«No estamos satisfechos con las investigaciones de la Corte»

o 31 de agosto, accedió a dialogar durante casi dos horas con «Río Negro» en su despacho de la sede diplomática israelí, en pleno centro de Buenos Aires.

– Cuando se instaló en Buenos Aires ya se había producido el atentado contra la Embajada, pero pocos meses después de su llegada se produjo el de la AMIA. ¿Cómo marcaron las dos tragedias su gestión al frente de la representación diplomática?

– Nunca había existido un enfrentamiento tan duro entre un Embajador extranjero y la Corte Suprema de Justicia argentina en contra de la proposición de cerrar la causa sobre el atentado de la Embajada. Tuvimos que luchar durante cuatro años contra esta teoría que nadie podía pensar que se instalara en la máxima instancia judicial de este país: el convencimiento de uno de los jueces que hubo una implosión y que los responsables del atentado fue la ultraderecha israelí. Le tomó mucho tiempo a mi Embajada explicar, presionar y por suerte, por el momento las dos causas -también la de la AMIA- continúan abiertas. En el caso de la Embajada hay un pronunciamiento de la Corte que no es satisfactorio para Israel. Han dicho, después de tanto tiempo transcurrido, que la conexión internacional es la Yihad Islámica y que fue un atentado propiamente dicho. Si bien siguen con las investigaciones, de las pericias surgen muchas preguntas que involucran a la Policía Federal y que hasta hoy no tenemos respuesta.

-¿Se refiere usted a la cuestión de la vigilancia en torno a la Embajada el día del atentado?

– Sí. Me refiero a las custodias, al patrullero que debía pasar durante todo el tiempo y que pasó dos minutos antes de la explosión y vio que no había ningún policía frente a la sede de la Embajada y no dio aviso alguno. No tenemos una explicación a esto y me parece grave. En cuanto a la AMIA, el juez Galeano hizo una investigación poniendo todo su esfuerzo. Y esto se debe decir. Porque cuando el magistrado asumió la investigación no sabía absolutamente nada sobre el conflicto de Oriente Medio, ni lo que son y representan los movimientos terroristas. Galeano tuvo que aprender, recibió todo el apoyo de nuestra parte y está investigando. Yo sé que hay críticas, pero iremos al juicio oral aunque lamento que se haya postergado su celebración para fin de este año. La ley del arrepentido se sancionó por la cuestión esta de los atentados terroristas y que podría ayudar al juicio. Hay sospechosos, pero me parece que el juicio oral va a esclarecer un poco más y, por qué no, determinar si otras personas que son sospechosas pudieran ser juzgados también.

– ¿A qué atribuye que no se haya avanzado en las responsabilidades de la Policía Federal en el primer atentado?

– Yo puedo atribuir sólo a los que investigan, a los responsables de la misma. Yo insistí varias veces porque yo también leí la pericia y esto no se ha investigado. No tenemos una respuesta que nos satisfaga.

– ¿Y esto se lo planteó a Menem en su momento?

– Yo le manifesté esto al presidente de la Corte Suprema, Nazareno, y también hablé con Menem y con el ministro Corach, pero a mí me parece que la investigación compete a la Corte Suprema. Tuve numerosas reuniones con Nazareno y con los ministros de la Corte y todos tomaron nota, pero hasta la fecha no hay nada al respecto. Puede que ellos lo estén investigando en secreto, pero le puedo decir que hasta ahora yo no he recibido ninguna explicación.

-¿Las autoridades actuales de Interior le informaron si han avanzado al respecto?

– Todavía no he recibido ninguna señal y espero que lo hagan.

– Varias personas conocedoras de la investigación de ambos atentados creen que es muy difícil, dado el tiempo transcurrido, localizar a los autores intelectuales y materiales de los hechos. ¿Es optimista al respecto o también cree que se han perdido demasiadas pruebas?

– Yo represento a un pueblo que tiene mucha esperanza. Sin esperanza, Israel no podría haber llegado nunca al sitio que hoy ocupa. Es cierto -como usted dice- que se han perdido muchas pistas y también es verdad que ha pasado mucho tiempo. Este es un crimen internacional y existieron varios componentes para llevarlo a cabo. Si alguien, en algún lugar del mundo pudiera brindar algún dato que pudiera servir al esclarecimiento, es necesario que las causas sigan abiertas. Nosotros vamos a seguir adelante, no sólo por venganza -y en este sentido debo decirle que a veces yo mismo tengo este sentimiento-, porque si no se aclaran estos dos atentados las posibilidades de otros atentados existen en Argentina. Cualquiera que sea el líder del movimiento terrorista que llevó a cabo estos atentados y no fue castigado, regresará nuevamente para realizar otro y no es sólo la comunidad judía la que debe exigir el esclarecimiento de los dos crímenes, sino que toda la sociedad argentina debe presionar para encontrar a los culpables.

– ¿Por qué hay críticas de la comunidad judía argentina al desempeño de la Embajada en torno a las investigaciones?

– A los familiares de las víctimas yo los comprendo, ellos están buscando y van a seguir buscando a todos los culpables. Pero ellos deben entender que el Embajador representa al Estado de Israel y no representa sólo a los familiares porque ellos están representados por sus dirigentes y ellos tienen el apoyo del Estado judío. Todo lo que ellos piensan que se puede hacer, a veces no se puede hacer con los criterios que nosotros tenemos y a veces ellos pueden ver cosas que les duelen, y que nosotros estamos haciendo para conseguir. Yo no debo estar permanentemente con ellos y pedir justicia. Esto lo he hecho, pero también hay otros caminos como los diplomáticos. Hay cosas que se hacen que no debemos mencionar o decir, si queremos llegar a ciertos datos. No se da y se va a dar un informe de cada paso que hacemos y yo lo lamento, pero quiero que se sepa que estamos todos juntos, del mismo lado, para esclarecer los atentados. Y lamento si a veces no explicamos lo suficiente a la comunidad judía y quiero que sepan que el próximo Embajador que venga a Buenos Aires, va a seguir por el mismo camino.

– Usted comenzó siendo Embajador en épocas de Rabin y sobrevivió a los gobiernos de Netanyahu y de Barak. ¿Existieron diferentes matices de esas administraciones respecto a las investigaciones de los atentados?

– En estos siete años que llevo en Argentina, no ha habido cambios en el tema de los atentados. Siempre tuve las mismas instrucciones por parte de los diferentes gobiernos de mi país y así se hizo. Visité a los jueces de la Corte Suprema, a Galeano, hablamos con los responsables políticos pero el cambio de gobierno en Israel no cambió la postura frente a los atentados.

– Recientemente el ministro del Interior, Federico Storani, anunció que se creaba un cuerpo especial para profundizar las investigaciones. ¿Tiene mayores precisiones al respecto?

– Bueno, parece increíble, pero yo no he sido informado. Yo espero que esta gente estará a disposición de los investigadores, de la Corte y también del juez federal. Y ya veremos si esto tiene éxito o no.

– Una de las posibilidades sobre los atentados lleva a considerar que estarían más vinculados a compromisos asumidos por el ex presidente Menem con ciertos países árabes en el transcurso de sus campañas electorales de 1988 y 1989. Está acreditado que Menem recibió de países como Libia y Siria unos 40 millones de dólares en esos años a cambio de la entrega del misil Cóndor y de tecnología nuclear. ¿Tiene opinión formada sobre esta hipótesis?

– Yo he tomado nota sobre esas hipótesis, que las consideré serias, pero debo decirle que hubo declaraciones muy claras de los dirigentes de Hizbollah que dijeron que para ellos el blanco era el Estado judío y todas las comunidades judías en el mundo y esa es la política que están manejando desde hace mucho tiempo. Se podría tomar esta especulación que usted plantea, porque aquí nadie podía pensar que podía ocurrir lo que ocurrió. Personalmente no me parece que los atentados se hayan producido por cuestiones pendientes que Menem haya podido tener o no con Libia o con Siria. Para mí, lo ocurrido fue una señal de lo que fue y es la política iraní y del Hizbollah contra el Estado de Israel y el pueblo judío. Pero mire usted: mientras la pericia del primer atentado estuvo cajoneada, llegó el segundo por las mismas razones, porque el blanco es la comunidad judía e Israel.

– Pero llama mucho la atención que Israel no haya respondido en represalia por los atentados ocurridos en Buenos Aires…

– Ha habido represalias y le puedo asegurar que Hizbollah lo sintió fuertemente. Nunca lo hemos dicho, pero lo hicimos. Y en ambos casos las represalias fueron casi inmediatas.

– Según manifestó el diputado Juan Pablo Cafiero, Ellie Wissel , se entrevistó con el entonces presidente Menem y con el ex Procurador Agüero Iturbe. Ambos, le habrían manifestado a Wissel que sabían quiénes eran los autores del atentado contra la Embajada pero que, por razones de Estado, no se podía hacer público.

– Yo estuve con Wissel en su última visita y no escuché eso. Para mí es algo nuevo que Wissel escuchó algo así de Menem. Le reitero: para mí es una noticia novedosa.

– ¿Fue informado acerca de una operación para extraditar a unos libaneses desde Paraguay y luego liberados por falta de pruebas?

– Sí. Aunque debo decirle que para mí lo que importa es el resultado final. Aquí entró y salió de la cárcel mucha gente, no sólo esos libaneses. Hubo detenciones de paquistaníes, de iraníes. Lo que importa es que si hay una sospecha sobre una persona, hay que detenerlo. Esa es una buena historia periodística o para conversar cuando nos encontramos a tomar un café. Pero lo que nos importa debe ser el resultado final.

Norberto Bermúdez