“No todos los abogados son cuervos…”

Habiéndome criado en una familia en la cual hay, entre muchas otras profesiones, abogados/as, juristas y jueces, y teniendo gran cantidad de amigos en la profesión legal, puedo afirmar que ciertamente el mote de “cuervo” le queda muy bien a algunos, pero a otros no le hace mella. Mi hermana, por ejemplo, es una abogada dedicada a los más humildes, a la familia, una abogada que decidió que ése era el camino y cuya única fortuna son las miles de personas que hoy reconocen su labor, fortuna a la que muchos nunca llegarán por más dinero que tengan en el bolsillo. Digo, mi hermana es un claro ejemplo de que se puede ejercer el derecho sin ser tomado/a como un cuervo: “Animal carroñero que siempre va en busca de cadáveres para alimentarse…”. Tengo muchos ejemplos más de abogados, jueces y fiscales. Muchos y muchas cuya labor profesional está enmarcada en la ética y por sobre todas las cosas persiguen que se pueda hacer justicia… en serio… ¡No en joda! Estos días he leído que un concejal, el señor Leandro Lescano, ha propuesto que los abogados que trabajan para el municipio dejen de cobrar los porcentajes que les corresponderían si fuesen externos, o sea, si no tuviesen un salario, y con ello propender a lograr mayor equidad en los salarios municipales, y seguramente también un gran ahorro a las arcas del municipio, las cuales sabemos vienen siendo lapidadas hace muchos años. La actitud de este cuervo (cariñosamente dicho) lo enmarcaría en aquellos que no quieren vivir de la carroña, y a los cuales les importa no sólo ser, sino también parecer. Pero en cambio hay dentro del municipio otros cuervos (siempre cariñosamente dicho… no vaya a ser cosa que practiquen salir volando y se quiebren algún hueso…) que se enojan con Lescano y que dicen que lo que propone es inviable, o al menos van a tratar de que lo sea. Eso al menos es lo que publican los medios citando al concejal Dr. Alejo Ramos Mejía, como oponiéndose al planteo del Dr. Leandro Lescano. Cuando uno ve este tipo de situaciones no tiene más que reparar en los actos de cada persona para tratar de entender cómo piensa cada una de ellas, y de allí en más sacar sus propias conclusiones. En la actualidad algunos funcionarios municipales que no están de acuerdo con Lescano han ayudado a bajar la tasa de desocupación en nuestra ciudad nombrando algunos parientes y allegados, lo cual algunos llaman “actos de nepotismo”. El nepotismo es la preferencia que tienen funcionarios públicos o de la realeza para dar empleos a familiares o amigos sin importar el mérito para ocupar el cargo, sino su lealtad o alianza. Su uso y costumbre es generalmente negativo y se considera corrupción. El gobierno de Napoleón es un típico caso de nepotismo, ya que otorgó varios cargos públicos a sus familiares, entre ellos su hermano José Bonaparte (apodado Pepe Botella), que fue nombrado rey de España. Pero en mi caso quisiera creer que los nombrados son probos que han pasado algún concurso y que por ello están donde están, amén de, como dije al principio, haber contribuido con estos actos a bajar la tasa de desocupación en Bariloche. No he podido encontrar del concejal Lescano ningún pariente, por lo que si no nombra a nadie será mejor que entonces haga algo por fuera del municipio, para al menos emparejar a quienes sí lo hacen cotidianamente, como si estuviesen en una monarquía. Finalmente creo que somos muchos los que estamos cansados de los actos que tantos producen a diario, y que no se condicen con los problemas que tiene nuestra ciudad, sino que apuntan en todo caso a resguardar privilegios. Al Dr. Lescano le diría que más allá de cómo salga este tema, no intente volar ni comer carroña, ya que se nota de lejos que usted no es de esos, y siga con su iniciativa, que seguramente si convoca al pueblo, éste lo va a respaldar y, por qué no decirlo, otros concejales que coincidan como usted en ayudar a cambiar lógicas y prácticas que hay que desterrar para siempre. Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche

Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche


Habiéndome criado en una familia en la cual hay, entre muchas otras profesiones, abogados/as, juristas y jueces, y teniendo gran cantidad de amigos en la profesión legal, puedo afirmar que ciertamente el mote de “cuervo” le queda muy bien a algunos, pero a otros no le hace mella. Mi hermana, por ejemplo, es una abogada dedicada a los más humildes, a la familia, una abogada que decidió que ése era el camino y cuya única fortuna son las miles de personas que hoy reconocen su labor, fortuna a la que muchos nunca llegarán por más dinero que tengan en el bolsillo. Digo, mi hermana es un claro ejemplo de que se puede ejercer el derecho sin ser tomado/a como un cuervo: “Animal carroñero que siempre va en busca de cadáveres para alimentarse...”. Tengo muchos ejemplos más de abogados, jueces y fiscales. Muchos y muchas cuya labor profesional está enmarcada en la ética y por sobre todas las cosas persiguen que se pueda hacer justicia... en serio... ¡No en joda! Estos días he leído que un concejal, el señor Leandro Lescano, ha propuesto que los abogados que trabajan para el municipio dejen de cobrar los porcentajes que les corresponderían si fuesen externos, o sea, si no tuviesen un salario, y con ello propender a lograr mayor equidad en los salarios municipales, y seguramente también un gran ahorro a las arcas del municipio, las cuales sabemos vienen siendo lapidadas hace muchos años. La actitud de este cuervo (cariñosamente dicho) lo enmarcaría en aquellos que no quieren vivir de la carroña, y a los cuales les importa no sólo ser, sino también parecer. Pero en cambio hay dentro del municipio otros cuervos (siempre cariñosamente dicho... no vaya a ser cosa que practiquen salir volando y se quiebren algún hueso...) que se enojan con Lescano y que dicen que lo que propone es inviable, o al menos van a tratar de que lo sea. Eso al menos es lo que publican los medios citando al concejal Dr. Alejo Ramos Mejía, como oponiéndose al planteo del Dr. Leandro Lescano. Cuando uno ve este tipo de situaciones no tiene más que reparar en los actos de cada persona para tratar de entender cómo piensa cada una de ellas, y de allí en más sacar sus propias conclusiones. En la actualidad algunos funcionarios municipales que no están de acuerdo con Lescano han ayudado a bajar la tasa de desocupación en nuestra ciudad nombrando algunos parientes y allegados, lo cual algunos llaman “actos de nepotismo”. El nepotismo es la preferencia que tienen funcionarios públicos o de la realeza para dar empleos a familiares o amigos sin importar el mérito para ocupar el cargo, sino su lealtad o alianza. Su uso y costumbre es generalmente negativo y se considera corrupción. El gobierno de Napoleón es un típico caso de nepotismo, ya que otorgó varios cargos públicos a sus familiares, entre ellos su hermano José Bonaparte (apodado Pepe Botella), que fue nombrado rey de España. Pero en mi caso quisiera creer que los nombrados son probos que han pasado algún concurso y que por ello están donde están, amén de, como dije al principio, haber contribuido con estos actos a bajar la tasa de desocupación en Bariloche. No he podido encontrar del concejal Lescano ningún pariente, por lo que si no nombra a nadie será mejor que entonces haga algo por fuera del municipio, para al menos emparejar a quienes sí lo hacen cotidianamente, como si estuviesen en una monarquía. Finalmente creo que somos muchos los que estamos cansados de los actos que tantos producen a diario, y que no se condicen con los problemas que tiene nuestra ciudad, sino que apuntan en todo caso a resguardar privilegios. Al Dr. Lescano le diría que más allá de cómo salga este tema, no intente volar ni comer carroña, ya que se nota de lejos que usted no es de esos, y siga con su iniciativa, que seguramente si convoca al pueblo, éste lo va a respaldar y, por qué no decirlo, otros concejales que coincidan como usted en ayudar a cambiar lógicas y prácticas que hay que desterrar para siempre. Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora