo o comienzos de abril. Con esta actividad por delante, habrán nuevos cortes de ruta, por lo que se puede suponer que nuevamente se interrumpirán los controles con radares.

Además, no es la primera vez que se le pone pausa a los operativos, en los que se comenzó a multar desde septiembre, aunque anteriormente se realizaron con fines de concientización. La falta de inspectores obligó a suspender los controles con radares ya que el personal estaba distribuido entre la gran cantidad de obras que se desarrollaban dentro de la ciudad, como la del Metrobús o el desagüe de la calle San Martín.

A comienzos de noviembre, Churrarín informó que estaban reorganizando los equipos de trabajo para retomar los operativos y resaltó que a pesar de la interrupción, los radares ya habían tenido un impacto positivo porque se había registrado una disminución de accidentes durante los fines de semana.

Otro punto de la ciudad que tampoco tiene controles con radares, como estaba previsto, es la continuación de la Ruta 7 que dentro del ejido urbano toma el nombre de avenida Raúl Alfonsín. El escollo que se presentó en este tramo fue que la velocidad máxima permitida en la ciudad es de 40 kilómetros por hora, mientras que el promedio registrado en el que realmente circulan los vehículos es de 75 km/h. Por esto, se iniciaron las gestiones para elevar la máxima a 60 km/h, como en las rutas nacionales.

Sobre el tema, Churrarín detalló que se espera que el área de Planeamiento Urbano termine de definir la velocidad máxima, a la par que se terminan algunas reparaciones, aspecto en el que ya se avanzó con el pintado de las demarcaciones.

El rastrillaje

Las sendas peatonales desaparecieron

El rastrillaje y levantamiento de la primera capa de asfalto de la Ruta 22 eliminó la sendas peatonales. La consecuencia del estado de la ruta es que se borraron las sendas peatonales, como se ven en la Ruta 22 y avenida Argentina, en la calle Chaco y en Bejarano a la altura de la terminal. Esto hace que los autos se sitúen por encima del límite del cruce y los peatones no pueden visualizar por dónde deben caminar. La pintura blanca que alguna vez sirvió de señalización, hoy es imperceptible a la vista.

florencia salto

Datos

1 cm
es el fresado más fino que se hace a la cinta asfáltica para eliminar baches y unificar el suelo antes de pavimentar.

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